Peajes mediterráneos y otras barreras (sociales)

La semana valenciana se cierra con una foto en el balcón municipal del cual cuelga un cartel en reconocimiento del Día Internacional por la Igualdad Salarial

El balcó del Ayuntamiento de Valencia, con Equal Pay Day | Cedida El balcó del Ayuntamiento de Valencia, con Equal Pay Day | Cedida

Pega el sol de febrero en València y el invierno casi ni se mastica. En mitad de un mes que suele pasar desapercibido, mujeres y más mujeres suben al balcón municipal para hacerse una fotografía. Delante, una pancarta que esconde muchas cosas: pensiones menguadas por la presión de trabajar menos fuera de casa para cuidar de hijos y padres, contratos temporales encadenados, carreras profesionales en constante pausa por la crianza consciente y decidida... El encuentro contra la brecha salarial ha reunido este virnes a la clase política valenciana, puesto que se han sumado el presidente de CEV, Salvador Navarro; el alcalde de Valencia, Joan Ribó; el presidente de la Diputación de Valencia, Toni Gaspar; el secretario general UGT-PV, Ismael Sáez; así como a Isabel Bonig, del Partido Popular y Fernando Giner, de Ciutadans.

"Hay que cambiar muchas cosas. No es que las empresas de una manera consciente sean responsables de esta desigualdad, sino que las mujeres tienen interrupciones por la maternidad, cobran menos complementos, tienen más contratos a tiempo parcial para cuidar ascendentes y descendentes... Es un cambio social profundo, pero el primero que había que hacer es que nos lo creamos todos. Hace diez años que lo reclamamos y ahora sí que lo hemos percibido", explica Eva Blasco, empresaria y presidenta de EVAP. Hablamos por teléfono el día de antes de esta foto en el balcón posterior a una concentración para conmemorar el Día Internacional por la Igualdad Salarial, Equal Day Pay.

Estas barreras nos afectan a todos. Según el documento Las mujeres en la ciudad de Valencia 2018, editado por el consistorio valenciano, en el País Valencià la brecha salarial marca un mínimo en el periodo estudiado en 2008 del 23,2% y un máximo en 2012 del 26,4%. En el conjunto del Estado, marca un mínimo del 21,9% en 2008 y un máximo del 24% en 2013. Recuerda el informe el que Blasco mantiene, que esta desigualdad es debido a la posición estructural de las mujeres en el mercado de trabajo: ellas trabajan menos horas, cuentan con menores retribuciones complementarias (horas extra, pluses por productividad, etc.) y están más representadas que los hombres en los peores lugares y menos representadas en los mejores, el efecto de techo de vidrio del cual hablaba esta semana el investigador del IVIE José Ramos en su artículo de Opinión.

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Querría que estas barreras fueran chatarra, que fueran derrocadas como he visto esta semana que se ha hecho con las antiguas cabinas de los peajes de la AP-7. Es sobrecogedor ver  a las excavadoras trabajando en un desierto de hierros que se divisan de color naranja cuando tantas y tantas veces has cruzado las barreras para zarpar la Autopista por el Mediterráneo. Hace tilín también, todo se tiene que decir. Viajar sin pagar por nuestro territorio es un placer que aún no conocíamos. Esta semana lo he experimentado de vuelta al sur. Y digo de vuelta porque hace un tiempo viví en Alicante –confesión inexcusable para que entiendan todos mi debilidad por la ciudad- y siempre acabo volviendo. En esta ocasión lo hago invitada por Ibercaja, que inaugura Centro de Negocio de Empresas en la Rambla alicantina. Moverme entre banqueros no es mi hábitat natural, pero sí vivir entre preguntas: "Cuántas empresas trabajan con esta oficina? ¿Cuánto facturan?".

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Antonio Bonache, un murciano amabilísimo director del nuevo espacio, me da respuestas. Y va más allá: está entusiasmado con qué Alicante sea la quinta provincia española más productiva, por detrás de Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla. Me habla de la industria potente del calzado en Elche, de Elda y Villena, del turrón de Jijona, de la industria de Alcoi y de los servicios hacia el turismo de Alicante y, en realidad, de toda la provincia. Porque esta es una ciudad que hace tiempo que lo hace muy bien en cuanto a recibir guiris, que está preparada para gestionar el rédito económico que dan el sol y la playa. El mes de julio pasado 1,7 millones de pasajeros pasaron por su Aeropuerto de l'Altet. Casi nada.

Hacia el norte también hemos mirado esta semana, como hacemos siempre. En esta ocasión porque la sonada cancelación del Mobile World Congress ha creado una alternativa en la cual los valencianos quieren participar: el Tech Spirit Barcelona ha hecho lugar en su programación a #TheOthersBCN20, un encuentro por visibilizar los ecosistemas emprendedores valenciano, andaluz, gallego y vasco aprovechando que todas las miradas inversoras estarán desde lunes próximo en la ciudad condal. El título me resulta muy elocuente: está bien asumir que somos los otros. Los otros, que no los primeros, que no los peores, los otros. Simplemente. Seguramente desde esta humildad será más fácil sorprender a grandes y pequeños cuando empiecen a ver el (buen) trabajo que hace el sistema startupero valenciano.

Curiosamente, un economista reconocido de este país me ha dicho este viernes que València está en auge, que se nota su empujón. Me ha hecho pensar que no estamos de moda, sino que somos el futuro. Aquí ya hay proyectos interesantes que se exportan. Por ejemplo, y es poco conocido, la cátedra IECO-UV Chair of Business Ethics se dedica a explicar a los alumnos de Económicas qué es la ética empresarial. Hace tres años algunos de sus alumnos viajaron a Reino Unido y descubrieron que en algunos centros se hace un tipo de juramento hipocrático cuando acaban la carrera, una especie de promesa de "no desfalleceré en mi objetivo de trabajar por el bien común" incluso cuando están cerrando balances contables. Lo quisieron exportar aquí y la citada institución lo está implementando. Es un ejemplo interesantísimo de lo que hace este colectivo, liderado por Manuel Guillén, que este viernes ha invitado al profesor Alejandro Cañadas, de la Escuela de Negocios Bolte de la Universidad Mount St. Mary, para hablar de la importancia de los hábitos en el consumo a la excelencia.

Los decía antes de que era una semana de peajes, pero también lo ha sido de anuncios, porque asegura la ministra Montero que para octubre tendremos borrador del nuevo sistema de financiación autonómica. Es un tema que afecta a los valencianos y tengo curiosidad para saber qué piensa la Asamblea General de la Asociación Valenciana de Empresarios, que se reúne este lunes a Marina de empresas. Allá, cerca del mar, todo fluye mejor. Lo he experimentado teniendo una larga conversación con el mismo reconocido economista que me dice que València está empujando fuerte. Es Gay de Liébana, pero de nuestra hora larga les hablaré otro día.

Ahora pensemos en el mar, el Mediterráneo y en aquellos peajes hechos chatarra. 

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