La economía catalana ha cerrado el 2022 con buen ritmo y un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 5,5%. Una cifra positiva que supera con creces las cifras precovid gracias a la resiliencia de la economía catalana, que se enfrenta a una fuerte crisis energética y, de rebote, al aumento de los precios. Ahora bien, para hacerle frente, Catalunya se ha apoyado en tres pilares fundamentales: la resiliencia del consumo de los hogares pese a la pérdida real de los salarios, la fuerte recuperación del turismo extranjero y el incremento intenso de las exportaciones de bienes .
Si tuviera que definirse el 2022 debería hacerse a partir de cinco choques globales, algunos de los cuales ya han desaparecido en el 2023. Para Carme Poveda, directora de la Memoria Económica de Catalunya que se ha presentado en la Llotja de Mar, son los siguientes: la propagación de la variante ómicron de la covid-19, los problemas en la cadena de suministros, el aumento de los precios de la energía, la inflación subyacente y el coste de financiación. "Todos han mejorado con el transcurso de los meses, pero los dos choques que siguen de subida son el coste de la financiación y los altos niveles de la inflación subyacente", apunta el economista.
Uno de los cambios interesantes a lo largo de los meses ha sido el aumento de las afiliaciones y cómo el empleo cualificado es el que más crece. De hecho, ya representa el 28,3% del total, frente a la pérdida de peso de los empleos menos calificados. “Se están produciendo cambios considerables en la estructura ocupacional, como por ejemplo el aumento de trabajadores en el sector público (incluido el sanitario), junto con actividades profesionales y científicas y TIC. Sin embargo, los sectores que siguen por debajo de los niveles de prepandemia son los servicios financieros”, continúa Poveda. Unos cambios laborales que no han notado incrementos "en la nómina de los catalanes", ya que la pérdida de poder adquisitivo de los salarios en Catalunya es del -5,5% en 2922.
Este año cabe destacar que un punto importante ha sido la importante atracción de inversión extranjera en la industria y en el sector TIC, que representa el 52%. Otro punto es la elevada capitalización de la empresa catalana que les permite un futuro más optimista para “afrontar mejor las subidas del tipo de interés”.
Las prioridades de la economía catalana
¿Cuáles son los retos prioritarios del país? En primer lugar, es importante aumentar la I+D en el nivel europeo. Por el momento, la innovación crece con cifras históricas de 2.505 millones de euros, pero está lejos de la media europea que supera el 2%, mientras que en nuestro país es del 1,64%. De ahí la oportunidad histórica de liderar la transformación digital y sostenible con el apoyo de los fondos Next Generation. Además se dispone de una cantidad de más de 31.000 millones de euros, el 19% del total asignado por la Unión Europea a España.
Poveda (Cambra de Barcelona): "Hay dos choques en la economía catalana: el coste de la financiación y los altos niveles de la inflación subyacente"
Uno de los retos pendientes es el volumen de deuda pública. Sin embargo, la deuda pública de la Generalitat se ha reducido en 2022 hasta el 33,4% del PIB, pero sigue en cuotas muy elevadas. En estos momentos, España es el cuarto país de la Unión Europea con mayor nivel de deuda pública, por detrás de Grecia, Italia y Portugal. Por último, casi el 30% de las empresas catalanas dicen que la falta de personal adecuado limita la marcha del negocio, el máximo de la serie.
¿Qué podemos esperar para el 2023?
Este año se espera una buena evolución del primer semestre con el turismo, el empleo, la moderación de la inflación y los fondos europeos. Sin embargo, se espera una ralentización a finales de año con el impacto de los tipos de interés y la debilidad en Europa. La política monetaria determinará el crecimiento económico en los próximos años. Finalmente, hay una revisión al alza de las previsiones económicas en 2023, con mayor incertidumbre en 2024.
Bonustrack: el papel de la empresa catalana
“¿Catalunya es un país de pymes? Todo el mundo es un país de pymes”, apunta Oriol Amat, catedrático de Economía Financiera de la Universitat Pompeu Fabra y miembro del estudio. Sin embargo, para el economista "el país tiene menos empresas grandes de lo que sería el centro de Europa y los países nórdicos". "La empresa catalana está mucho más capitalizada que en 2008 y es una buena noticia", continúa.
“Si en el mundo hay 200 países, en Catalunya nos superan 30 estados, mientras que 170 están por detrás nuestro. Debemos mejorar en la eficiencia, el capital físico, las infraestructuras, la energía, el capital humano y en mayor inversión en tecnología e innovación”, concluye Amat.