Históricamente, el sector financiero catalán ha estado concentrado en grandes entidades bancarias. En los últimos años, la disrupción tecnológica y los cambios normativos a nivel europeo han propiciado la aparición de muchas empresas que ofrecen servicios financieros, propiciando una modernización acelerada del sector hacia lo que en inglés se denomina open banking.
En este sentido, la apertura del sector financiero a nuevos actores y sobre todo el auge del sector tecnológico en Barcelona, ha convertido Catalunya en un emplazamiento con capacidad para ser competitivo en el sector, paradójicamente, en un momento en qué CaixaBank y Banco Sabadell, las dos entidades históricas del sistema financiero catalán, viven momentos delicados.
"Catalunya es un emplazamiento con capacidad para ser competitivo en el sector financiero, paradójicamente, en un momento en qué CaixaBank y Banco Sabadell viven momentos delicados"
Este auge, se concreta, por ejemplo y según datos de ACCIÓ, en que entre enero y septiembre del 2020 las empresas catalanas han conseguido 135 millones de euros de financiación provenientes del sector fintech, suponiendo un 104% más que el mismo periodo del 2019.
Para aprovechar y ampliar este potencial, nos hacen falta proyectos ambiciosos y basados en la colaboración. Y justamente esta semana se han concretado los primeros pasos jurídicos y contractuales para hacer realidad uno: convertir el edificio donde hay la Bolsa de Barcelona, propiedad de la Generalitat, en un hub de empresas e instituciones financieras y tecnológicas, pionero en Europa.
La Generalitat, conjuntamente con la Bolsa de Barcelona y la ICF, gestionarán de forma integral el emblemático edificio de Paseo de Gràcia, para dotar este centro financiero de la fuerza y la diversidad suficiente para convertirse en un referente financiero europeo. En el Barcelona Fintech Hub habrá lugar para startups, empresas ya consolidadas, iniciativas dedicadas al asesoramiento y divulgación financiera así como bancos nacionales e internacionales y, también, por instituciones que quieran establecer vínculos con la innovación financiera como universidades u otros centros formativos.
"Convertiremos el edificio donde está la Bolsa de Barcelona, propiedad de la Generalitat, en un hub de empresas e instituciones financieras y tecnológicas, pionero en Europa"
BME, la sociedad que gestiona la Bolsa de Barcelona, actualmente dispone de parte del edificio. Y, recientemente, ha llegado a un acuerdo con el Barcelona Tech City, que representa más de un millar de empresas del sector fintech, proptech (tecnologías del sector inmobiliario) e insurtech (tecnologías del sector asegurador).
Por dimensión, el hub financiero será uno de los más grandes de Europa, pero lo que lo hace único y especial es su génesis: la colaboración entre la administración, la Bolsa de Barcelona y el ICF, a la que seguramente se incorporará todavía alguna institución más. La colaboración, y la confianza que se construye entre instituciones y empresas, será fundamental para la recuperación económica de los próximos años.