La situación de sequía en Catalunya genera una opinión "casi unánime" entre los expertos: creen que afectará "sustancialmente" a la economía catalana este 2024. Es la conclusión que ha extraído el Colegio de Economistas de (CIEGO) Catalunya después de realizar un sondeo a 649 profesionales. Del total, el 95,3% cree que el escenario climático actual tendrá un impacto, de los cuales el 57 % piensan que será elevado y el 38,3% dice que lo será poco.
De hecho, la sequía es el principal motivo de preocupación entre los economistas catalanes. Así lo señalan el 42,7% de los participantes, un repunte significativo respecto al 28,9% que la eligió como primera opción en otoño. La segunda causa es el déficit fiscal (41,4%) y la situación política (30,6%), si bien el CEC hizo la encuesta antes de la convocatoria electoral. Por el contrario, se ha reducido sensiblemente el pesimismo en cuanto a la inflación y los costes de producción, que han pasado del 44,3% del otoño al 27,4% actual.
El 42,7% de los economistas encuestados señala la sequía como la principal preocupación para la economía catalana, seguida por el déficit fiscal (41,4%) y la situación política (30,6%)
El informe se ha presentado de la mano de Xavier Segura, director técnico de la iniciativa, y Carlos Puig de Travy, decano del CEC. Además de estas conclusiones, el estudio también ha analizado el momento económico que vive Catalunya. Un 42,7% ha sostenido que está "igual que hace un año", un 28,3% cree que ha mejorado y un 27,4% que ha empeorado: sitúan su índice de confianza al 5,32, respecto al 5,38 otorgado en la edición anterior de la encuesta, y al 5,27 para la economía española, superior al 5,24 de otoño.
La lucha contra la sequía generará "tensiones"
En cuanto a las medidas que se tomarán para hacer frente a la sequía, los 78,8% de los economistas encuestados piensa que generarán "tensiones" en el sector agroalimentario y que iniciarán un conflicto entre los sectores económicos sobre los usos del agua (69,6%), además de potenciar la inversión en sistemas técnicos de reciclaje y reutilización del agua (55,1%).
En esta línea, consideraron que las medidas "más convenientes" a medio plazo son la inversión en desalinizadoras y regeneración del agua (71,9%), la reparación de tuberías (67%) y la mejora de la eficiencia del regadío (40,6%), mientras que sitúan la conexión del Ebro con el área metropolitana de Barcelona en el quinto puesto, una iniciativa destacada por el 34,1% de los encuestados. En cuanto a las políticas ya impulsadas por la Generalitat, el 43,5% ha destacado como la más conveniente las restricciones al uso recreativo de agua, el 41,3% la prohibición de llenar piscinas y el 37,8% la prohibición de riego de jardines y zonas verdes.
Pesimismo en cuanto al tope del alquiler
Otra cuestión que preocupa los economistas catalanes es el límite de los alquileres. El 65,4% de los encuestados considera que no tendrá efectos positivos en la presión al mercado de vivienda de las zonas tensionades. De la cifra total, el 32,5% cree que "no ayudará", mientras que el 32,9% restante ha augurado directamente implicaciones negativas. Por el contrario, el 28,3% piensa que sí que será positivo y sólo el 3,1% es muy optimista.
Puig de Travy ha lamentado que "el problema principal es la concienciación política, la voluntad política" y ha criticado la inversión pública a la vivienda tanto del Estado como de las comunidades autónomas, que ve inferior al de los países del entorno. También ha defendido que "la regulación es un medio, pero lo importante es la colaboración publicoprivada", por lo cual ha pedido consultar el sector. A su vez, ha alertado que la medida podría provocar la disminución de la oferta y el aumento de los alquileres más bajos.