Oriol Alba (2 de mayo de 1987) es el nuevo secretario general de Cecot. Con sólo 33 años asumió el cargo en sustitución de David Garrofé, un histórico dentro de la organización. Alba empezó su vinculación con la patronal vallesana en 2011, cuando fue uno de los impulsores del proyecto Reempresa de compraventa de pequeña y mediana empresa. Coordinó esta iniciativa, que en pocos años se convirtió en un referente, con la participación de un centenar de entidades, 3.000 casos de éxito y salvando 7.000 puestos de trabajo. Además, recibió el reconocimiento de la Unión Europea.
En 2020, decidió tomarse un año personal para emprender nuevos proyectos. Pero se abrió un concurso para la secretaría general de Cecot y decidió presentarse. Fue seleccionado con el encargo de afrontar un relevo generacional y seguir la estrella de la transformación digital.
Toma el relevo como secretario general de Cecot a David Garrofé, que estuvo 34 años en el cargo. ¿Cómo lo afronta?
Entre los dos, hemos comentado que él entró en el cargo en 1987, que es el año que yo nací. Le tengo mucha admiración por cómo ha hecho crecer la organización. Me lo cojo con un punto de respeto, pero con mucha ilusión y consciente del encargo que recibo de hacer un relevo generacional, que va en clave de reflexión y de revisión interna. El mundo está cambiando mucho y tenemos que estar muy cerca de las necesidades y cambios que estamos sufriendo. Está cambiando fuera y también queremos cambiar dentro con nuevas maneras de comunicar y metodologías.
¿Cuáles son los objetivos que se marca?
Estamos en una fase de análisis y vivimos en un entorno de provisionalidad. Las tendencias del mercado y las restricciones cambian cada semana. Estoy teniendo muchas reuniones con los sectores que representamos para conocer sus necesidades, que no son las mismas que hace un año. Otro objetivo es reforzar la colaboración público-privada. Es un momento de elevar nuestros esfuerzos en la reactivación económica y de esta situación solo saldremos, en gran medida, si tenemos la capacidad de trabajar juntos. Es mi voluntad seguir encontrando espacios de colaboración. También tenemos que trabajar en clave de digitalización, transición ecológica y la economía del conocimiento.
"Se deben tener en consideración los intereses de las empresas"
¿Cómo está viviendo el tejido empresarial estos momentos?
Hay una tónica de mucha preocupación. Ven que no se ha contado con ellos en la elaboración de ciertas medidas, sobre todo en el ámbito del comercio y de la hostelería. Como Cecot, seguimos reivindicando la necesidad de la famosa mesa donde se cuente con la empresa en la elaboración de todas estas medidas de prevención. Este año, más que nunca, ante esta incertidumbre, los empresarios necesitan seguridad en la toma de decisiones. Estas contradicciones que hemos visto en diferentes estamentos de los gobiernos no ayudan a dar tranquilidad y creemos que podemos jugar un papel fundamental en la elaboración y comunicación de las decisiones. Se deben tener en consideración los intereses de las empresas.
Y en el ámbito económico, ¿cómo lo viven?
Hay unos sectores que la situación actual los está afectando de una manera muy negativa y, otros, como los servicios básicos o la alimentación, lo han vivido de una manera diferente. Además, en el ámbito del retail hay empresarios que tuvieron una capacidad de reacción mucho más rápida en clave de digitalización y se han podido salvar. Todos juntos hemos tenido que reaccionar muy rápido y adaptarnos a nuevas tendencias de consumo y tecnologías y esto no siempre es fácil. Por eso, entidades como la nuestra ofrecemos programas de asesoramiento, ayudas a la digitalización o internacionalización.
¿Se habían hecho los deberes hasta ahora en digitalización?
Todo es mejorable, las empresas no son homogéneas. Pero hemos tenido que acelerar los planes de digitalización de los próximos tres años en uno, tanto las empresas como las personas. Todavía hay mucho recorrido pero, por suerte, una parte de las estructuras ya lo tenían.
Oriol Alba, en su despacho de la sede de Cecot en Terrassa | Bernat Bella
¿El sector empresarial se ha sentido abandonado durante la pandemia?
Cada empresario utiliza sus palabras. Lo que nos queda claro es que entre todos podríamos aumentar los esfuerzos para que hubiera una interacción más directa entre los agentes económicos y sociales y el gobierno. A la hora de elaborar las restricciones, habría mejor comprensión si en el proceso de toma de decisiones, estos organismos fuéramos partícipes. Y también habría mejor comprensión en el sector porque sabrían que han participado de la elaboración.
Cecot criticó las filtraciones de las medidas, los cambios de última hora...
No ayuda y no es solo cosa de la Generalitat. Había publicaciones del BOE el domingo por la noche que entraban en vigor el lunes. Y nosotros teníamos que ir rápido para desgranar las medidas y ofrecer respuestas porque había sectores que no sabían si podían abrir o en qué circunstancias. También hubo capítulos, como en la hostelería, que un fin de semana podían abrir y, el viernes, los cerraban. Todo esto no ayuda. Todo lo que sean informaciones no oficiales es ruido que a veces agrava esta sensación de incertidumbre y de descontrol que ha habido en algunos momentos. Organizaciones como la nuestra, conocedoras del marco jurídico, hemos hecho un gran esfuerzo para concentrar y revisar toda la información para darla a los pequeños empresarios.
"Los ERTE no están pensados para la situación tan grave y generalizada que nos encontramos"
Las dos grandes ayudas fueron los créditos ICO y los ERTE. Desde algunos sectores se ha criticado la falta de ayudas directas, sobre todo en comparación a otros países de Europa.
Suerte que tuvimos la figura de los ERTE para frenar el golpe al inicio. Pero es un mecanismo que se definió por uno entorno de no pandemia y está configurado con una serie de condiciones que hoy en día están en debate. No está pensado para la situación tan grave y generalizada que nos encontramos. Con los ICO, hay una parte de bondad pero otra que nos preocupa, como el sobrendeudamiento de las empresas. Cuando comparamos con otros países europeos, donde se han establecido mecanismos de ayuda directa, aquí pasa a través de instrumentos de deuda. Estamos a la expectativa de cuál será la consecuencia por la sobreexposición a la deuda y las dificultades futuras que pueden tener por financiar sus estructuras. Ya empezamos a ver un punto de preocupación en el sector empresarial por este tema.
¿Los autónomos son de los sectores más perjudicados?
Los autónomos lo pasan mal, como otros sectores. Se sienten la figura maltratada del ámbito empresarial. Es un discurso y una sensación que se tiene de manera generalizada. El episodio de la caída de la página web y los famosos 2.000 euros por orden de llegada no ayuda y entendemos que no son mecanismos ni efectivos ni democráticos.
"Nosotros haceamos pedagogía de la covid-19 como una oportunidad disruptiva"
¿Cómo será la recuperación y qué papel tendrán los fondos europeos?
Toda la información de los fondos es todavía muy provisional. Nosotros hacemos pedagogía de la covid-19 como una oportunidad disruptiva, una imposición para repensar las empresas, las personas y el país y qué modelo productivo queremos. Tenemos que ser muy inteligentes para conseguir consensos y que los fondos se utilicen en clave de transformación tecnológica, transición ecológica y economía del conocimiento. También estamos atentos a la territorialización de los fondos y los ejes temáticos que sirvan de tractor para impulsar la economía y que sirvan para la pequeña y mediana empresa.
¿El coronavirus puede ser un punto de inflexión en la transformación digital?
No nos queda otra. Tal y como entendíamos la manera de organizar en la sociedad en general, al 100% no volverá. Tenemos que intentar ver una parte positiva y nos obliga a hacer una reflexión desde el consenso y que la afectación social sea la menor posible. Por ejemplo, llevamos propuestas en clave de la administración pública. Es un buen momento para recuperar temas que antes no habían tenido consenso o foros adecuados. La gente necesita respuestas y tenemos que mirar en clave de futuro.
Hablando del Vallès, una de las grandes demandas ha sido la falta de infraestructuras.
La infrainversión en clave de infraestructuras en los Vallesos es una reivindicación histórica. Somos impulsores del Fem Vallès y seguimos haciendo propuestas en clave de las necesidades que tenemos identificadas para favorecer las infraestructuras, movilidad, reducir la contaminación... Desgraciadamente todavía hay mucho recorrido a hacer, pero seguimos trabajando.
"El Vallès tiene una posición privilegiada"
Una de las principales es la B-40 o Ronda Vallès, que desde sectores políticos están rechazando.
Es una infraestructura necesaria por la competitividad de nuestro territorio. Encargamos un estudio al Institut Cerdà, que demostraba un retorno de la inversión impactante. Acabar el tramo de la B-40 por la mejora de las empresas que están en este eje y la captación de nuevas empresas es muy importante. Nos consta que hay empresas que no acaban de implantarse en el territorio por la falta de infraestructuras como estas. Es un agravio para todos, para el empleo, para la generación de riqueza... Las empresas que están aquí lo reivindican, porque supondría una reducción de costes y mejora de competitividad. En el Vallès tenemos una posición privilegiada, cerca de una gran urbe como Barcelona, de camino de València y conectada con Francia. Es un punto estratégico, también por la proximidad con el puerto y el aeropuerto. Nos faltaría acabar estas inversiones, que fueron prometidas y no acaban de realizarse.
¿Cómo ve la unión de los Vallesos?
En los últimos años se han hecho mucho esfuerzos en cooperación institucional. Ejemplos como Fem Vallès demuestran que, con una agenda concreta, hay espacios de encuentro y defiende de los intereses de manera colectiva. También con Barcelona y el resto de provincias.
¿Cree que a menudo desde las instituciones cuesta mirar más allá de Barcelona?
Nos gustaría fortalecer todavía más las relaciones con toda el área metropolitana y reforzar la idea de la importancia económica del Vallès Occidental y Oriental. Aparte, no olvidamos, que el área del Vallès y Catalunya en general es uno de los motores de Europa, de las regiones más industrializadas. Y el peso industrial más importante de Catalunya recae en el Vallès. Por lo tanto, que tenga las infraestructuras y la tecnologoía necesaria para aprovechar todo este potencial, es beneficioso para toda la región.
"Del nuevo gobierno esperamos una estabilidad presupuestaria, parlamentaria y ejecutiva"
Además de la falta de infraestructuras, se sufre también el déficit fiscal. ¿Ve solución?
Enviamos una felicitación al nuevo ministro Iceta, esperanzados por si hay una oportunidad de hacer una revisión de los incumplimientos históricos de la inversión en Catalunya. Esperamos que sirva para coger una nueva tónica y recuperar inversiones prometidas que no se ejecutaron. Habrá que esperar a la formación del gobierno de Catalunya, que serán los interlocutores. Desde Cecot seguimos exigiendo estas inversiones prometidas.
¿Qué le pedís al futuro gobierno de la Generalitat?
Como Cecot, del nuevo gobierno esperamos una estabilidad presupuestaria, parlamentaria y ejecutiva. Tener un interlocutor válido y estable para que nos dé cobertura durante la legislatura para trabajar juntos. Hay la necesidad de empoderar a la sociedad civil y las organizaciones del territorio porque de esta solo saldremos si somos capaces de trabajar juntos. Desde la sociedad civil tenemos mucho a aportar.
En los últimos tiempos se han acercado las relaciones entre Foment y Cecot. ¿Seguirá así?
Lo valoramos muy positivamente, las relaciones son más que buenas. Sabemos que como Cecot somos muy valorados en la gestión de proyectos, la crítica constructiva... sé que seguiremos en esta línea porque la sintonía se buena.