Barcelona aprueba la primera regulación de electrolineras del Estado

La normativa municipal distingue las instalaciones de carga de coches eléctricos en tres tipos, cada uno con unas posibilidades y restricciones

Barcelona podrá contar con 660 emplazamientos de carga de vehículos eléctricos | iStock Barcelona podrá contar con 660 emplazamientos de carga de vehículos eléctricos | iStock

El pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado la regulación de la implantación de instalaciones de suministro para vehículos eléctricos a la ciudad. La nueva norma, que quiere "activar y potenciar el desarrollo de la infraestructura necesaria para la transición energética" de la movilidad urbana, es la primera de este tipo a todo el Estado Español. Según ha comunicado el consistorio, la regulación ha sido aprobada con el voto favorable de todos los grupos municipales excepto Junts y el Partido Popular.

El documento aprobado por el gobierno municipal define el tipo de instalaciones de carga de vehículos eléctrico: electrolineras, estaciones de recarga o intercambio de baterías en aparcamientos o puntos de intercambio de baterías en vía pública; y contarán con regulaciones concretas por cada modalidad. Según el Ayuntamiento, esta norma tiene como objetivo "promover el despliegue del vehículo eléctrico, que está previsto que crezca con fuerza a Barcelona en los próximos años".

Según la nueva regulación, las electrolineras – aquellas instalaciones que tienen el suministro eléctrico como actividad principal y este se hace mediante estaciones de carga o de cambio de batería – se podrán ubicar en el entorno de las rondas y las vías de acceso al nus de la Trinitat y las zonas industriales de la ciudad. También se podrán instalar en algunas áreas de los barrios del Carmel, Can Barón, Font d'en Fargues y Guinardó, así como en Sant Martí, debido a la falta de aparcamientos donde se puedan instalar espacios de carga más pequeños. En los entornos urbanos, hará falta que las electrolineres garanticen una separación de 800 metros, y tendrán que estar situados en vías principales, todo ello previo informe de movilidad favorable.

En cuanto a las estaciones de recarga, podrán formar parte de la actividad de los aparcamientos de la ciudad en régimen de explotación horaria, así como en aparcamientos de centros comerciales. Se tendrán que instalar en las plantas bajas del sótano; y tendrían que garantizar el resto de usos del espacio. Los puntos de intercambio de baterías para vehículos de movilidad personal – bicicletas, patinetes eléctricos y similares – se admitirán por todas partes excepto en el espacio público y de equipamientos, e igual que en el caso anterior, hace falta que se garantice la compatibilidad con la actividad del entorno donde se instalen. Según el documento, los puntos de carga en vía pública permanecerían a cargo del Ayuntamiento, y tendrían una duración de 10 años.

El Ayuntamiento prevé que, gracias a esta regulación, haya un "aumento muy considerable" de los puntos de suministro eléctrico a la ciudad. Actualmente Barcelona cuenta con 113 emplazamientos de este tipo, con un total de 869 puntos de carga. Las previsiones del consistorio disparan estos emplazamientos hasta los 660, cerca de seis veces más. De entre las más de 500 instalaciones adicionales, un total de 51 serían gasolineras tradicionales que se adaptarían al coche eléctrico.

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