Un convenio del metal ciego a la realidad del sector

Las pymes suponen un 99,5% del sector del metal y proporcionan ocupación al 72,2% de las personas trabajadoras

Interior de una fábrica | iStock Interior de una fábrica | iStock

La industria siderometalúrgica es especialmente relevante en el territorio y es un sector particularmente significativo para la micro, pequeña y mediana empresa de Catalunya. El convenio colectivo de trabajo del sector, publicado recientemente en el Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona y con una vigencia de 3 años, ha implicado una serie de cambios que, desde Pimec, consideramos que están lejos de fomentar la productividad del tejido empresarial vinculado al sector.



Con unas medidas que ponen en especial riesgo la competitividad de las empresas y anulan cualquier oportunidad para aumentar la dimensión. El incremento del coste laboral, de casi el 23%, supone un impacto muy significativo para la mayoría de mipimes.



Según datos de Pimec, mientras que el 27% de las pymes catalanas del sector, hasta ahora, habían tenido resultados positivos, la aplicación de los aumentos salariales aprobados en el convenio hará que el 8,2% de estas mipimes pasen a estar en una situación de pérdidas. Un hecho que es la antesala de la falta de viabilidad de estas empresas y que comporta poner en riesgo más de 24.390 puestos de trabajo. 



El incremento del coste laboral, de casi el 23%, supone un impacto muy significativo para la mayoría de mipimes

Las medidas aprobadas en el convenio implican un desequilibrio real para las mipimes y demuestran una incongruencia difícil de justificar, como el hecho que el IPC del 2022 en Catalunya haya sido finalmente del 5,2% y que este convenio suponga aplicar un incremento del 8,2% a efectos prácticos. Con el agravio que comporta la imposibilidad de aplicar el mecanismo de compensación y absorción.



A esto hay que sumar la evidente carencia de instrumentos legales para ajustar los parámetros marcados en el convenio, a la realidad de las empresas del sector. Hay que añadir que este incremento de costes salariales se presenta en un escenario, cuando menos, crítico. Las consecuencias de la guerra, de la crisis energética y de las materias primeras ha provocado un aumento generalizado de los costes que, transpuesto a la realidad, implica reconsiderar de forma profunda la sostenibilidad de los negocios. 



Desde Pimec defendemos que, para construir la hoja de ruta de las revisiones salariales, hay que introducir otros indicadores más allá del IPC que permitan considerar las verdaderas palancas de crecimiento; por lo tanto, hace falta poner el foco en el criterio de la productividad. 

En Pimec, nos hemos visto totalmente apartados del acuerdo, por lo cual la voz de todas las mipimes del sector tampoco ha podido ser escuchada, y, en consecuencia, sus intereses se han visto menospreciados.

En Pimec, nos hemos visto totalmente apartados del acuerdo

Desde Pimec pedimos la reconsideración de unas medidas que se han pactado sin la representación de las empresas de menor dimensión y que, a la larga, se pueden traducir en una profunda pérdida de productividad, ya no solo en las mipimes, sino también en el conjunto del sector.

Pimec tiene la firme convicción que hay que incluir la mirada de la micro, pequeña y mediana empresa en la negociación colectiva, no tan solo porque las pymes suponen un 99,5% del sector del metal y porque proporcionan ocupación al 72,2% de las personas trabajadoras, sino porque no escucharlas implica dejar pasar la oportunidad de generar un marco actual, realista y equilibrado que permita a las empresas generar valor sostenido en el sentido más amplio del término.

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