¿Qué podría hacer Catalunya con 12.000 millones más al año?

El déficit fiscal agrava la falta de recursos de la Generalitat para asegurar un estado del bienestar con servicios de calidad, según un estudio del Col·legi d'Economistes

Sanidad necesitaría una inversió adicional de 5.000 millones de euros, según el CIEGO | iSotck Sanidad necesitaría una inversió adicional de 5.000 millones de euros, según el CIEGO | iSotck

Una inversión adicional de 950 millones de euros en vivienda, 2.400 millones para los servicios sociales, 900 millones más para Rodalies, 2.557 millones de aportación extra en educación y 5.000 millones para la sanidad. ¿Cómo sería una Catalunya con 11.807 millones de euros más para invertir cada año en el estado del bienestar? Según un estudio elaborado por el Col·legi d'Economistes de Catalunya (CEC), este es el dinero que necesitaría el territorio para llegar a un cierto nivel de calidad de los servicios básicos y que podría corregir, en parte, con un concierto económico como el que tienen el País Vasco y Navarra. El informe ¿Cómo mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de Catalunya? compara los recursos de los que dispone la Generalitat para destinar a estos sectores y los que tiene el País Vasco, además de calcular las inversiones necesarias para llegar al mismo nivel de gasto.

"La distribución de los recursos es muy poco racional ahora mismo; esperamos que no se cronifique", ha comenzado la presentación virtual del estudio Joan B. Casas, doctor en economía y exdecano del CEC. Buena parte de las carencias que presenta Catalunya en cuanto a las inversiones en el estado del bienestar provienen del déficit fiscal. La cifra consensuada con otros agentes económicos es de 16.000 millones de euros de diferencia entre el dinero que aporta el territorio y el que recibe del Estado. Este modelo de financiación supone que Catalunya recaude 3.224 euros por habitante -la tercera comunidad-, pero que sólo se quede com 2.664, el décimo territorio con menos recursos.

Més info: El último estudio de Canadell y el déficit de Catalunya

Si Catalunya se rigiera por el régimen foral del País Vasco, cada año dispondría de 9.107 millones de euros adicionales, según el CEC. "Todo esto tiene un impacto en el consumo interno de Catalunya: ha crecido menos que en el conjunto del Estado", indica Casas. El análisis se ha centrado en los sectores de salud, educación, vivienda, servicios sociales, Rodalies y las pensiones. Excluyendo las pensiones, que dependen exclusivamente del Estado y no hay regímenes diferenciados por territorio, estos representan un 75% del gasto no financiero del Govern.

Salud, educación y servicios sociales, los principales gastos

Catalunya invierte 1.432 euros por persona en salud. La diferencia con el País Vasco es poca: allí el gasto por cabeza se sitúa en 1.753 euros. Ahora bien, el Col·legi d'Economistes calcula que si Catalunya tuviera el mismo modelo de financiación que el País Vasco, dispondría de 2.400 millones de euros más cada año para sanidad. Pero esto no sería suficiente para mejorar la situación de las listas de espera, la sobrecarga de la atención primaria y la falta de profesionales de la medicina y la enfermería, entre otros. "Catalunya tendría que destinar 5.000 millones de euros más a la sanidad para mejorar todo esto", según Albert Carreras, catedrático de Economía y Empresa de la Universitat Pompeu Fabra y autor del estudio.

En servicios sociales, Catalunya invierte 370 euros por habitante y Euskadi, 704 euros

La situación de la educación es un poco diferente: el gasto en Catalunya por alumno es de 5.170 euros, mientras que el del País Vasco es de 7.320 euros. Para revertir esta diferencia y situar el territorio a un nivel de calidad similar, son necesarios 2.557 millones de euros. Las carencias que el CEC identifica son la gratuidad y cobertura universal de las guarderías, abaratar el coste de la escuela concertada, además de completar la oferta de la pública, mejorar los resultados de la enseñanza obligatoria, reducir el abandono escolar y mejorar la Formación Profesional.

Los servicios sociales son el tercer sector que tendría que disponer de más recursos extra, según el estudio. La situación en la que se encuentra es similar a la vivienda. La diferencia con el País Vasco es muy relevante: en servicios sociales, Catalunya invierte 370 euros por habitante y Euskadi, 704 euros. La situación, según el exdirectivo bancario y economista Josep Reyner, ha sido agravada por la covid-19. Las listas de espera, las residencias -principales golpeadas por la pandemia- y la ayuda domiciliaria son los aspectos para mejorar que ha encontrado el CEC.

Más vivienda social y un transporte a la altura

El nivel de gasto público en vivienda representa un 0,08% del PIB en Catalunya. En el País Vasco, se sitúa en el 0,5%, mientras que la media de la Unión Europea es del 0,6%. Para equiparar el parque de de vivienda social al nivel de Euskadi, los presupuestos tendrían que contar con una inversión extra de 950 millones de euros durante 10 años. "No es eficiente hacer una política de vivienda a partir del control de alquileres, sino que se tiene que situar vivienda social en el mercado, hecho que impide burbujas inmobiliarias y modula los precios", según Casas.

Las infraestructuras son otro de los temas pendientes en la mejora del estado del bienestar en Catalunya. El estudio se centra en las Rodalies, el servicio más utilizado y "la Cenicienta de las inversiones", indica Reyner. Mientras que los trenes de corta distancia de Madrid se han llevado un 47,8% del total de inversión estatal (1.760 millones de euros), Barcelona se ha quedado con un 16,8% (620 millones). Para modernizar el servicio y ampliar la red serían necesarios 900 millones de euros anuales más durante 10 años.

La Generalitat no dispone de los recursos necesarios para asegurar el nivel de calidad de los servicios básicos del estado del bienestar

En cuanto a las pensiones, la situación es muy similar en todo el Estado, puesto que el sistema es único. "El déficit estructural se irá agravando a medida que se vaya produciendo la jubilación de la generación de los baby boomers", avisa Reyner. "En una Catalunya con plena capacidad financiera para utilizar sus recursos y con capacidad para decidir sobre la dirección que tiene que tomar su economía, las pensiones estarían mucho más protegidas", según el informe.

Entre los economistas que han participado en la elaboración del informe, también están Júlia Montserrat, doctora en economía y consultora de la red europea de protección social; Daniel Quer, coordinador del III Congreso de Economía y Empresa del CEC; y Francesc Raventós, exdecano del CEC y expresidente del consejo general del Colegio de Economistas de España. La principal conclusión del estudio es que la Generalitat no dispone de los recursos necesarios para asegurar el nivel de calidad de los servicios básicos del estado del bienestar.

¿Cómo se consigue este dinero? El equipo detrás del informe ha querido dejar muy claro que no se inclinan por ninguna solución concreta. Aún así, sí admiten que "es obvio que el modelo foral tiene unos resultados que están muy lejos del modelo de financiación autonómica", según Casas. Al fin y al cabo, Carreras asegura que "resolver el grito de dolor que representan estas cifras está básicamente en manos del Estado".

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