Por què és tan puesto que el hobbie de la fotografía?
Por què és tan puesto que el hobbie de la fotografía?

El caro 'hobbie' de la fotografía

La distancia focal y la luminosidad marcan el precio de los objetivos más preciados, que empiezan por 1.600 euros y pueden ascender hasta los 2 millones

Un buen ladrón siempre tiene que estar al caso de qué objetos son los más valorados del mercado y, por eso, no es de extrañar que entre los artículos más hurtados a los turistas de cualquier ciudad siempre se encuentren las cámaras fotográficas. La razón es simple, puesto que, al contrario de lo que puede pasar con un reloj o un móvil, una cámara y un objetivo en buen estado mantienen en mercado de segunda mano un precio muy similar al original. Y no son precisamente baratos, menos todavía si el propietario ha pasado de la curiosidad a la pasión por la fotografía. Por qué es tan caro el hobbie de la fotografía?

El proceso se repite. Un familiar benintencionat le regala a nuestra víctima con desazones artísticas un kit fotográfico básico, de no más de 500 euros. A la cabeza de unos meses de probar la máquina descubre que, el que antes eran imágenes perfectas, en realidad están llenas de aberraciones, como objetos en movimiento, desenfocados no intencionados, márgenes oscurecidos,... Es entonces cuando el afectado entra en el apasionante mundo de los objetivos fotográficos y, como apenas está empezando, se conforma con una focal fija de retratos que –oh sorpresa- roza los 800 euros y ya supera con creces la inversión que hizo el familiar.

Poco tiempo después, pero, querrá reproducir la calidad de imagen de sus retratos en otros escenarios, y la víctima de este reportaje buscará las mismas prestaciones de su objetivo en una lente polivalente. Y aquí es cuando la cosa se va de madre. El simple hecho de poder mover el objetivo para llegar algo más lejos en la captura de imágenes – hacer zoom- sube el listón de precios por encima de los 1.600. Y desde aquí, hasta allá donde estemos dispuestos a pagar.

La marca de fotografía Leica tiene el honor de haber fabricado el objetivo más caro de la historia: 2 millones de euros

La mítica marca de fotografía Leica tiene el honor de haber fabricado el objetivo más preciado de la historia. El jeque qatariano, Mohammed Al-Thani, invirtió casi 2 millones de euros en una focal de 1.600 milímetros y apertura de diafragma –atentos a este concepto- f/5.6. Como la cosa le quedaba corta, este trasto de 59,8 kilos incorporaba un convertidor para llegar a enfocar hasta los 3.200 mm.

El teleobjectiu de 2 milions de dòlars de Leica

El teleobjectiu de 2 millones de doǹlars de Leica

En el mundo terrenal, Canon marcó paquete en el sector con la construcción de su objetivo de 1.200 mm f/5.6, conocido también como La Madre de todos los Teleobjectivos. Un aparato que la marca fabrica por encargo por el módico precio de 120.000 euros.

Y si aterrizamos en lo que cualquiera de nosotros podría comprar a Amazon con unos ahorros generosos, el techo lo marca el Sigma 200-500 mm f/2.8, más conocido como El Monstruo Verde, que se vende a un módico precio de 25.999 dólares.

Lentes a chorro

Para entender por qué los objetivos fotográficos son tan caros sólo habría que coger un de estos monstruos y abrirlo por la mitad. Lo que veríamos sería una hilera de lentes hechas con un sistema todavía hoy artesanal que se alinean uno detrás el otro para filtrar la luz que llega al objetivo para que entre con la máxima nitidez al sensor.

Más allá de los materiales utilizados por la construcción del objetivo y los sistemas electrónicos que facilitan cuestiones como el enfoque y la estabilidad, lo que marca el precio de las lentes son los apellidos numéricos que acompañan las marcas.

En el mundo de los teleobjectivos los precios oscilan entre los 800 euros y los 23.600 euros

El primero, expresado en milímetros, se refiere a la distancia focal del objetivo. Cuanto mayor es el número, podremos fotografiar objetos a mayor distancia. A cambio, la lente necesita un mayor entramado de espejos para que la luz que llega a la pupila –el último vidrio- permita obtener una imagen perfecta.

El segundo, precedido por una "f", es la apertura de diafragma, que, resumiendo mucho, es el agujero por el cual acaba entrando la luz. En este caso, cuanto más pequeño es el número, más luz es capaz de captar el objetivo, y esta es la clave de toda buena fotografía.

Lo más llamativo de un objetivo como El Monstruo Verde es que, a pesar de todo el entramado de vidrios que tiene en su interior, que reducen paso a paso la luz que entra al sensor, es capaz de ofrecer una inverosímil apertura de diafragma de 2.8 en cualquier distancia focal. Un atributo más propio de objetivos con zooms más discretos y manejables.

En definitiva, si está pensando viajar con su cámara, haga como Al-Thani: cargue un objetivo lo más pesado posible, que acabe con los impulsos de los ladrones más avezados.

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