El 95% de los estudiantes españoles reconoce lo que es una factura, pero 4 de cada 10 no tienen capacidades para hacer interpretaciones sencillas de esta o de una nómina, ni saben cómo aplicar operaciones numéricas básicas, como el cálculo de porcentajes, según datos del último informe PISA. ¿Qué aspectos influyen en las competencias financieras de los estudiantes? “El rol de los padres es importante, pero lo es mucho más la relación práctica que tienen los jóvenes con el dinero”, explica Elisabet Ruiz Dotras, profesora agregada de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), experta en educación financiera e investigadora del grupo DigiBiz.
También es importante la actitud personal y la autoconfianza: “En este caso, los chicos salen más favorecidos; en cambio, con las chicas hay una cierta falta de confianza, porque sigue habiendo una serie de intangibles que conducen a algunas diferencias entre géneros”, afirma Ruiz-Dotras. Y, en tercer lugar, según la profesora, el entorno familiar es otro factor de influencia: “Los adolescentes desfavorecidos y los inmigrantes suelen presentar peores resultados”. En relación con otros países, los conocimientos en educación financiera de los estudiantes españoles de 15 años están 12 puntos por debajo de la media de la OCDE (486 puntos de España frente a 498) y lejos de los países más avanzados, como Bélgica (527) o Dinamarca (521).
4 de cada 10 estudiantes españoles no tienen capacidades para hacer interpretaciones sencillas de una factura o una nómina
La interacción familiar es importante para consolidar conocimientos y aspectos relacionados con el dinero. De hecho, los estudiantes españoles declaran hablar con sus progenitores al menos una vez por semana sobre aspectos relacionados con el dinero destinado a sus compras (en un 49% de los casos), la paga (39%), sus ahorros (38%), sus gastos (37%) y las compras en línea (36%). Mantener una relación lo más real posible con el dinero es importante para mejorar las competencias financieras, “porque se trata de un hecho muy positivo que siempre ayudará a mejorar los conocimientos, ganar seguridad, familiarizarse con un vocabulario... etcétera”, explica Ruiz-Dotras, quien añade que “es necesario combinar teoría y práctica; por ejemplo, dar una paga, sea semanal o mensual, acompañada de una educación en la gestión del dinero para que aprendan a administrarse”.
Herramientas digitales para fomentar la educación financiera
Una buena práctica para mejorar estos conocimientos financieros básicos son, según la profesora Ruiz-Dotras, las herramientas digitales. “Las pagas podrían ser digitales y gestionarse desde una cuenta en línea, una aplicación del teléfono móvil o con una tarjeta de débito para lograr un vínculo directo con el dinero y desarrollarse en un entorno real”, explica. De la misma manera, el hecho de poder hacer uso de su tarjeta, siempre supervisado por los progenitores y acompañado de una planificación financiera, son opciones muy positivas para mejorar esta relación. “Es importante que en este proceso vayan acompañados de una educación financiera por parte de los padres para que aprendan a gestionar presupuestos mensuales y puedan tener también objetivos de ahorro”, añade.