Atrian Bakers, la reinvención de las masas congeladas

La empresa, con sede en Castellgalí, y una producción anual de 30 millones de kilos, estrenará una línea de bollería automática con un crédito del ICF

La sede de Atrian Bakers, en Castellgalí (Bages) La sede de Atrian Bakers, en Castellgalí (Bages)

Un segmento de negocio pionero en Catalunya, que se destapó durante la década de los 80 del siglo pasado, primero con la bollería y después con el pan precocido. Este sector, muy enfocado a los hornos de pan y a la restauración, sufrió los cierres derivados de la pandemia de la Covid-19. Ahora, unos años después, con el impulso de la diversificación productiva y la apuesta por la calidad, ha recuperado el vuelo. Es en este escenario es donde se mueve la empresa Atrian Bakers, que forma parte del grupo Lasem, una compañía con más de dos décadas de vida dedicada a la elaboración de masas congeladas de pan, bollería y pastelería. La firma catalana, con sede en Castellgalí (Bages), situada en el ámbito medio de las empresas del sector, se vio forzada a reinventarse después de los cierres comerciales de la hosteleria, entrando en el 'retail' y en los hipermercados. Esta necesidad de invertir y ampliar las líneas productivas es la que la ha impulsado a solicitar un préstamo del Instituto Catalán de Finanzas (ICF) para automatizar una línea industrial de brioxeria.

Atrian Bakers, que en 2023 tuvo unas ventas de 70 millones de euros, cuenta con la fábrica principal de Castellgalí y delegaciones comerciales en Zaragoza y Asturias. Además, en Portugal dispone de dos compañías: Dolceleia, elaboradora de pasteles especializados de la zona, y Alva Sweet, que produce anualmente unas 1.500 toneladas de pan. La firma produce anualmente unos 30 millones de kilos de productos, repartidas entre un 50% de pan, un 40 de bollería y el resto de repostería. "Ante el cierre de los hornos y las pequeñas tiendas, además de las restricciones de la pandemia, hemos tenido que reconvertirnos, puesto que teníamos una cartera de clientes atomizada, y poner foco en el retail, los hipermercados o los establecimientos tradicionales". Así explica la evolución el director general de Atrian Bakers, Manel López.

La firma produce anualmente unos 30 millones de kilos de productos, repartidas entre un 50% de pan, un 40 de bollería y el resto de repostería

En la planta de Castellgalí, la compañía cuenta con una línea automática de pan tradicional (baguette) y otra para la variedad rústica. En la gama de la bollería, dispone de una automática y una manual, que lleva en funcionamiento más de 30 años. Es esta instalación la que ahora quieren modernizar para "solucionar el reto pendiente de ampliar nuestra capacidad de producción", tal como recuerda López.

Relación histórica con el ICF

El grupo Atrian tiene una plantilla de 200 trabajadores en Castellgalí, que llega a los 320 sumando las personas ocupadas en sus diversas sedes y delegaciones. Manel López comenta que la iniciativa de acudir al  ICF se produjo de forma natural, puesto que "nos conocemos de la época en la cual Lasem adquirió nuestra área de negocio, hace más de dos décadas". Fruto de este momento inversor y crecimiento, el organismo de la Generalitat de Catalunya concedió un crédito de 1 millón de euros para la nueva línea de bollería automática. Este importe se suma al otorgado por otras entidades financieras de carácter privado.

Esta colaboración fluida con el ICF se ha concretado a lo largo de los años con un crédito inversión el 2019, financiación durante el ejercicio de la pandemia, en el cual la facturación de Atrian Bakers disminuyó un 50%, el aval a través de Avalis a un crédito concedido por el Ministerio de Industria en 2020 y esta última inversión para modernizar las instalaciones.

Con la nueva línea, Atrian Bakers podrá incrementar su productividad, la calidad de sus productos, consiguiendo ampliar así su cartera de clientes. Paralelamente, se reducirán las mermas durante el proceso productivo. El director general de la firma señala que la nueva maquinaria "nos permitirá suministrar al mercado horeca con más calidad y de forma regular. Y además de esta eficiencia, podemos ganar en valor añadido gracias al proceso de incorporación de la grasa durante la fabricación". La ampliación, añadida a la de la línea de pan, favorecerá un crecimiento del 30% de la producción en un momento en que el consumo tradicional se va reduciendo, traspasándose el negocio a los establecimientos industriales, que apuestan por nuevos formatos y gamas.

Con la nueva línea, Atrian Bakers podrá incrementar su productividad, la calidad de sus productos, consiguiendo ampliar así su cartera de clientes

La lucha contra los costes energéticos

Manel López enumera las trabas con las cuales se ha tenido que enfrentar Atrian Bakers en los últimos años: la pandemia y el cierre de la hosteleria y a partir del 2022, el incremento de los costes energéticos. "Nuestro gasto se triplicó y para paliar este incremento decidimos montar una instalación de placas solares, con la cual queremos producir entre un 35 y un 40% de nuestro consumo anual".

La compañía afronta 2024 con nuevas inversiones en su centro de Castellgalí, al cual destinará un total de 8,3 millones de euros, entre la incorporación de la nueva línea de bollería cruda y fermentada, modificaciones en la línea rústica y con la instalación de las placas solares. López precisa que los movimientos estratégicos de Atrian Bakers se moverán entre la potenciación de la gama tradicional de la bollería y la innovación del pan rústico, en que el consumidor demanda fermentaciones más largas, hidrataciones y un aspecto más clásico. A la vez, el objetivo es mejorar la línea de cruasanes mini, ampliando la capacidad productiva. Se trata de evitar un episodio reciente que ha sufrido la empresa: decir no a determinadas operaciones comerciales por la falta de capacidad de suministro.

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