Món Viêt, la saludable y sorprendente cocina vietnamita

Primera generación nacida en Barcelona de una familia de refugiados que migraron en los 80, Anh-Van y su marido dejaron la ingeniaría de caminos y puertos por los fogones

Los propietarios del restaurante Món Viêt, Anh Van y Carles Amat | Cedida Los propietarios del restaurante Món Viêt, Anh Van y Carles Amat | Cedida

Con influencias chinas y francesas, sus platos más celebrados son la sopa Phở y los rollitos Nem -dos de los entrantes que caracterizan la gastronomía vietnamita-. Món Viêt es la tercera aventura empresarial de la familia Van y la primera de Anh-Van junto a su marido Carles Amat. Ella es primera generación ya nacida en Barcelona, pero es, a la vez, una gran defensora de los sabores del país de origen de su familia, al que viaja muy a menudo: “Intento escaparme al menos una vez cada cuatro años. Desde los 16 años he viajado a mis orígenes familiares”.

Anh, que es ingeniera de caminos en realidad, quiere acercar con su restaurante los platos más característicos de la comida callejera vietnamita a todos los amantes de las cocinas de Asia y a los curiosos por descubrir nuevos sabores y elaboraciones.

Una sopa del restaurant Món Viêt | Cedida

Una sopa del restaurante Món Viêt | Cedida

Sant Antoni y Vietnam

Desde 2016, comandan este negocio en solitario en el barrio de Sant Antoni, al que peregrina (normalmente por recomendación) todo aquel que alguna vez haya probado una auténtica sopa vietnamita, aquel que busque no tener que decirle al camarero eso de: “Más picante, por favor”. Los abuelos de Anh-Van Chac llegaron con estatus de refugiados a Madrid desde China, junto a otras familias, y sus destinos se repartieron por toda la península, trabajando siempre en la restauración. En Madrid, coincidieron las familias del padre y la madre de Anh-Vac. Los jóvenes se enamoraron y viajaron a Barcelona para emprender y abrir un restaurante vietnamita.

Món Viêt quiere acercar los platos más característicos de la comida callejera vietnamita a todos los amantes de las cocinas de Asia

Al final fueron tres, pues más miembros del clan se mudaron para hacer realidad este sueño, Capitol I, Capitol II y Capitol III con destinos dispares: alguno ha sobrevivido, mientras que los otros o se han renovado o han desaparecido. Cun Pau Chac y su mujer, Xoi Kiu Sam, dirigieron el Capitol III, que en 2011 se rebautizó como Capítol de Vietnam, entrando en el proyecto Anh-Van. Allí, trabajó cuatro años y dotó al proyecto de modernidad convenciéndose de que quería dedicarse a la restauración: “Éramos un restaurante tradicional, necesitábamos otro interiorismo que le acercase a la actualidad. Me había implicado desde pequeña y vi que era lo mío y comenté con mi marido abrir nuestro propio negocio”.

Eso fue en marzo de 2017. Diseñaron la carta, el concepto y presentaron el proyecto a su propia familia para conseguir el crédito. “La búsqueda del local fue lo último porque no queríamos que nos condicionase", recuerda. Y añade: "Viajamos por varios países donde la gastronomía vietnamita es muy popular, como Alemania, Francia o Londres, para buscar cómo tenía que ser. Al final, convenimos que queríamos un espacio con muchos ventanales que se viera desde fuera pero no en una esquina”. En su Món Viêt ahora trabajan 10 personas dedicadas a explicarle al neófito o al ilustrado qué esconde cada una de las elaboraciones.

Uns fideus del restaurant Món Viêt | Cedida

Unos fideos del restaurante Món Viêt | Cedida

Sus 100 metros cuadrados respiran Asia comenzando por la aromática Phở, una delicada sopa de fideos de caldo sabroso y reconfortante que lleva carne, brotes de soja y hierbas y en origen se consume ya sea para desayuno, comida o cena. Los Nem, entrantes pensados para comer con las manos -sus rellenos pueden ser de verduras crudas o cocinadas, cerdo, ternera o marisco- que se presentan como un rollito de primavera envuelto en una fina masa de arroz o de soja -el Nem cuốn– es uno de los platos más populares. También lo es su menú degustación, a unos competitivos 16 euros. “Te permite probar muchas elaboraciones porque normalmente el problema que tiene la gente que nunca ha comido en un vietnamita es qué pedir”, arguye. La carta es atractiva porque, heredera de la tradición vietnamita más popular y rural, se apoya más en las verduras que en la proteína animal. Así, es apta para veganos, vegetarianos o, incluso, celíacos.

"A nosotros, en realidad, nos ha ido bien el confinamiento porque sin horario de cena, el 'delivery' local ha tenido mucha salida en horario nocturno"

La pandemia les ha hecho reforzar un servicio de delivery que ya funcionaba muy bien antes de marzo de 2019: “Siempre lo hemos trabajado; ahora, además, nos hemos sumado a GoXo para gestionar nuestros pedidos directamente en una app propia y esquivar las altas comisiones de servicios como Glovo o Deliveroo. Podríamos decir que pese a la pandemia hemos trabajado bien y que, aunque ha habido subidas y bajadas este año, en marzo de 2021 puedo igualarme en facturación al mismo mes de 2019, antes de toda esta pesadilla”. Una situación que no tiene nada que ver con la de otros negocios más enfocados al turismo y su consumo masivo, y castigados por la severidad del momento: “A nosotros, en realidad, nos ha ido bien el confinamiento porque sin horario de cenas, el delivery local ha tenido mucha salida en horario nocturno. Además, como restauradora, el cierre a media jornada nos está dando un respiro en cuento a conciliación familiar”.

Anh está cursando actualmente el año de cocina profesional en Hofmann para abrirse a nuevas aventuras empresariales que la pandemia ha trastocado. “Me gustaría ampliar en breve el negocio a nivel monográfico, con locales que exploten una idea gastronómica o plato. La idea de moverte, por ejemplo, hasta Gràcia y sus locales minúsculos es no hacer lo mismo que se hace en este restaurante. Reproduciremos la idea que tan bien nos funcionó: pensar el proyecto y luego dar con el local. Así, te amoldas al continente y respetas contenido. Algo que, cuando empezamos, muchos interioristas nos decían que era descabellado”.   

Món Viêt

Dirección: calle Sepúlveda, 94, Barcelona

Web: https://monvietbcn.com/

Precio medio: 25€

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