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Desde Londres: la extrema discreción catalana

Aún en Catalunya hay muchos empresarios que huyen cuando escuchan hablar de inversores y bolsas. No desean protagonismo y tampoco desean perder el control de su empresa familiar

Grupo Valls Companys factura más de 3.000 millones de euros Cedida
Grupo Valls Companys factura más de 3.000 millones de euros Cedida
Xavier Solano | VIA Empresa
Politólogo
Barcelona
21 de Abril de 2024
Act. 22 de Abril de 2024

Recientemente cené con unos amigos catalanes que estaban de visita en Londres. La conversación que tuvimos durante la comida acabó centrándose en uno de los grupos empresariales más grandes y poco conocidos de Catalunya, de España y, en su sector, de toda Europa: el Grup Vall Companys.

 

A través de varias decenas de empresas, este grupo, originario de Lleida, abarca todas las fases de la cadena de valor del sector agroalimentario. Con una facturación superior a los 3.000 millones de euros, produce cerca de 800.000 toneladas de carne y más de medio millón de toneladas de harinas y piensos. Con una estructura empresarial compleja y fondos de inversión propios, el grupo pertenece a una familia que ha sabido mantenerse en el más absoluto anonimato durante generaciones. Todo un hito en el mundo en el que vivimos.

La saga Vall Companys ha llevado esta reserva al límite, tanto que ni siquiera hay fotografías de sus miembros

Uno de los pocos libros que hacen referencia a la familia Vall Companys es Els que manen. Vida i miracles de les 50 famílies que mouen els fils de Catalunya, de Miquel Macià y Pep Martí. El capítulo dedicado a esta saga comienza diciendo: "La norma general del empresariado catalán es mantener la discreción... Sin embargo, la saga Vall Companys ha llevado esta reserva al límite, tanto que ni siquiera hay fotografías de sus miembros".

 

En Catalunya hay muchos empresarios tan discretos como los Vall Companys. Esta forma de ser y de hacer contrasta mucho con lo habitual en el Reino Unido y, más en general, en todo el mundo anglosajón, donde hay un afán excesivo por darse a conocer, incluso antes de haber logrado algún resultado relevante. Una de las razones de este comportamiento entre los anglosajones es buscar crear una imagen y garantizarse una visibilidad que les ayude a atraer inversores, sea como sea.

En cambio, en Catalunya todavía hay muchos empresarios que huyen cuando escuchan hablar de inversores y bolsas. No desean protagonismo y tampoco desean perder el control de su empresa familiar. No quieren complicarse la vida o, simplemente, me dicen que ya están bien como están.

Una inyección de capital adecuada puede acelerar el crecimiento de la empresa y fortalecer su posición ante la competencia, no solo en cuanto a la cuota de mercado, sino también para evitar ser comprada

Esta posición es muy respetable, pero los tiempos cambian rápidamente. La entrada de inversores no tiene por qué significar perder el control de la empresa, como ya expliqué en un artículo anterior. Además, una inyección de capital adecuada puede acelerar el crecimiento de la empresa y fortalecer su posición ante la competencia, no solo en cuanto a la cuota de mercado, sino también para evitar ser comprada o, si se dan las condiciones necesarias, para poder convertirse en compradores de otras empresas y tener la capacidad de crear grupos que puedan competir a nivel internacional.

En 2017, pedí a unos compañeros de la Bolsa de Londres que identificaran las empresas privadas catalanas más importantes. La institución británica celebraba un evento en Barcelona y necesitaba determinar qué empresas tenían la capacidad de salir a bolsa, aunque, por alguna razón, aún no lo habían hecho y preferían seguir siendo privadas.

La mayoría de las empresas que figuraban en esta lista son bien conocidas por todos, como por ejemplo, Puig, la empresa de fragancias catalana que recientemente ha anunciado su salida a bolsa. Sin embargo, había algunas que son muy poco conocidas. Lo más sorprendente es que el Grup Vall Companys no estaba en la lista. Es decir, esta discreta estructura empresarial pasó desapercibida incluso para la bolsa más internacional del mundo.

Durante generaciones, esta estirpe de empresarios ha realizado un trabajo muy considerable. Son el principal productor de porcino de España y Europa y el productor líder de carne avícola en España. Es evidente que este grupo empresarial debería ser un caso de estudio en todas las universidades de negocios de Cataluña y, probablemente, más allá. Es sin duda un caso extraordinario de éxito y de discreción. Podríamos decir que la más estricta discreción catalana.