Hoy en día los emprendedores son la cara más famosa de la creación de empresas. En muchas ocasiones nos imaginamos esta clase de empresarios con un aspecto juvenil, como si el emprendimiento fuera cosa de jóvenes, y nada más alejado de la realidad, puesto que, según el informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) España 2018-19, la edad mediana de los emprendedores en el Estado es de unos 38 años. Siguiendo esta línea, el Barcelona Startups Congress organiza una conferencia para hablar de los emprendedores más jóvenes y su llegada al mundo laboral a partir de las ideas que decidieron llevar a cabo, titulada Emprendre abans dels 30.
Desde empezar a hacer hamburguesas en un garaje hasta lucir una camiseta, aparentemente inofensiva, en un estreno de una película, los emprendedores de este debate se han plantado ante la sociedad para hacerse un lugar utilizando la herramienta de la digitalización, en auge desde que la pandemia tambaleó la normalidad de todo el mundo. Aleix Puig, fundador de Vicio, un restaurante barcelonés online, describe que su empresa "es hija de la covid" y cómo la pandemia le ha hecho replantearse la manera de emprender en un sector tan atacado por las restricciones: "Sé que sin la digitalización habríamos hecho alguna otra cosa, como por ejemplo abrir un restaurante, pero estoy seguro que no habría tenido el mismo impacto", declara el emprendedor.
No es lo mismo que les ha pasado a Itzan Escamilla y Gonzalo Vila, cofundadores de Kopscam, una plataforma de concienciación del buen uso de internet entre los jóvenes y de ayuda a emprendedores digitales. En su caso, los fundadores de Kospcam no habrían tenido el mismo aumento de público fidelizado si la digitalización de gran parte de nuestra vida cotidiana no hubiera aumentado debido a la pandemia. "La camiseta con el código QR que te reenviaba a una reflexión sobre el acoso en las escuelas no hubiera tenido el impacto que tuvo sin el auge de la tecnología durante la covid", explica Vila.
Puig: "Sé que sin la digitalización habríamos hecho alguna otra cosa, como por ejemplo abrir un restaurante, pero estoy seguro que no habría tenido el mismo impacto
Las claves del éxito de estas dos startups son una mezcla entre talento y juventud, o al menos esto es el que han querido declarar los tres emprendedores. Para ellos, el hecho de ser joven les ha dado mucha más libertad y tiempo para invertir en su proyecto: "En mi caso, no tengo vínculos con nada, por este motivo puedo invertir todo mi tiempo en el proyecto", describe Puig. Y es que a los jóvenes les sobra tiempo y les faltan oportunidades. De este modo, desde ambas empresas quieren explotar todo el talento que puedan, sobre todo talento joven. "Uno de los próximos proyectos de Kospcam es crear un hub de innovación donde formar a los posibles emprendedores del mañana y darlos la financiación y el apoyo para poder hacer sus empresas", explica Vila. Desde Vicio, también apuestan por el talento, puesto que ayuda al hecho que el modelo de negocio sea factible: "En Vicio desde el cocinero más experto hasta el que pela las patatas son personas con talento, y esto hace que todo funcione como tiene que funcionar", declara Puig.
Recursos ingeniosos
Ser joven en un mundo en proceso de digitalización, tiene más ventajas que inconvenientes. En este sentido, los jóvenes tienen aquella manera de ver el mundo más allá y, por lo tanto, podríamos decir que consiguen representar su marca de las maneras más ingeniosas. El caso verídico que explica Aleix Puig nos sitúa en el 14 de febrero, San Valentín, donde la empresa Vicio se dio cuenta que, debido a haber retirado las pizzas de su carta, les sobraban 2.000 cajas de cartón. "Decidimos utilizar las cajas para construir un gran corazón en un barco para presentar en Barcelona, pero la idea no salió como esperábamos", comenta el emprendedor. Y es que el corazón acabó para caer ante los asistentes al acto. A pesar del desastre que esto podría haber conllevado, Puig decidió ligarlo con una pequeña película en formato audiovisual que demostraba que San Valentín no siempre sale todo como nos esperamos: "Es el arte que podemos tener los jóvenes de transformar las situaciones más complicadas y usarlas para obtener beneficios", añade.
Vila: "La comunicación con los seguidores es el que nos ayuda a mejorarnos y crear un producto más adecuado"
Estos recursos ingeniosos también hacen que se cree comunidad. De este modo, los creadores de Kopskam se refieren a sus seguidores, más de 3.000 dentro de la plataforma Discort, como una gran fuente de información que les ayuda a mejorarse. Para ellos, lo más importante es conseguir el apoyo de la comunidad y poder escuchar sus ideas. Tal como explica Vila, "la comunicación con los seguidores es el que nos ayuda a mejorarnos y crear un producto más adecuado". Aparte, Escamilla añade que muchas veces ideas que ya se habían planteado, sus seguidores las llevan a cabo antes que ellos: "Una vez quisimos crear un filtro de Instagram, pero siete de nuestros usuarios lo crearon para nosotros antes de que pudiéramos sacarlo, esto te recuerda la conexión que tienes con los usuarios".
Ídolo vs. referente
Una de las grandes innovaciones de estos últimos años han sido la aparición de los influencers, aquellas personalidades que tienen miles y miles de seguidores en las redes sociales y pueden vender productos con sólo un video. Según el creador de Vicio, ellos buscan referentes de manera muy cuidadosa, puesto que "vivimos en un mundo donde se expone todo, lo cual puede ser positivo, pero los errores se pagan caros y rápidos en el mundo digital". Es por eso, que Puig afirma que no todo el mundo puede aportar lo que la marca necesita y, por lo tanto, se toman su tiempo al buscar promotores.
Pero no todo ses tan fácil en el mundo de las figuras públicas. Itzan Escamilla, que es actor, recuerda que muchas veces no sabemos diferenciar los referentes positivos de los ídolos: "Una cosa es que tengamos un referente, puesto que va bien coger ideas de alguien, la otra es que idolatremos a una persona hasta el punto de convertirlo en un dios". Aparte, Vila también añade que nos hace falta una remodelación de la sociedad hacia los referentes, puesto que todavía hay muchos grandes empresarios que pasan desepercividos dentro del ojo público: "Desde Kopskam queremos potenciar estos referentes y ayudar a que la gente pueda llegar allá donde estan ellos", reclaca el cofundador.
Dos historias de tres emprendedores que no llegan a los treinta y ya tienen un negocio sólido desde donde emprender sus caminos hacia el éxito. Tres personajes que han decidido ponerse en el mundo de los emprendedores para recordar a todos los jóvenes de esta generación que el emprendimiento también es cosa de jóvenes.