Se llama Anna, nacida en Olot en 1968 de padre ingeniero y madre pintora se ha pasado toda la vida estudiando, cursó filología inglesa y alemana en la Universidad de Barcelona, posgrado en lingüística germánica en la Humboldt Universidad de Berlin Este, antes de la caída del muro; y entre otras muchas cosas, ha realizado cursos de “Transición de la dirección al liderazgo y liderazgo organizativo" en la Women Unlimited de Nueva York; hace tres años emprendió estrategia en los Estudios étnicos, culturales sobre minorías, género y grupos en la Universidad de Stanford, realizó el Programa de aceleración del liderazgo de las mujeres ejecutivas en Signature Premier y se graduó en el Programa de preparación de la junta corporativa de mujeres en la Escuela de negocios Leavey de Santa Clara University.
Casada con un alemán de apellido Schlegel, actualmente trabaja en Silicon Valley como vicepresidenta de producto, mercados internacionales y globalización en la plataforma Procore Technologies, una iniciativa líder del sector de la construcción, presente en diferentes proyectos ubicados en 150 países del mundo, en cuyas empresas responsables facilita la digitalización y la expansión internacional. Actualmente, Procore gestiona en torno a 1.000 millones de dólares a través de su software de trabajo, que sirve para ordenar y custodiar documentación sobre inversión, profesionales implicados, seguridad, financiación y cronograma de trabajo de los proyectos que gestionan sus clientes.
Estamos hablando de Anna Navarro Descals, una catalanista y feminista militante de pensamiento independentista y proyección internacional que tiene la Creu de Sant Jordi 2021 y que en 2020 fue proclamada la mujer más influyente del mundo en tecnología por la revista Analytics Insight, después de haber ganado el premio Mujer del año en Silicon Valley en 2018. Un sector en el que solo hay un 2% de mujeres en posiciones directivas. Conviene remarcar también que a principios de este año la Business Leader Review le dedicaba la portada para anunciar un largo artículo en el que se la definía como una de las 10 mujeres CEO más importantes del emprendimiento internacional.
Entre California y Catalunya
Anna Navarro Schlegel vive en California desde 1992, pero uno de los rincones preferidos de su juventud está en Barcelona, y más concretamente en el Café Zurich, un bar de toda la vida situado entre la calle Pelayo y la plaza Catalunya, frente a las Ramblas, donde mientras estudiaba y trabajaba a jornada completa en British Airways, se reunía con otros compañeros de fuera ciudad para contarse la vida, calentar un poco el corazón y reír un ratito.
De hecho, Anna está enamorada del Mediterráneo, pero sobre todo de Catalunya, su cultura y su gente y se duele de la falta de promoción internacional de sus productos en Estados Unidos, donde es muy fácil encontrar prosciutto, pero resulta casi imposible encontrar el fuet. Algo que, opina, no ocurre en el sector tecnológico, donde la labor de entidades como ACCIÓ o Tech Barcelona impulsa de forma eficiente la internacionalización del país.
En 2020, Anna N. Schlegel fue proclamada la mujer más influyente del mundo en tecnología por la revista 'Analytics Insight'
En Twitter, Schlegel es “Anna Papallona”, una alta directiva cordial, cercana y empática, que acaba de presentar la traducción catalana de su libro Truly Global: The Theory and Practice of Bringing Your Company to International Markets, escrito en 2016, aprovechando el tiempo que dedicaba a acompañar a los hijos a natación.
El libro sostiene que para crecer internacionalmente cualquier compañía necesita un equipo internacional capaz de conectar cultural e idiomáticamente con el país de destino y tomar una decisión consensuada entre los departamentos de marketing, ingeniería, diseño y no sea sólo una decisión del departamento de ventas. Una propuesta bastante razonable que tal vez por este motivo ha enfadado mucho a Donald Trump y compañía.
La autora señala que a pesar de que las grandes corporaciones norteamericanas tienen tendencia a considerar indiscriminadamente ROW (rest of the world) todo el que es fuera de sus fronteras y a invertir en países de alto regreso económico, como por ejemplo Alemania, Gran Bretaña, Canadá, Japón o Australia, hay un montón otros mercados como por ejemplo el de Francia, Italia o España, y otros muchos de tercero y cuarto y nivel, donde las oportunidades pueden ser muy grandes… siempre que dispongan de un equipo de localización capaz de entender el idioma y las características culturales concretas de cada país de destino. Una visión geoestratégica que no solamente conviene las empresas sino también las Organizaciones No Gubernamentales, si quieren ser eficientes.
Schlegel está enamorada del Mediterráneo, pero sobre todo de Catalunya, su cultura y su gente, y le duele la falta de promoción internacional de sus productos en Estados Unidos
La segunda edición de Truly Global salió a la calle en 2021 y la edición catalana fue presentada este año en el Espai Línia de Barcelona, traducido por Núria Juhuera bajo el título de Veritablement Global.
Los inicios de la etapa americana
La etapa americana del alta ejecutiva se inició cuando llegó a San Francisco como trabajadora de British Airways, después de haber trabajado en Barcelona, pero pronto fundó su propia empresa, dedicada a facilitar entrada de productos tecnológicos americanos en países extranjeros, una misión basada en su conocimiento de idiomas. De ahí fue fichada por Cisco Systems y se puso a estudiar ingeniería en la misma Cisco Networking Academy. Desde entonces se ha pasado más de 30 años dirigiendo equipos de ingeniería, comunicaciones online, marketing y globalización, en Cisco y en otras compañías tecnológicas de Silicon Valley, como VeriSign, VMware, Xerox o NetApp.
También ha sido consultora del equipo de productos internacionales de Google, speaker habitual en el Instituto Berkeley Haas, el Instituto de Estudios Internacionales de Monterrey, la Universidad de Barcelona y la Universidad de Stanford y colabora en la revista Forbes, la revista Fortune y la plataforma Multilingual.
En Twitter, Schlegel es “Anna Papallona”, una alta directiva cordial, cercana y empática, que acaba de presentar la traducción catalana de su libro 'Truly Global: The Theory and Practice of Bringing Your Company to International Markets'
En cuanto a organizaciones non provecho, Anna es embajadora de Olot, miembro del consejo consultivo empresarial y económico de Diplocat, asesora la Plataforma Catalana por la Lengua, asesora The Globalization and Localization Association (GalaGlobal) y fundadora de tres ONG: una en Silicon Valley para luchar contra la pobreza de niños y niños vulnerables conectándolos con el mundo de la tecnología, otra en Kenia para desarrollar 5 pueblos, y otra, Women in Localization, para promover la igualdad de trato y oportunidades a las mujeres, que ya tiene más de 8.000 miembros en más de 30 países.
Todas ellas, actividades destinadas a favorecer una internacionalización respetuosa con las culturas locales y generar y compartir conocimientos para la construcción de un mundo más feliz y bien conectado.
Una infancia influida por el arte y la ciencia
De pequeña, Anna Navarro, hermana mediana de un diseñador industrial y un contable, solía acompañar algunos fines de semana a su padre, un ingeniero que trabajaba en Nestlé, a visitar la fábrica, verle remover la maquinaria e ir a medir el grado de alcalinidad de los ríos gerundenses. La madre pintora, en cambio, pertenecía a una estirpe de empresarios vinculados a la metalúrgica Ros, a la fábrica de papel Hostench ya la histórica Descals, del sector alimentario.
De estas influencias, a Anna Schlegel le ha quedado la afición por la química y las matemáticas, el espíritu emprendedor y el recuerdo de los viajes culturales que solía hacer de joven en autobús con su madre a visitar salas de exposición en Suiza. Hija de barcelonés y olotina y nieta de cartegener y murciana por parte de padre y de olotenses por parte de madre, se crió en un hogar donde el idioma común era el catalán, salvo las conversaciones con uno de los abuelos, con quien la pequeña Anna perfeccionaba al español y empezaba a entender las razones por las que tantas familias del sur habían tenido que dejar sus tierras para emigrar y abrirse paso a la vida.
Quizás de esas conversaciones haya nacido su afición por el best seller American Dirt, la dura historia de una familia mexicana que emigra a Estados Unidos, donde hay estados como California, donde casi la mitad de la población es de nacionalidad o procedencia nacional mexicana o latinoamericana, en un giro histórico de carácter demográfico que parece querer revertir los efectos del Tratado de Guadalupe-Hidalgo de 1848, cuando Estados Unidos se anexionó, además del Golden State, el territorio de los actuales estados de Nevada, Utah, Nuevo México, Texas, Colorado, Arizona y parte de Wyoming, Kansas y Oklahoma.
El liderazgo, según Schlegel
Schlegel da gran importancia a un liderazgo cercano a los trabajadores y colaboradores de la empresa, progresivamente afectados por un síndrome que los economistas americanos califican de “gran dimisión”, y ella prefiere bautizar como “gran negociación”. El fenómeno hace referencia al abandono emocional progresivo que, desde la pandemia y el teletrabajo, han empezado a experimentar algunos trabajadores que, de repente, deciden dejar el trabajo, o al menos dejar de darle suficiente importancia.
Schlegel cree que el éxito de la compañía depende del líder y que el líder debe estar necesariamente conectado con la sociedad
Love them or Lose them, dice la líder. Y para que se sientan queridos, practica una serie de career conversaciones periódicas, útiles para intercambiar ideas, motivar y, sobre todo, humanizar las relaciones laborales dentro de la organización social en la que todos juntos acabarán invirtiendo los mayores esfuerzos y pasando el mayor número de horas útiles de su vida. Porque Schlegel cree que el éxito de la compañía depende del líder y que el líder debe estar necesariamente conectado con la sociedad y porque parece creer que la distancia y las barreras están hechas para ser superadas.
Schlegel piensa que no es necesario que el líder sea mejor que su equipo. De hecho, el objetivo consiste en rodearse de personas mejor preparadas que el líder en determinados aspectos de la gestión, dado que el líder no es un solista, sino un director de orquesta, integrada por profesores que cada vez aprecian más llamado salario emocional que el económico.
La libertad de horario y de iniciativa, el teletrabajo y la conciliación familiar, el ambiente confortable de trabajo y la posibilidad de progresar en planes de carrera personalidades y hechos a medida, serían algunos elementos de este tipo de salario, cada vez más valorado por las nuevas generaciones de profesionales.
Es necesario, pues, que de vez en cuando el director de orquesta tenga una charla con cada uno de los instrumentistas y que ambos interlocutores explique sinceramente su visión de la vida, del mundo y de la empresa y se esfuerce en conciliarlas.
Todo es ponerse.