La Agencia Tributaria de Catalunya (ATC) hizo aflorar durante el pasado año 286 millones de euros en fraude fiscal sobre impuestos propios y cedidos a la Generalitat, según datos publicados por el Departament d'Economia. Un 42% del total destapado, 121 millones de euros, fueron del impuesto de sucesiones y donaciones; seguido del impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, con 84 millones.
Resaltan también los 12 millones de euros destapados por cambios de residencia ficticios de 27 contribuyentes. De éstos, 2,1 millones fueron por deslocalizaciones ficticias hacia otras partes del Estado, sobre todo Madrid. La ATC realizó un total de 54.544 actuaciones durante el ejercicio anterior, un 7% más que en el 2022.
Por otra parte, la consejera de Economía y Hacienda, Natàlia Mas, ha señalado que el plan actual contra el fraude fiscal contempla un total de 68 acciones además de las inspecciones. Ha destacado los talleres a estudiantes de secundaria, el reforzamiento del personal del ATC y el intercambio de datos con otras administraciones.