Restaurante Solc, una terraza acristalada en el hotel Majestic

El chef David Romero | Cedida

La bienvenida al restaurant SOLC es una maravillosa terraza cubierta de cristal y madera. El Majestic Hotel-Spa Barcelona (Passeig de Gràcia, 68) estrenó en 2018 este comedor gastronómico en su primera planta, donde estuvo ubicado el mítico Drolma. La propuesta cuenta con el sello de la estrella Michelin Nandu Jubany ejecutada por los chefs David Romero (El Celler de Can Roca) y Luis Llamas (Neura). Ofrece unas pocas mesas en el interior. El resto, en la terraza bajo cubierto, recrean un ambiente palaciego. Es el mismo espacio donde sirven sus desayunos matinales y también su famoso brunch (65 euros) cada domingo.  

Los Soldevila, la familia propietaria del hotel, tiene un huerto en el Maresme de considerables dimensiones muy próximo al mar: Can Met. Y de allí vienen buena parte de las verduras y microverduras que degustaremos en mesa y que se traen a diario para evitar su paso por cámara. Como su lema indica: From farm to table, (del campo a la mesa).

El Majestic Hotel-Spa Barcelona estrenó en 2018 este comedor gastronómico en su primera planta

SOLC restaurante; menú de temporada

Nada más subir unas aristocráticas escaleras, es Albert Oribe quien recibe con su amplia sonrisa.  Nos extiende la carta que tiene una dimensión ajustada a la sapiencia de quien quiere controlar absolutamente todo el producto que pasa por cocina. Unos justos entrantes muy, muy de temporada: espárragos blancos y verdes con lactonesa de limón y aire de lima (17 euros), degustación de tomates de finca con gelée fría de albahaca (14 euros), anchoas de l'Escala con mantequilla ahumada y pan de algas (4 euros).

Nos inclinamos, como es lógico, por las berenjenas (13 euros) que ahora están en su mejor momento. Vienen lacadas acompañadas con frutos secos y un cremoso floral y salino del Puig Pedrós de Molí de Ger.  De la quesería artesana que la familia de Pere Pujol (cuarta generación) tiene en la solana de la Cerdanya (comarca septentrional de Catalunya), a 200 metros de la orilla del río Segre y a una altitud de 1.135 metros, salen algunos de los mejores quesos de Catalunya. Fieles a la tradición quesera, solo usan leche cruda, sal y fermentos naturales.

El arroz del Delta con colmenillas, mini calabacines y carpaccio de gamba es el segundo entrante escogido (28 euros), un acierto presentarlo en un plato cóncavo que evita que se enfríe. 

Restaurando SURCO | Cedida

¿Carta o Menú Degustación del restaurante SOLC? Precios y platos

El desfile de platos es una búsqueda constante de una cocina tradicional de calidad y reconocible, con una puesta al día en emplatados y elaboraciones. Como el menú muta con las estaciones, otros platos que se han servido en el espacio son los embutidos del Pallars con pan con tomate al horno de carbón, el Pâté en croûte de pollo ecológico y cerdo Gascón de capa negra de Solsona o la croqueta de gamba roja de Vilanova.

Entre los mejores restaurantes de hotel en Barcelona

Como principales, los pescados se traen a diario desde la lonja de Barcelona y Vilanova; y exquisitas carnes de productores locales. Entre los primeros, rape con bilbaína de espárragos verdes (30 euros), el tataki de lomo de atún del Delta con ajoblanco de almendras y coco (26 euros) y el lenguado de la Costa Brava a la brasa de carbón con piñones y cítricos (32 euros). Probamos este último con crudités y diferentes salsas.

Entre las opciones cárnicas trabajan la paletilla de cordero lechal de raza Xisqueta (28 euros), con cremoso de berenjena asada, la ballotine de pollo de granja, ibérico, foie y pistachos verdes (25 euros), el Steak tartar de vaca madurada ECO de Cal Tomàs con raíz de apio a la sal (26 euros) o –la elección de esa noche-, una impecable terrina de cochinillo prensada y coronada con su gustosa piel con texturas de manzana (28 euros). El menú degustación se construye con los mismos platos, pero a precio cerrado (56 euros).

Entre los vinos a copas, la bodega Alta Alella tiene representación en los blancos

De postre, vibramos con una delicada pavlova –homenaje a la primera bailarina rusa de finales del siglo XIX y principios del XX, una de las principales artistas del Ballet Imperial Ruso y de los Ballets Rusos de Serguéi Diáguilev- con higos coll de dama y con unas fresitas y helado de leche fresca que nos hacen pensar en la fama bien merecida que tiene el brunch dominical en este mismo espacio. Inaugurado por Nandu Jubany poco después de la reapertura de los restaurantes postpandemia, Oribe os detalla que cuajó su fórmula híbrida de servicio en mesa y opción tipo buffet para los postres donde el despliegue pastelero sigue causado furor. 

Entre la carta de vinos, Albert Pulido, el joven sommelier del restaurante, ha escogido referencias que miran a todas las partes del globo, pero que intentan acortar las distancias con las bodegas locales. Entre los vinos a copas, la bodega Alta Alella, con la que la familia guarda una estrecha relación, tiene representación en los blancos –el pansa blanca Cau d’en Genís que elaboran para el hotel-, y el cava Mirgin Cuvée Majestic Gran Reserva (DO Cava).