
Los Estados Unidos y China han acordado una pausa de 90 días en la guerra comercial que enfrentaba a las dos potencias, según ha anunciado este lunes el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent. En una comparecencia, Bessent ha explicado que las dos partes se han comprometido a rebajar “sustancialmente”, en 115 puntos porcentuales, sus aranceles “recíprocos”.
El acuerdo llega después de las reuniones de este fin de semana en Ginebra entre las delegaciones norteamericana y china, que el mismo Bessent había dicho que había permitido alcanzar “progresos sustanciales”. “Las dos partes han mostrado un gran respeto, en un proceso muy positivo”, ha afirmado el secretario de Estado.
El representante comercial de los Estados Unidos, Jamieson Greer, aseguraba este domingo que confían en que “el acuerdo cerrado con los socios chinos” permitirá reducir “la emergencia nacional” que impulsó a Donald Trump a imponer aranceles. De hecho, el presidente norteamericano ya abrió la puerta el pasado viernes a reducir los aranceles a China, después de que a mediados de abril pasado anunciara un gravamen del 145% a los productos procedentes del gigante asiático.
Los encuentros entre Washington y Pekín se han hecho en Suiza y, entre otras cuestiones, han permitido abordar la escalada de las tensiones comerciales desde la llegada del magnate republicano a la Casa Blanca. El mismo Trump mostraba en Truth Social su satisfacción con las negociaciones de este fin de semana en Suiza, un “reinicio total negociado de manera amistosa y constructiva” que describía como una “muy buena reunión”. “Queremos ver, por el bien tanto de China como de los Estados Unidos, una apertura de China hacia los negocios americanos”, escribía.
Reducción del precio de los medicamentos
Paralelamente a las consecuencias de la reunión con Pekín, Trump también ha anunciado que este lunes firmará una orden ejecutiva que permitirá una “reducción casi inmediata” de los precios de los medicamentos en los Estados Unidos, con caídas “de entre un 30% y un 80%”. Este movimiento, ha asegurado el presidente estadounidense, provocará una subida de los precios de los fármacos en el resto del mundo para “igualar y, por primera vez en muchos años, llevar justicia” al país norteamericano.
La medida, según informó Politico la semana pasada, podría incluir una serie de medicamentos dentro del programa federal de seguro médico Medicare. “Instauraré la política de la nación más favorecida, según la cual los EE. UU. pagarán el mismo precio que la nación que paga menos del mundo” a las farmacéuticas, ha dicho, sin ofrecer más detalles. Trump ha cargado contra la industria por cargar “solo” y “sin ningún motivo” en EE. UU. los costos de “investigación y desarrollo”.