La globalización, la expansión del conocimiento, la transformación digital y la emergencia climática. Los vertex que delimitan la transformación del presente, el cambio de modelo productivo y económico y el precario e inestable equilibrio de las estructuras operantes están claros – o lo están, como mínimo, para Josu Ugarte. El presidente de Schneider Electric Iberia usa este diagnóstico de los principales factores de cambio actuales como punto de partida de una hoja de ruta para la gestión corporativa que ayuda a recorrer, gestionar y, de hecho, usar, la incertidumbre como herramienta empresarial. El mapa conceptual que el directivo establece en Macrotendencias: Las 5 disciplinas clavo para la nueva gestión empresarial (Gestión 2000, 2021) sirve para encontrar los horizontes de la nueva empresa – una más consciente, más social y sostenible.
La nueva realidad de la empresa se construye y se navega, pues, alrededor de cinco objetivos, cinco nuevas prácticas y habilidades que suponen un cambio cultural trascendente para la gestión corporativa: los nuevos liderazgos; el talento y la relación con el ecosistema; el dominio de las nuevas tecnologías; la sostenibilidad y una nueva forma de acercarse al cliente. Como apuntaba el mismo Ugarte en una reciente entrevista con VIA Empresa, sin embargo, estas cinco tendencias no son compartimentos cerrados, sino que están en constante comunicación entre ellas – desde la democratización del conocimiento y los liderazgos no jerárquicos hasta el aumento de la eficiencia energética que ofrece una buena adaptación tecnológica.
"Los líderes son tan buenos como lo son sus equipos"
En cuanto a las nuevas formas de dirección, Ugarte es tajante: "Los líderes son tan buenos como lo son sus equipos". El liderazgo de la nueva empresa tiene esta conciencia al núcleo, y esto se materializa en varios procesos, desde la inclusión de la plantilla en la toma de decisiones estratégicas hasta una nueva gestión y promoción de los aprendizajes colectivos de acuerdo con la experiencia de cada trabajador. Estos procesos, que valoran la escucha activa y la diversidad como un activo central de la empresa, están, de hecho, en estrecha relación con la segunda tendencia: el talento y el ecosistema.
La gestión interna del talento de la empresa pasa por un equilibrio arriesgado pero imprescindible – el de estructura e individuo. El reto del gestor empresarial reside en establecer una comunicación que a al tiempo dé cuenta de las necesidades, capacidades y potenciales individuales de sus trabajadores a la vez que genera normas, culturas y espacios comunes que marquen caminos compartidos sin imponerlos. El mismo Ugarte alerta, de hecho, de la dificultad de implementar esto en entornos cada vez más diversos, especialmente en el plano generacional, pero también en el rol de cada actor: se pasa de un mercado de proveedor-cliente a un ecosistema múltiple, dinámico, más volátil pero con más potencial.
Los mismos principios guían, para Ugarte, la nueva relación con el cliente que la empresa tiene que establecer. El cambio de la jerarquía a la red, de la verticalidad a la multipolaridad, hacen que la relación con los clientes sea, en un sentido, más P2P que comercial. El presidente de Schneider Iberia observa una transición compleja entre contacto y relación. "Ir a visitar un cliente no es lo mismo que ir a vender", afirma. Si hablamos de ecosistema, no de mercado, las relaciones son con actores, no con vendedores y compradores. Entender la agencia de cada parte y actuar en consecuencia es, según Ugarte, la clave del futuro de las relaciones corporativas. "El premio que se puede obtener es el liderazgo a tu mercado. Casi nada."
La empresa en el mundo
La adaptación a las transiciones tecnológica y ecológica están al núcleo de la construcción de la nueva empresa. Ugarte, en cuanto al primer proceso, posa en el centro las novers capacidades de procesar datos y actuar de acuerdo con ellos. "Adquirir el dato, moverlo y almacenarlo", aconseja; apuntando hacia una gestión de datos que permita que sirvan "como una única fuente de la verdad para predecir y operar". Más allá del uso de la tecnología como driver de la acción empresarial, además, una buena adaptación a las nuevas capacidades técnicas es también un punto clave de la sostenibilidad.
Macrotendencias es un ejercicio accesible y aterrizado que mujer materialidad a una época volátil
Los procesos de la adaptación a las necesidades ambientales a la empresa pasan, de hecho, por adopción tecnológica – desde las energías renovables hasta el uso de los datos para optimizar la producción, la distribución y el consumo. Una buena gestión de la transición ecológica, integrada en el modelo de negocio, según afirma Ugarte, no es solo "un compromiso con nosotros mismos y la sociedad", sino también "una ventaja competitiva en nuestros mercados". "Lo que es bueno para el planeta es bueno para las empresas", explicaba a este diario.
En conjunto, Macrotendencias es un ejercicio accesible y aterrizado que aporta materialidad a una época volátil. Ugarte propone soluciones prácticas y concretas para la adaptación en un mundo incierto y la creación de un nuevo modelo de empresa, uno que entienda mejor las necesidades de la sociedad y sepa integrarlas en su forma de hacer negocios. La hoja de ruta que marca el presidente de Schneider Iberia es un camino práctico y operativo para adaptarse a las transformaciones que venden. No hacerlo, afirma, tendrá un precio elevado. "Quien no ponga en marcha todas estas disciplinas, será uno de los perdedores del nuevo mundo".