Foment del Treball ha mostrado su preocupación "por la falta de medidas dirigidas a la economía productiva", que considera "la gran olvidada", en la intervención del Presidente del Gobierno. Así, la patronal considera que "habría que haber apoyado a las empresas más afectadas", ya que "sin el apoyo a la economía productiva, difícilmente se resolverá la crisis que sufrimos". De esta forma, consideran estas medidas anunciadas plenamente insuficientes, e incluso algunas de ellas contraproducentes.
Según la patronal, "resulta curioso que el Gobierno proponga un plan de impulso y la lectura bursátil sea de un fuerte bajón de las cotizaciones". El Ibex 35 cayó, justo después de la intervención de Sánchez, un 1,3%, con una pérdida de 8.000 puntos enteros. La banca fue el principal motor del bajón, con las entidades catalanas sufriendo los efectos más graves. Así, CaixaBank fue la más afectada, con un retroceso del 7,75%, seguida de Sabadell, que rozó el 7%. Bankinter (-5,49%), BBVA (-5,39%) y Santander (-4,67%) han acompañado a los dos grandes bancos de país en esta tendencia. Por otra parte, empresas de la economía productiva muestran una recuperación que frena parcialmente el efecto del nuevo impuesto sobre los extraordinarios beneficios del sector financiero. Cellnex es la empresa de la lista que registra un resultado positivo más amplio, con una subida del 3,5%, seguida de Solaria, Acciona e Inditex, todas ellas por encima del 1%.
Así, la patronal cree que, de forma supresiva, las medidas más centradas en el mundo empresarial se han dirigido a castigar a dos sectores de la economía, como son el sector eléctrico y el bancario-financiero, “que han sufrido un proceso de reestructuración considerable”. Foment señala que “hay que llevar a cabo una política con un diálogo sincero y abierto, entre el mundo empresarial y el Gobierno, que refuerce la confianza mutua, dado que hay que trabajar juntos para salir de la crisis y abordar la recuperación, sin estigmatizar o buscar culpables”.
“Estas medidas tendrán su impacto sobre los inversores”
Además, la patronal valora que “la imprecisión de las medidas, la incertidumbre y volatilidad elevada del mercado, y la falta de seguridad jurídica y de predictibilidad han amplificado el efecto perjudicial a la imagen reputacional y credibilidad del país”, ya que “estas medidas tendrán su impacto sobre los inversores”. En este sentido, Foment cree que "hay que recordar que las medidas de septiembre de 2021 han limitado a las eléctricas los incrementos de precios, y que la problemática se encuentra en cómo se fija la tarifa eléctrica". Por tanto, la medida anunciada es “desproporcionada y no ataca la raíz del problema, ya que no se resuelve esta crisis con subidas de impuestos”.
Por otro lado, consideran que, la normalización de la política monetaria, en un contexto de tipos de interés positivos que favorecerá el ahorro, no tiene por qué inducir mayores retribuciones al sector financiero, porque “lo relevante es que sea un mercado competitivo”. "Lo extraño eran los tipos de interés nominales negativos, que estropeaban el ahorro, y el esfuerzo que el sector financiero ha hecho para no trasladarlos a la inmensa mayoría de los depositarios". Además, creen que "hay que recordar que la Banca en este país paga un tipo del impuesto de sociedades más elevado que el general, además de impuesto especial sobre los depósitos".