El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aprovechado su visita a Fitur para anunciar una inversión de 2.400 millones de euros en el aeropuerto de Barajas. Según las palabras de Sánchez, el objetivo de este proyecto es que Madrid tengan el equipamiento "con mayor potencial de crecimiento de Europa" y 90 millones de pasajeros en 2031. Además, el presidente español ha dicho que la intención es "fortalecer" el liderazgo de Madrid como 'hub' con América Latina, pero también desarrollar otro con Asia, con "nuevas rutas y aerolíneas que operan hacia ese continente". Actualmente, el movimiento en Barajas representa el 10% del PIB de la comunidad de Madrid.
El anuncio de Sánchez por Barajas llega en un momento en que el debate por la ampliación del aeropuerto de El Prat se encuentra atascado. El último episodio del asunto se ha producido esta misma semana en el Congreso de los Diputados. Durante una comisión parlamentaria, el Ministro de Transportes, Óscar Puente, tildó de "compatible" la posibilidad de ampliar la pista de más cercana al mar con el "máximo respeto medioambiental". En este sentido, Puente ha recordado que la apuesta del ejecutivo de PSOE y Sumar pasa por no "causar molestias" a los vecinos y optar por la ampliación de la operativa de la tercera pista.
El Ministerio de Transportes mantiene la voluntad de "dialogar" para llegar a un acuerdo con la Generalitat. A finales del pasado mes de octubre, un grupo de trabajo de Foment planteó que se alargue, unos 840 metros, la tercera pista del aeropuerto de El Prat por encima del área natural de la Ricarda. "Es ahora o nunca", describe Josep Sánchez Llibre, presidente de la patronal. Entre otras propuestas, el empresariado no descarta el regreso del sistema de pistas independientes. Foment también insta a iniciar conversaciones con el Port de Barcelona para garantizar la viabilidad de algunas de las propuestas. "Hay margen suficiente para tener un espacio de entre 1,6 y 2,5 metros por encima del agua", expresa Lluís Moreno, presidente del grupo de trabajo.
El aeropuerto Josep Tarradellas-Barcelona El Prat registró el año pasado 49.909.544 viajeros, un 19,9% más que en el 2022, pero aun un 5,3% por debajo del 2019, cuando marcó su récord con 52,7 millones de pasajeros, según informó este lunes Aena. De ellos, 49.815.542 fueron viajeros de vuelos comerciales, de los que 36,18 millones eran vuelos internacionales, un 23% más que la cifra de 2022, mientras que 13,6 millones lo hicieron en vuelos domésticos, un 12, 4% más que el año anterior. En cuanto al número de operaciones, El Prat sumó 318.957, es decir, un 12,5% más que en 2022 y un 7,4% menos que en 2019.
Por su parte, el número de mercancías se situó en las 156.458 toneladas, un 0,6% más que en 2022 pero todavía un 11,5% menos que antes de la pandemia. La actividad en el aeropuerto ya se iba recuperando con un 2022 que cerró con 41,6 millones de pasajeros, lo que representa el 79% de los pasajeros registrados en 2019, el último antes de la pandemia. Casi tres de cada cuatro, un total de 29,4 millones, fueron viajeros de vuelos internacionales, un 76,2% de los registrados en 2019. Por su parte, los vuelos nacionales supusieron los 12,2 millones restantes.