
Eurovisión es uno de los eventos más relevantes del mundo con 180 millones de espectadores en todo el planeta. El concurso internacional de canto, organizado por la Unión Europea de Radiodifusión (UER), celebra hoy la gran final en Basilea (Suiza), en una de las noches más esperadas del año en el ámbito musical y televisivo. Pero Eurovisión no es solo uno de los festivales musicales más vistos del continente: es también una potente maquinaria económica. ¿Qué se esconde detrás de este gran espectáculo?
La representante de España, Melody, ha cambiado las apuestas con su canción Esa Diva, especialmente a raíz de su actuación en la primera semifinal. Sin embargo, Suecia continúa al frente como gran favorita. Según las últimas encuestas, España se sitúa en la decimocuarta posición, con el objetivo de relevar a Nemo Mettler, vencedor de la edición de 2024 con el tema The Code.
Big Five: Francia, Italia, Alemania, el Reino Unido y España, los cinco países que más contribuyen económicamente
Si hablamos de cifras, organizar Eurovisión tiene un coste variable que depende, en gran parte, de la inversión que decida hacer la ciudad anfitriona. Según los datos de los últimos años, el certamen musical puede llegar a costar entre 13 y 45 millones de euros por edición. La Unión Europea de Radiodifusión (UER), entidad organizadora del festival, financia parte del evento a través de sus socios principales, especialmente del conocido como Big Five: Francia, Italia, Alemania, el Reino Unido y España, los cinco países que más contribuyen económicamente y que, por este motivo, tienen acceso directo a la final.
El resto de la financiación recae en los patrocinadores, la cadena de televisión organizadora y el ayuntamiento de la ciudad anfitriona, entre otros. Pero, ¿qué retorno económico se puede esperar de un evento de esta magnitud?
Una inversión que deja huella
Según el economista Oriol Amat, “el coste de organización de un evento como este se sitúa entre los 25 y 30 millones de euros. Solo con el turismo que se genera, los ingresos obtenidos suelen permitir recuperar la inversión inicial”. Añade que “Barcelona, por ejemplo, todavía se beneficia hoy en día de los Juegos Olímpicos, tanto en lo que se refiere al legado material como al turismo que siguen generando. Además, hay un impacto positivo en el prestigio y la proyección internacional de la ciudad y del país, que constituye otro beneficio indirecto importante”.
Baños: “Eurovisión es como unos Juegos Olímpicos, sirve para poner una ciudad en el mapa turístico y hacer que todo el mundo hable de ella. Es lo que pasó con Barcelona"
En la misma línea se expresa el experto en Eurovisión Xavier Baños, quien afirma que “Eurovisión es como unos Juegos Olímpicos, sirve para poner una ciudad en el mapa turístico y hacer que todo el mundo hable de ella. Es lo que pasó con Barcelona. Antes de los Juegos Olímpicos no tenía tanta proyección internacional, pero a raíz de aquel evento, todo el mundo la situó. Ahora vas a cualquier lugar del mundo, dices que eres de Barcelona, y todo el mundo sabe dónde está. Pues con Eurovisión pasa algo similar”.
Eurovisión en cifras

Según un estudio publicado por la Unión Europea de Radiodifusión (UER), la edición de Eurovisión 2024 llegó a más de 160 millones de espectadores y generó un valor publicitario estimado en 805 millones de euros.
En total, 6.244 personas trabajaron en la organización del Festival de Eurovisión 2024. De estas, 3.881 estuvieron implicadas directamente en la producción o en tareas vinculadas a los alrededores del evento. Además, 853 profesionales formaban parte de las 37 delegaciones participantes, incluyendo 173 artistas escénicos. En cuanto a la cobertura mediática, participaron 1.510 profesionales de la comunicación, tanto presencialmente (64%) como en línea (36%).
La edición de Eurovisión 2024 llegó a más de 160 millones de espectadores y generó un valor publicitario estimado en 805 millones de euros
En cuanto a la edición de Eurovisión 2023, celebrada en Liverpool, el estudio de la UER estima que el gasto total generado por los organizadores y los visitantes del certamen contribuyó a crear el equivalente a 589 puestos de trabajo a tiempo completo durante un año en la ciudad.
El efecto Eurovisión dispara el turismo
Por otro lado, el informe revela que el Eurovision Song Contest (ESC) tiene un fuerte impacto en la economía local de las ciudades anfitrionas. La ciudad de Liverpool ha estimado que el ESC tendrá un impacto económico de hasta 250 millones de libras a lo largo de los próximos tres años.
Además, el certamen atrajo a 473.000 personas a eventos relacionados con Eurovisión en el centro de Liverpool. El gasto neto adicional de los visitantes en la ciudad se estima en 42,3 millones de libras, una cifra que sube hasta los 54,8 millones si se considera la región metropolitana de Liverpool.
En la misma línea, el 64% de los asistentes al M&S Bank Arena, sede del festival, también visitaron el centro comercial Liverpool ONE durante la semana de Eurovisión, convirtiéndola en la semana con más afluencia de público del año hasta entonces. Durante este período, Liverpool ONE registró un aumento del 32% en el número de visitantes respecto a la misma semana de 2022; 20 millones de libras en gasto directo relacionado con el ESC y un incremento del 78% en las ventas de restaurantes.
Lisboa durante la semana de Eurovisión 2018 experimentó un incremento del 37% en el número de turistas respecto al año anterior
Así pues, el Festival de Eurovisión representa un impulso importante para el turismo de las ciudades anfitrionas. Un ejemplo claro es Lisboa, que durante la semana de Eurovisión 2018 experimentó un incremento del 37% en el número de turistas respecto al año anterior. En 2019, cuando el certamen se celebró en Israel, el 76% de los turistas extranjeros declararon que era su primera visita al país. En Turín, en el año 2022, el 57% de los visitantes asistieron expresamente para Eurovisión. En la edición de 2023, celebrada en Liverpool, el 68% de los asistentes que iban por primera vez afirmaron que repetirían visita. Finalmente, en la última edición del festival, celebrada en Malmö, el evento atrajo a visitantes procedentes de hasta 90 países diferentes.