
Bruselas quiere liberar a agricultores y ganaderos de inspecciones presenciales y “de algunos” requisitos medioambientales. A raíz de las protestas en el campo de los últimos años, la Comisión Europea ha presentado una propuesta para “flexibilizar” las ayudas y reglas de la política agraria común (PAC) prometiendo un ahorro de hasta 1.580 millones de euros anuales para los agricultores y de 210 millones a las administraciones. La iniciativa prevé que las explotaciones sólo deban someterse a una inspección presencial al año y que la mayoría de los controles se hagan con “satélites y tecnología”. Por otra parte, la CE quiere ofrecer ayudas de hasta 50.000 euros a las explotaciones pequeñas para hacerlas más “competitivas”.
Además, el límite del pago único anual que pueden recibir los pequeños agricultores y ganaderos aumentará de 1.250 a 2.500 euros. Éstos también estarán “exentos de ciertas normas medioambientales de forma condicional” y se podrán beneficiar de “pagos que recompensan la agricultura ecológica”.
La CE quiere ofrecer ayudas de hasta 50.000 a las explotaciones pequeñas para hacerlas más “competitivas”
Según la propuesta de la CE, se considerará que las explotaciones certificadas como orgánicas cumplen con los requisitos medioambientales sin necesidad de aportar más justificaciones de este tipo para obtener financiación europea.
En una rueda de prensa este mediodía, el comisario de Agricultura, Christophe Hansen, ha asegurado que la política ecologista de Bruselas sigue intacta, pero quieren adaptar su implementación a cada territorio. “Hemos visto que es difícil aplicar unas normas estandarizadas en un sector diverso”, ha remarcado.
Una inspección al año
Desde Bruselas calculan que las explotaciones agrícolas y ganaderas actualmente están sometidas a unos cinco o seis controles anuales, “incluso de autoridades regionales”. Para reducir este “gran factor de estrés" para los agricultores y ganaderos, quieren que sólo se haga una inspección al año. Hansen ha aclarado que esto no significa que queden liberados de los controles durante todo un año: “(La inspección) puede caer en noviembre y al año siguiente en enero”.
El ejecutivo europeo también pretende dar más margen a los estados para compensar a los agricultores y ganaderos afectados por fenómenos meteorológicos extremos, como inundaciones, sequías o incendios, o por brotes de enfermedades del ganado. Después de visitar a los afectados por la dana en Valencia, Hansen ha defendido el uso de fondos de la PAC para ayudar a los afectados. Por ello, han propuesto que los estados puedan utilizar hasta un 3% de los fondos de la PAC para compensaciones de este tipo.
Modernización de los sistemas
Bruselas presionará a los gobiernos para que desarrollen sistemas digitales “interoperables” para que los agricultores y ganaderos sólo tengan que presentar sus datos una vez a través de un único sistema para “reducir tiempo y costes” en la gestión de las ayudas.
Ahora la propuesta pasa a manos del Consejo de la UE, donde se sientan los estados miembro, y al Parlamento Europeo. Ambos negociarán los cambios en la PAC, mientras la CE prepara más medidas para “flexibilizar” las ayudas a raíz de las protestas en el campo europeo de los últimos años.