El Mediterráneo apuesta por la economía verde

El programa 'SwitchMed' promueve la emprendeduría y el reaprofitament de recursos en los países del arco de la mediterránea

Los productos de NK by Nour Kays | JV Los productos de NK by Nour Kays | JV

La Nour llega al recinto modernista de Santo Pau con una original bolsa de mano hecha a base de tiritas de colores. A primera vista no se aprecia, pero estas tiritas, que dan la bolsa de una singular textura y acabado, están hechos con bolsas de plástico reaprofitades. Son los primeros diseños de la colección propia de complementos que ha lanzado en su país, el Líbano, bajo la marca NK by Nour Kays. La producción se basa en el reciclaje de bolsas de plástico y pretende "dar una vida más larga a materiales y productos", explica la joven emprendedora. Es un buen ejemplo de economía circular.

El argelià Hammou Boussada ha encontrado en la gran producción de dàtils de su país una oportunidad de negocio enmarcada en la economía verde. A través del suyo proyecte Rima Dates, Boussada reaprofita los dàtils de categoría baja para elaborar nuevos productos que permitan dar salida a estos excedentes de producción. De este modo ha tirado al mercado originales propuestas como por ejemplo bombones rellenados de dàtil o vinagre elaborado a partir de este fruto.

Nous Kays i Hammou Boussada | JV
Nuevos Kays y Hammou Boussada | JV

Los proyectos de Nuevos Kays y de Hammou Boussada forman parte de la exposición Economía circular a la Mediterránea que se puede visitar al recinto de Santo Pau hasta el 10 de diciembre. La muestra recoge 22 proyectos que han recibido el apoyo del programa SwitchMed que "quiere ayudar los países del sur de la Mediterránea a avanzar hacia la economía circular y la eco-innovación", explica Carolina González Mueller, project manager de Unido, organismo de las Naciones Unidas para el desarrollo industrial.

Esta iniciativa financiada por la Unión Europea tiene como objetivo contribuir a la transformación de los residuos en nuevos recursos para la industria, reducir la contaminación y, al mismo tiempo, fomentar la emprendeduría y crear ocupación. "El fomento de la economía circular y la sostenibilidad es clave por los negocios, para conseguir una producción limpia y sostenible y para generar nuevas oportunidades de trabajo", afirma el director de la Agencia Catalana de Residuos, Josep Maria Tost. SwitchMed apoya a proyectos innovadores y sostenibles que demuestran que otra manera de producir y consumir es posible y los ofrece financiación y asesoramiento.

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"Yo tenía conocimientos de diseño pero no tenía ni idea de negocio", explica Nour Kays, que a través del proyecto SwitchMed recibió un asesoramiento personalizado que le permitió "aprender a ser mucho más eficiente". La participación en este proyecto "me concienció mucho más sobre la economía verde y circular", añade esta emprendedora. Fruto de la reflexión sobre este modelo productivo, Kays ha acabado creando otros productos fabricados aprovechando los restos más pequeños de las bolsas de plástico que ya reaprofitava para hacer las bolsas. Con estos restos ha hecho claves y otros complementos por su colección.

Lo proyecto Rima Dates fue de los primeros a recibir las ayudas de SwithMed. En concreto, recibió una aportación de 15.000 euros en el concurso de proyectos tirado para dar a conocer el proyecto. Boussada creó una empresa familiar en 2014 con la idea de sacar partir de los dàtils de menor categoría que se producen al sur de Argelia. El apoyo del programa europeo lo ayudó a aprender "a como combinar los métodos tradicionales que usábamos hasta aquel momento con técnicas más modernas". De este modo aumentaron su eficiencia en un 400% y lograron el objetivo del "residuo cero". Y es que han llegado a reaprofitar las entonces de dàtil para hacer aceite y los frutos sobrantes los convierten en compuesto.

De la recuperación de juguetes al reciclaje del café

SwitchMed apoya a proyectos de economía verde tan variados como los de Nour Kays o Rima Datas a diferentes países del sur del Mediterráneo. En Israel, por ejemplo, se impulsó el proyecto Toy Swap, una iniciativa que pretende evitar el derroche de recursos no reciclables que comportan los juguetes infantiles. Los juguetes tienen un ciclo de vida limitado a la edad de crecimiento de los niños. Por eso, saben que los juguetes se usarán durante un tiempo breve, los padres y madres acaban buscando juguetes baratos que generalmente están hechos con plásticos y materiales no reciclables. Para frenar este derroche y el incremento de residuos, desde Toy Swap han creado un fondo de juguetes reciclados que ya no se hacían servicio y las ofrecen a las familias durante un tiempo a cambio de una suscripción.

Toy Swap ha creado un fondo de juguetes reciclados que ya no se hacían servicio y las ofrecen a las familias a cambio de una suscripción

En Túnez, la emprendida W2V se dedica a recoger los residuos del café a las cafeterías locales para convertirlo en un fertilizante orgánico eficiente e innovador. La recogida del café se hace en bicicleta para reducir la huella de carbono a la atmósfera y en el proceso de creación del fertilizante se usan aditivos naturales.

Una de les joguines de Toy Swap | JV
Una de los juguetes de Toy Swap | JV

En total, el programa SwitchMed ha conseguido que 125 industrias de diferentes países del Arco Mediterráneo hayan ahorrado anualmente 3,6 millones de m³ de agua, el equivalente a 2.618 piscinas olímpicas; 701 GWh de energía, aproximadamente el consumo de electricidad de dos meses en Túnez; y 33,600 toneladas de materias primeras. Además han ahorrado 197.525 toneladas de emisiones de CO₂, que equivale al que emiten 42.297 coches durante un año, y 3.400 toneladas de residuos sólidos. En total, las industrias han tenido un ahorro de 41,3 millones de euros al año.

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