Crónica de un decreto fracasado (y otras batallas políticas)

Se agota la XII legislatura sin que se haya aprobado el esperado decreto ley de cámaras que la consellera Chacón había dejado prácticamente terminado

La batalla política deja en alto la Ley de Cámaras | MEM La batalla política deja en alto la Ley de Cámaras | MEM

El decreto ley de cámaras continúa en un cajón (y parece que la cosa todavía va para largo). Después de que la consellera d'Empresa, Àngels Chacón, trabajara durante más de un año para sacar el polvo a una normativa que ya había quedado parada en 2017 durante la época del conseller Jordi Baiget, la destitución de los tres consellers por parte del entonces president de la Generalitat, Quim Torra, el pasado 3 de septiembre dejó en un largo stand by una ley que se espera desde que en 2010 el Gobierno de Zapatero anunció que los empresarios no tendrían que pagar las cuotas camerales. Según las 13 cámaras catalanas, el pleno del Parlament del pasado 2 de diciembre era (casi) la última oportunidad de las cámaras catalanas porque se tramitara un decreto ley que diera una base para la financiación antes de que se agotara la XII legislatura, pero finalmente ERC decidió dejar sólo a JxCat en el objetivo de aprobarla en la cámara catalana mediante el procedimiento de lectura única. En medio de todo esto, oposiciones patronales, querellas y batallas políticas han protagonizado una cuestión que se tenía que mantener sólo dentro del ámbito económico y empresarial, pero que ha desembocado en rifirrafes políticos. VIA Empresa ha querido buscar las luces y sombras de esta guerra abierta y habla en exclusiva con la consellera Chacón, que relata cómo han sido estos meses de negociaciones hasta su cese.

Pero empezamos por los últimos acontecimientos. La negativa de ERC a llevar la Ley de Cámaras al Parlament y, por lo tanto, que la normativa fuera una realidad antes de elecciones, ha sido "el detonante" para que el presidente del Consejo de Cámaras de Catalunya, Joan Canadell, anunciara a mediados de semana que participará en las primarias de JxCat para hacerse un lugar en las listas para las elecciones del 14-F. El también presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona delegará así sus funciones en la vicepresidenta de la institución, Mònica Roca, y lo hará unos meses antes del relevo que ya estaba previsto que sucediera una vez Canadell hubiera agotado la mitad de su legislatura en la Cambra. Esto se hará realidad si sale escogido una vez pasado el fin de semana del 12 y el 13 de diciembre, cuando el partido tiene que celebrar la segunda ronda de las primarias.

Cuando a mediados de junio de 2019 se constituyó el nuevo pleno cameral entre tensiones por el requerimiento notarial de los que habían sido candidatos a las elecciones Carles Tusquets y Ramon Masià, la candidatura Eines de País tenía claro que tenían que tener "un equipo paritario de presidentes y de vicepresidentes" y, precisamente por eso, Roca tenía que sustituir a Canadell en el cargo en junio de 2021. Estas elecciones eran una de las prioridades de la consellera Chacón, que cuando llegó al Departament d'Empresa i Coneixement se marcó tres objetivos: "Democratizar el funcionamiento de las cámaras y la elección de los presidentes, encontrar los recursos para resolver la financiación de las cámaras y elaborar una ley que acabara con esta precariedad tanto jurídica como financiera a partir del consenso".

Para llevarlo a cabo, antes de empezar a trabajar en la ley, se tenía que celebrar elecciones -un trabajo pendiente que también hacía tiempo que había que resolver- para, de este modo, elaborar "de forma consensuada con los nuevos presidentes y presidentas" el texto de la normativa. Una vez celebrados los comicios camerales, Chacón cogió la sartén por el mango y se pusa manos a la obra en el debate sobre la financiación y las funciones de las cámaras. El 9 de octubre de 2019, los presidentes de las 13 cámaras de comercio de Catalunya se reunían con la entonces consellera d'Empresa para consensuar las líneas básicas de la normativa con el objetivo de tener un borrador terminado para finales de año, a pesar de que Chacón ya avanzaba en aquel momento que su aprobación iría para largo y que habría que esperar, como mínimo, un año. "No queremos una ley hecha con prisas", decía en declaraciones a los periodistas después de aquella reunión.

Estira-y-aflojas, prisas y urgencias

Y este ha sido el hilo conductor durante su titularidad en el Departament d'Empresa i Coneixement. En julio, después de que Torra se reuniera con el Consell de Cambres, el Govern anunciaba que avanzaría este año 2,5 millones de euros para el funcionamiento de las cámaras de comercio catalanas y su estructura territorial y 2,5 millones más para 2021. El objetivo, según explica Chacón en una conversación con este diario, era "hacer que las cámaras pudieran funcionar con normalidad durante estos dos años y ayudar a las empresas en la pandemia", mientras paralelamente se debatía sobre el futuro decreto ley.

"El mismo día en que la consellera d'Empresa estaba cerrando el texto del decreto ley con sindicatos y patronales, ya había medios que publicaban su cese por parte de Torra"

El presidente catalán aprovechaba aquella reunión para debatir con los representantes camerales sobre el decreto que tenía que regular su papel institucional y su representatividad y que tenía que parar el golpe antes de que no se elaborara una ley de cámaras ya en la XIII legislatura. La intención del Ejecutivo catalán -y de las cámaras- era que se aprobara antes de agosto, pero Chacón tenía claro que antes de dar luz verde a este decreto, tenía que debatirlo con todos los agentes sociales, es decir, con CCOO, UGT, Foment del Treball y Pimec y el texto que saliera del consenso sería el que se sometería a debate en el Parlament.

Pero con todo esto llegó el verano y las conversaciones quedaron paradas y, a la vuelta a la actividad, la prioridad de Chacón fue retomar las conversaciones con los agentes sociales para poder sacar adelante el decreto. Justamente el mismo día en que la consellera d'Empresa estaba cerrando el texto del decreto ley con sindicatos y patronales, ya había medios que publicaban su cese por parte de Torra y, de hecho, la reunión se quedó a medias porque tuvo que ir a Palau a recibir una noticia que llegaba como un jarrón de agua fría.

Batallas vs. prioridades

Con la llegada a la Conselleria de Ramon Tremosa, la historia vuelve a empezar. Este decreto ley, que en ningún caso es la esperada Ley de Cámaras, pero sí que servía para parar el golpe y que las cámaras tuvieran un marco regulatorio que les permitiera tener una base de financiación, se tenía que volver a explicar al nuevo conseller y ponerlo al día en un momento en que la covid-19 ya tenía el protagonismo cogido al resto de temas desde hacía meses. A menudo se ha confundido la Ley de Cámaras en sí con este decreto ley y, de hecho, cuando la semana pasada Quim Torra se reunía con Canadell para, como escribía en un tuit, "expresar mi apoyo en la tarea de las cámaras de todo el país", él mismo también hablaba de ley y no de decreto ley. Entonces Torra insistía en la importancia de que el Parlament lo aprobara antes de que se agote la legislatura para que las cámaras disfrutaran del "reconocimiento y de las competencias" que les corresponden.

De hecho, cuatro días antes, las 13 cámaras de comercio catalanas celebraban un acto unitario bajo el clamor "no queremos parar el país" para reclamar al Parlament que tramitara el decreto ley antes de que se acabe la XII legislatura y reclamaban a los diferentes partidos políticos que "no paréis las cámaras porque la crisis sanitaria también es una crisis económica". Pero este tenía que ser un decreto ley que se tenía que aprobar en un consejo ejecutivo, es decir, desde el propio Govern y no dejarlo sólo en manos de los partidos parlamentarios.

Puede ser por ello que ERC tiró para atrás y decidiera no pronunciarse respecto a ello, cosa que, a pesar de la abstención de la CUP y los votos favorables de JxCat, desembocó en que el decreto ley no entrara en la orden del día del pleno del Parlament del 2 de diciembre. Todavía queda la opción que entre en el pleno del 15 de diciembre, pero el salto a la política de Canadell dificulta más este hilo de esperanza de muchos, como sostienen algunas fuentes consultadas por este medio. Y, mientras tanto, las patronales continúan a la carga recordando que las cámaras no pueden conseguir una financiación por representatividad como los agentes sociales, y las cámaras ya les han dicho por activa y por pasiva que no quieren ocupar su espacio.

La destitución a principios de septiembre de los consellers paró un consenso que casi ya estaba terminado para el decreto ley de cámaras y todo tuvo que volver a empezar. Y, presumiblemente, ahora habrá que esperar que pasen las elecciones, se forme un nuevo Govern y la ley de cámaras vuelva a ser una prioridad para la Conselleria que las tutela. De momento, veremos qué pasa día a día porque la covid-19, las batallas políticas y las urgencias económicas acaban llevando a que la situación haga giros inesperados de una hora para otra.

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