
CaixaBank ha pronosticado un crecimiento del PIB turístico español del 2,7% en 2025. Se trata de un incremento superior al que se ha previsto para el conjunto de la economía (2,4%), pero, a su vez, inferior a los registros excepcionales después de la pandemia, especialmente en el período 2022-2024.
Es la principal conclusión del Informe Sectorial de Turismo, elaborado por CaixaBank Research, el cual indica que este avance sostenido en todas las ramas del sector "se fundamenta en una renta disponible mayor de los hogares, la reactivación de las economías europeas y una inflación turística que, aunque elevada, muestra signos de moderación".
La entidad bancaria explica que a lo largo del primer semestre del año los indicadores de la actividad turística han seguido marcando máximos históricos y han alcanzado un 13,1% del PIB en 2025, por encima del 12,6% registrado antes de la pandemia.
Sin embargo, alerta de la incertidumbre derivada del contexto geopolítico actual, marcado por los conflictos armados y la crisis arancelaria, un escenario que, según su opinión, "podría frenar la recuperación de la zona del euro y, en consecuencia, limitar de forma indirecta la evolución del sector turístico".
Para 2026, los pronósticos de CaixaBank Research apuntan a una ligera aceleración del PIB turístico hasta un crecimiento del 3,2%, impulsado por la mejora de las perspectivas económicas en la zona del euro, lo que "fortalecerá el poder adquisitivo de los turistas potenciales, incrementando así la demanda de viajes hacia España".
El gasto turístico disparado... pero atención con los EUA
Sobre el sector de la restauración, el informe revela que el año también ha comenzado con buen ritmo, aunque con cierta moderación respecto a años anteriores. El gasto total en el sector creció un 6,4% interanual entre enero y mayo, impulsada en gran medida por el dinamismo del turismo internacional. Este ámbito elevó el gasto un 12,6%.
Finalmente, el trabajo analiza el turismo norteamericano, que después de años de expansión muestra señales de desaceleración debido a factores como la apreciación del euro respecto al dólar, la ralentización de la economía norteamericana y un aumento de la incertidumbre política y económica. De acuerdo con las estimaciones de CaixaBank, esta pérdida de dinamismo podría restar hasta un punto porcentual (-1%) al crecimiento del PIB turístico en 2025.