Las granjas catalanas han perdido este año, de media, 4,82 euros por cerdo de engorde, según los cálculos de la organización Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC). Pese al incremento de los precios de venta, que se han situado en registros históricos, todavía se han disparado más los costes de producción.
Según sus datos, el cerdo blanco vivo se ha vendido este año en Mercolleida –la lonja de referencia– a un precio medio de 1,527 euros/kilo, un valor que califican de histórico, pero que no les reporta beneficios sino todo lo contrario. Los costes de producción se han incrementado cerca de un 17% durante este 2022 y, más de un 26% si se tiene en cuenta la media del año anterior. Destaca la subida del precio del pienso, que se ha situado en una media de 1,135 euros/kilo, un 35% más que en 2021. También han aumentado los precios de la electricidad, combustible, servicios, reparaciones y mantenimiento .
La situación económica internacional desatada por la guerra en Ucrania les ha afectado, pero, en su caso, también se añade la recuperación de la producción de cerdo en China una vez superada la peste porcina africana.
En una granja de ciclo cerrado de 500 madres y 12.000 cerdos, el margen por animal es de -4,82 euros
Según sus cálculos, el margen medio obtenido en el ejercicio 2022 ha sido de -0,035 euros/kilo, una caída considerable respecto al resultado del año anterior que fue de 0,023 euros/kilo. Esto supone que, por ejemplo, en una granja de ciclo cerrado de 500 madres y 12.000 cerdos, el margen por cerdo es de -4,82 euros, un 281,8% inferior al margen alcanzado en 2021 que fue de +2, 65 euros por cerdo.
Ante esta situación, JARC pide que la administración ayude a los ganaderos integrados, el 80% del total, que son los que mantienen acuerdos cerrados con un determinado proveedor de crías y pienso. Precisamente, sector porcino integrado, así como las aves de huevo, se han quedado fuera de las ayudas gubernamentales para paliar las consecuencias de la crisis bélica de Ucrania en la economía.
Desde la JARC recuerdan que el sector porcino se comprometió con la reducción de las emisiones de CO2 y de consumo de agua, que han disminuido un 40% y un 30%, respectivamente, en 15 años, según datos de la patronal Interporc.