Hace menos de 10 años, el coworking estaba en todas partes. Las grandes ciudades se llenaron de edificios que disponían de oficinas compartidas. Un fenómeno laboral que, en realidad, fue la puerta de entrada de una nueva forma de entender la vida. "El coliving llegará. Es inevitable", vaticinaba Oriol Barrachina, CEO de Cushman & Wakefield en España, en un artículo publicado en VIA Empresa hace poco más de dos años. Hoy, este modelo, que plantea una vivienda compartida con todos los servicios cubiertos, ya es una realidad: la consultora Forcadell lo considera el "producto estrella" del sector inmobiliario para este 2024. Pero no es el único: el cohousing, el build to rent (BTR) y las comunidades saludables son otras ramas de un movimiento que desafía el concepto tradicional de la vivienda y la convivencia.
En un contexto en que la pandemia y el precio de los alquileres han complicado encontrar piso, han surgido nuevas iniciativas que aspiran no sólo a solucionar la problemática, sino a cambiar nuestra perspectiva del concepto de vivir. Y es que compartir piso no es algo nuevo, se ha hecho desde siempre, pero la diferencia es que ahora las promotoras han cogido este concepto y lo han escalado. Así nació el coliving, una idea que plantea compartir zonas comunes y experiencias con los otros inquilinos. En este caso, no sólo se alquila una habitación, sino también un valor añadido: la cobertura de los servicios básicos y un paquete de propuestas con la idea de crear comunidad. Todo a cargo de la promotora.
En Catalunya, una de las empresas líderes en este sector es Aticco Living. Se trata de una división de Aticco, que se fundó originalmente como compañía de coworking. Es un ejemplo que ilustra cómo un movimiento ha motivado el otro. "Con la pandemia, la parte de oficinas se vio afectada y tuvimos que pensar qué actividades podían poner en valor el principal activo que teníamos, que es la comunidad", explica a VIA Empresa David Uriarte, CEO de la firma. Esta solución era el coliving, una propuesta con la que satisfacer a un segmento de personas relacionadas con el sector tecnológico y de startups.
Joven y estudiante o nómada digital, el perfil de 'coliver'
¿Cuál es el perfil de coliver? "La edad media está en unos 30 años, normalmente entre 23 y 45 años, aunque cada vez estamos recibiendo a gente mayor", admite Uriarte. Los colivings intentan crear espacios por segmentos de edad homogéneos. En el caso de Aticco Living, es el único indicador por el cual agrupan a sus clientes, puesto que cuentan con 46 nacionalidades de todas las culturas y de diferentes ámbitos laborales. Por cada vivienda, Aticco Living ofrece unas 10 actividades semanales con la intención de crear comunidad: formaciones en IA, catas de vinos, talleres de cocina, propuestas deportivas o afterworks para hacer contactos en la ciudad. "El mundo de las comunidades busca enriquecerse personalmente y profesionalmente. Por lo tanto, todo lo que organizamos tiene que ir en esta línea", asegura Uriarte.
El otro perfil de cliente es el del joven estudiante que llega a Catalunya para residir temporalmente. En TikTok podemos encontrar muchos casos de personas que han utilizado el coliving como recurso para encontrar piso en Barcelona. "Es una experiencia que todo el mundo tiene que vivir alguna vez en la vida", apunta Lucas, un estudiante neerlandés de 25 años. "En los Países Bajos, cuando era becario iba de nueve a cinco a la oficina y era aburrido. En cambio, esto es una gran lección porque vives sin tus padres y es un paso intermedio antes de vivir solo", añade. Pero no sólo gusta a los extranjeros; también la tiktoker Delia Morgó, de 30 años, recomienda el coliving como alternativa a vivir sola o en un piso compartido cualquiera. "Es la mejor inversión que se puede hacer con esta edad", asegura en un vídeo viral.
Eso sí, el coliving no es precisamente asequible. Si buscamos en Idealista, la habitación de Aticco Living más barata en Barcelona se encuentra en 670 euros mensuales. El estudio Informe del Mercado Inmobiliario, Actualidad y Perspectivas 2023, elaborado conjuntamente por Forcadell y la Universitat de Barcelona (UB), pronostica un aumento del 10% del precio de cada habitación de cara al 2024. En el caso de Aticco Living, el repunte ha sido de un 30% en sólo tres años y medio. La oferta sube, pero la demanda también. La consultora internacional Savills cifra en 35.565 las nuevas unidades que se crearán entre este año y el 2025 entre formatos coliving, BTR y flex living. Estos últimos ocuparán un 16% de la nueva oferta prevista en el Estado, un número que la consultora todavía considera "residual", pero sí que representa un incremento considerable.
'Cohousing', comunidades saludables o BTR, las alternativas
El coliving es el tronco de un árbol que tiene diferentes ramas. En los últimos años, las inmobiliarias han observado varios movimientos en el mercado internacional que ahora están importando en el Estado. Uno de ellos es el cohousing, un modelo similar al del coliving que se basa en la autoorganización de los mismos inquilinos. Es decir, ellos mismos deciden qué hacer con la vivienda y las zonas comunes (cocina, talleres, comedor...) según sus necesidades y gustos. En este caso, el papel de la promotora queda en un segundo plano.
Otro a destacar es el build to rent (BTR). En este caso, hablamos de una promoción de obra nueva que se construye específicamente para alquilar entera. Este modelo, nacido hace 12 años en el Reino Unido con motivo de los Juegos Olímpicos, ha crecido un 27% en un año, según un estudio de Activum. En el Estado ya hay 11.000 viviendas de este tipo y el pasado 2023, el 6% de los proyectos en el conjunto de España ya fueron BTR.
En Catalunya, la gran precursora de esta idea fue BeCorp, de la compañía Corp. Aun así, a principios de 2022 vendieron 1.700 viviendas al fondo alemán Patrizia a cambio de 600 millones de euros. Después de esta operación, a pesar de mantener todavía inmuebles BTR, Corp cambió de planes y apostó por otro concepto: las comunidades saludables. "Con este proyecto buscábamos un valor diferencial", explica Eduardo Martín, CCO y CMO de la promotora. La idea era buscar el terreno, hacer la promoción, construirla... y quedarse. "Es muy disruptivo, en Europa no hay nadie que lo haya hecho todavía", asegura Martín, que se ha mudado a la primera promoción que han estrenado en Esplugues de Llobregat.
Martín: "Creamos calendarios mensuales con clases de diferentes ámbitos para cada día de la semana para los vecinos"
En concreto, buscan construir una comunidad de vecinos que esté unida no solo por su lugar de residencia, sino por actividades en común. Gimnasio, piscinas, zonas de coworking, cursos... Corp ofrece todos los servicios de forma gratuita a sus vecinos. "Creamos calendarios mensuales con clases de diferentes ámbitos para cada día de la semana. Por ejemplo, una semana hacemos nutrición los martes, actividad física en el gimnasio el jueves y partidos de pickleball el sábado", comenta Martín. Este abanico de actividades ha atraído a "toda clase de personas", desde jóvenes hasta jubilados. ¿El precio? En el caso de la segunda promoción, que incluye a Porta Barcelona, situada en la Verneda, se encuentra a partir de 275.000 euros.
El 30% de VPO y la precariedad, los puntos de fricción
El estallido de estas nuevas propuestas de convivencia, encabezadas por las mismas inmobiliarias, choca frontalmente con una realidad: y es que no todo el mundo se puede permitir pagar este "valor añadido" que ofrecen. Algunas entidades, como por ejemplo el Sindicato de Inquilinas, denuncian que estas propuestas generan precariedad, primero porque plantean conceptos como vivir en comunidad, un hecho que "no es nada nuevo", para estas asociaciones, que critican que usen anglicismos para disfrazar otra realidad.
La otra protesta tiene que ver con los precios. Con el pretexto del valor añadido, el precio medio de una habitación en grandes ciudades como Barcelona puede alcanzar los 800 o 900 euros, un precio que encarece todavía más la oferta. Además, la necesidad de construir más espacios de coliving y derivados debido a su demanda tiene un impacto en el vecindario. "Los fondos e inversores desalojan a los vecinos que vivían allí anteriormente, y destruyen el tejido comunitario del barrio", subrayan desde el Sindicato de Inquilinas, en declaraciones a Público.
Casualmente, esta circunstancia está directamente relacionada con la principal protesta de las inmobiliarias en Barcelona. Y es que la capital catalana cuenta con el famoso tope del 30% de los inmuebles de protección oficial (VPO). Esto quiere decir que los promotores están obligados a destinar el 30% de las nuevas construcciones o grandes rehabilitaciones para crear vivienda de protección oficial. Esta medida, a la cual se ha opuesto previamente el actual alcalde Jaume Collboni, ha detenido por completo la construcción de viviendas en la ciudad condal.
Uriarte: "Conozco a muchos constructores, y nadie está construyendo nada. Al final, si le tienen que dedicar el 30% a las VPO y venderlas a un precio relativamente más bajo, no salen los números"
"El problema es que hay mucha demanda y no hay oferta", asegura David Uriarte. "Conozco a muchos constructores, y nadie está construyendo nada. Al final, si le tienen que dedicar el 30% a las VPO y venderlas a un precio relativamente más bajo, no salen los números", critica. Este es uno de los motivos que, según Uriarte, explica el alto coste del coliving en Barcelona. "Nuestro precio está muy correlacionado porque en muchos casos alquilamos y subarrendamos, y por lo tanto tenemos que cobrar más, lógicamente", explica.
Sin embargo, en el caso de Corp, esta ley no supone un gran escollo. Todas sus promociones son en la primera corona metropolitana de Barcelona, y no tienen ninguna intención de cambiar su estrategia. "Estamos centrados en Barcelona, somos una empresa catalana y en los próximos tres años haremos unas 2.000 viviendas más en la ciudad", anuncia Eduardo Martín.
A la normativa barcelonesa se le tiene que sumar la que se hace desde el Estado. A pesar de que hay ciudades como Madrid que sí están facilitando la aparición de más viviendas de coliving, el gobierno español aprobará en los próximos días una ley sobre los alquileres de temporada. Esta medida obligará las inmobiliarias a "ajustar y aclarar" los términos en que tienen que participar las comunidades de vecinos para que tengan capacidad de decisión sobre si permiten o no el establecimiento de esta clase de pisos en el edificio. El boom ya está aquí, pero el camino es largo: los nuevos modelos de vivienda primero tendrán que convivir con las regulaciones vigentes.