Los largos horizontes de la inclusión laboral

Los procesos exitosos de incorporación al puesto de trabajo de personas con discapacitado intelectual tienen una ancha capacidad transformadora más allá de la inserción

Jordi Gutiérrez en el terrario del Zoo, con una de las tortugas, al inicio de la jornada laboral Jordi Gutiérrez en el terrario del Zoo, con una de las tortugas, al inicio de la jornada laboral

"Lo que hacemos con las personas usuarias es acompañarlas para construir su proyecto profesional", explicaba recientemente Neus Palos, ninguno del área laboral de la Associació Catalana per a la Integració i el Desenvolupament Humà (AcidH). Si bien los objetivos finales de una formación transversal y holística en el ámbito de la inclusión al mundo del trabajo para personas con discapacitado intelectual es principalmente laboral, las posibilidades de un proceso exitoso van todavía más allá. A menudo, cuando se habla con las personas técnicas que acompañan y apoyan a los usuarios en su busca de ocupación, el punto de vista es más ambicioso, más personal. Los mismos trabajadores coinciden, de hecho, en la profundidad de la capacidad transformadora que puede tener una formación adecuada, esmerada y que se dirija a las necesidades, deseos y vocaciones al mismo tiempo que las competencias. La dirigente de la entidad barcelonesa habla cómo una "perspectiva holística", una visión transversal que apuesta por aprendizajes más allá de las rutinas técnicas y que, por este afán, logra mucho más que el de suyo relevante hito del contrato fijo.

La experiencia de Jordi Gutiérrez, actualmente trabajador del Zoo de Barcelona, es buen ejemplo. Según explica, la entidad va poner, desde su entrada en el programa, un especial foco en la definición de su perfil laboral desde sus preferencias. "Desde pequeño siempre me gustaron las ciencias naturales", detalla Gutiérrez. Tanto es así, de hecho, que durante el último curso de su etapa escolar, finaliza una formación como cuidador de animales salvajes; que le proporcionó una primera experiencia laboral con unas prácticas en el Acuario, donde ya hizo algunas de las tareas que lleva a cabo al Zoo, como la alimentación de los animales.

Después de su paso por el programa Singulars de la entidad, que combina la búsqueda de un trabajo con la formación en competencias transversales, tanto aplicables al mundo laboral cómo personal, comienza unas prácticas al recinto municipal, en primera instancia a la cocina, encargado de la preparación de la comida por las aves. Pasados unos meses, sus tareas escalan; actualmente se encarga de la cura de animales diversos, entre ellos la Tortuga Gigante de Aldabra, una especie vulnerable de que el Zoo tiene un ejemplar de 87 años llamado Mahé, por una de las islas principales del archipiélago de las Seychelles. Es el mismo Gutiérrez, de hecho, quien comunica a los coordinadores su experiencia como cuidador, y la voluntad de tener más contacto con los animales, un indicativo de la "independencia" que explica haber adquirido a la formación competencial. Tanto es así, de hecho, que presentará en sociedad su experiencia en inclusión laboral en el ámbito de los zookepers ante un congreso internacional del sector que se celebrará en Barcelona.

El crecimiento profesional, así, es una puerta más que abierta para los trabajadores en procesos de inclusión laboral cómo estos. Xenia Galtes, actualmente auxiliar en uno de los obradores de la cadena de Baluard, contaba con cerca de década y media de experiencia en el sector y, después de algunas inserciones falladas –a veces por una mala ensambladura con las tareas, otros por conflictos con el personal o la dirección, como lamenta la técnica que lo ha acompañado en el proceso– Galtes aterriza a la empresa como encargada del producto de impulso. A pesar de haber trabajado de cara en el público, reconoce "sentirse mejor trabajando detrás", en contacto con los compañeros y la producción pero no tanto con la venta. Constatada la "buena relación con la empresa", Galtes pretende continuar su desarrollo dentro de la misma vertical. "Quiero probar cosas nuevas más adelante; quizás hacer un pastel, o una coca", proyecta. El camino, hasta ahora, ha sido ágil: a pesar de que se ofrece el apoyo necesario, las horas a una faena similar hacen de Galtes una trabajadora "muy autónoma, tanto en sus tareas cómo en las relaciones laborales". "Ha acontecido una más del equipo; y de hecho parte esencial", remarca la técnica.

Encaje vocacional

En muchas de las recientes inserciones exitoses de la entidad se observa el factor vocacional a la hora de buscar la mejor ensambladura laboral –siempre, recuerdan las técnicas, que las condiciones laborales de cada usuario lo permitan, en cuanto que "a veces encontrar trabajo es urgente" y se tienen que hacer ciertas renuncias–. Maria Valls, sabadellenca, es actualmente gericultora a la Fundación Vieja Tierra, y recuerda que ya desde pequeña incluso el entorno familiar reconocía la atracción hacia el sector de las curas. "Cuando mis padres hablan con la gente, siempre dicen que la vocación de su hija es cuidar la gente mayor; me sale natural", celebra Valls. Talmente cómo Gutiérrez, tiene una formación previa en atención sociosanitaria, y había ejercido durante años dentro de la misma familia, cuidando su abuela.

La estructura de conocimiento y experiencia hizo de la transición al nuevo trabajo un proceso ágil. Después de cuatro meses, así, el apoyo de la técnica de la entidad se ha reducido. "Durante las primeras semanas, iba cada día; ahora se han sorprendido con la buena adaptación", explica, a pesar de que el acompañamiento continúa. "Veo que no estoy sola, que puedo pedir ayuda si la necesito", subraya Valls. La metodología de trabajo con apoyo, así, se alarga más allá de la inserción; y la atención de la organización a las personas usuarias se alarga durante toda la vida laboral, cómo explican las técnicas.

Un caso similar es el de Miquel Serra, acomodador al Teatro Goya. Actor amateur, con numerosas producciones locales a sus hombros, las trabajadoras de AcidH reconocen desde buen principio que "trabajar en el mundo de las artes escénicas era su sueño". Habiendo terminado tanto la ESO como el PFI, Sierra entra al programa de inserción laboral de la entidad y en poco tiempo se incorpora a la plantilla de la operadora teatral Foco como voluntario, con un convenio especial, una relación que ya se ha transformado en laboral, cómo en el resto de casos, con un contrato indefinido. Recuerda desde buen principio, de hecho, una atención individualizada con las técnicas de inserción, mediante tutorías y reuniones, en que se establece la relación entre preferencias y competencias para dibujar conjuntamente una hoja de ruta conjunta. Se trata de un procedimiento que, según el mismo Serra, que aporta "tranquilidad", tanto antes de la incorporación al puesto de trabajo cómo durante las primeras presas de contacto. Su promoción dentro del Teatro, de hecho, ha trascendido el patio de butacas.

Una aproximación personalizada y centrada en el usuario se hace esencial para el éxito del programa; el contrario acaba siendo problemático. Antes de la entrada en este programa, Gutiérrez recuerda haber pasado por otros centros donde su experiencia –y vocación, cómo explica– no había estado en el centro del programa. Recuerda, de hecho, que en anteriores ocasiones lo habían avisado que "no estaba preparado" por una inserción laboral a un entorno cómo el Zoo, a pesar de contar con una titulación que acreditaba sus conocimientos técnicos y prácticos y experiencia en la cura de animales. Crítico con esta aproximación, lamenta experiencias, que la persona técnica que lo ha acompañado durante el proceso ratifica, en que "lo habían tratado como a un mueble"; en que la investigación de trabajo se hacía de manera casi industrial, sin trabajar ni tener en cuenta ni competencias ni preferencias laborales. La diferencia entre aproximaciones, subraya Gutiérrez, es sustancial.

Asistencia laboral completa

Cómo confirma una de las técnicas de la entidad, si bien la tarea principal es la formación y el acompañamiento mediante esta metodología de trabajo con apoyo, los procesos de inserción pasan también para buscar las mejores condiciones posibles para los usuarios una vez ya están contratados. Recuerda Gutiérrez, de hecho, que es la misma organización la que negocia la posibilidad de hacer pausas por contrato que no le corresponderían por su horario, en cuanto que permanece en media jornada. La experiencia es similar entre el resto de personas usuarias. Valls, así, recuerda haber sido en contacto con la técnica que lo acompañaba en la investigación de trabajo para discutir ofertas, y descartar algunas con exigencias horarias excesivas. El contrato actual en Vieja Tierra es de cuatro horas diarias, "unas horas muy muy aprovechadas", recalca. Más allá, pero, Valls se ve capacitada para negociar la asignación de más horas, en cuanto que el apoyo directo tanto de la técnica de AcidH cómo de la suya en lo referente a la fundación se ha ido retirando por su autonomía. "Me ven bien, y tengo muchas ganas de aprender", declara.

La estrategia de busca de trabajo de la entidad, como recuerdan los usuarios, alcanza todos los rincones de la investigación de trabajo: desde la elaboración del currículum hasta como enfrentar una entrevista de trabajo, pasante, como recuerda Galtes, por la gestión de perfiles profesionales en las redes de ocupación. "Me ayudaron mucho para buscar trabajo; a acostumbrarme en los portales y en la tecnología". El acompañamiento, así, está pensado para dejar de ser necesario por el fomento de la autonomía presente en la tarea competencial. "Me han echado una mano para espabilar", razona la usuaria, que destaca que, si bien la disponibilidad de la técnica es total, "cuando vio que estaba adaptada, estuvo pendiente otras cosas". Valls, por su parte, destaca la "confianza en un mismo" que se gana con este formato. "He aprendido a ver qué es lo que puedo dar, cómo dar a conocer a la gente lo que valgo", declara.

El potencial de esta formación, así, supera el engranaje propio de la inserción laboral. Un enfoque próximo a las inquietudes personales de los usuarios impulsa a menudo nuevas ocupaciones. Serra, por ejemplo, compagina con el trabajo al Goya unos estudios Formación Profesional en trabajo social que surgen, como explican desde la entidad, de un compromiso de que ya se han encontrado varios ejemplos. Sin ir más lejos, se presentó como candidato en el Instituto Municipal de las Personas con Discapacidad; y voz su futuro laboral en un punto común entre el mundo de la cultura y la lucha por los derechos de varios colectivos.

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