Con solo 129 habitantes, el municipio leridano de Sant Esteve de la Sarga (Pallars Jussà) se convertirá en una base para gestionar la posición y el funcionamiento de satélites de todo el mundo. Este privilegio ha sido posible gracias a la instalación de dos antenas que hacen que, desde el medio de la sierra del Montsec, opere el nanosatélite Enxaneta, el primer fruto de la estrategia NewSpace de la Generalitat. Pero no solo el gobierno catalán se beneficiará de esta tecnología, puesto que la administración trabaja con la posibilidad de alquilar las instalaciones porque sirvan de base por las empresas privadas y estas puedan controlar y gestionar desde allá sus satélites.
En una presentación reciente en Tremp, el director del Institut d’Estudis Espacials de Catalunya, IgnasiRibas, anunció que con el propósito de incrementar la capacidad del observatorio del Montsec para recibir datos y transmitirlos, se instalará una antena más a finales de este año o a principios del próximo. El observatorio del Montsec será un espacio que se denomina telepuerto, es decir, una estación terrestre destinada a las telecomunicaciones para retransmitir servicios de voz y de datos mediante los satélites.
Ayuda para cultivar la viña
En el momento de presentarse el nanosatélite Enxaneta, en marzo del año pasado, uno de los interrogantes que se puso sobre la mesa era la utilidad práctica de esta apuesta de la Generalitat, que costó medio millón de euros. Ahora, el director del Instituto Cartográfico y Geológico de Catalunya (ICGC), JaumeMassó, explica algunas de las opciones que ofrece la herramienta. Así, en una estación automática del ICGC en Tremp se miden la temperatura y la humedad del suelo a diferente profundidad. "En una zona sin cobertura móvil nos permite transmitir los datos que recogen los sensores y los envía periódicamente al Enxaneta, que nos da pistas para mejorar los cultivos de viña". Las estaciones de medida, que se pueden instalar donde sea necesario, permiten superar la limitación de la carencia de conexión móvil.
Una de las finalidades del nuevo satélite de la Generalitat será "ayudar a afrontar el reto del cambio climático"
Durante el mismo acto en Tremp, el vicepresidente del Govern y conseller de Territori i Polítiques Digitals, JordiPuigneró, anunció el lanzamiento de un segundo nanosatélite de la Generalitat el próximo otoño. Con un coste que triplicará el del Enxaneta, una de sus finalidades será "ayudar a afrontar el reto del cambio climático". Para hacerlo viable, la inversión se centrará en crear una constelación propia de pequeños satélites que sirva para tener datos diarios del medio ambiente a través de sensores situados en lugares donde no llega la cobertura móvil.
Satélites contra el cambio climático
Como balance del funcionamiento del Enxaneta, Jaume Massó destaca que ahora no será necesario el condicionante de la cobertura y podremos situar los satélites donde queramos, además de ser instalaciones autónomas energéticamente gracias a la utilización de placas solares". Las dos iniciativas se enmarcan en la apuesta de la Generalitat por la industria espacial, un ámbito emergente, con el cual se quiere favorecer la implantación de nuevas empresas y la creación de nuevos puestos de trabajo. Más allá de los aplicativos actuales, basados en la recogida de datos, la nueva generación de nanosatélites quiere evolucionar para trabajar en sector cómo el forestal, la fauna salvaje, las emergencias o incluso la seguridad viaria.
En la misma estrategia New Space, la Generalitat tiene la voluntad de contar con la colaboración de empresas que llevan tecnología de manera asequible al espacio y procesan los datos de los aparatos. De momento, las 56 empresas de la industria espacial catalana ocupan medio millar de personas y facturan anualmente unos 150 millones de euros. A esta nueva economía del espacio, los presupuestos del gobierno catalán destinan este año 7,4 millones de euros para continuar haciendo posible que la tecnología ayude a controlar la tierra desde el cielo.