Hagamos un 'kit kat' y analicemos queé y cómo comunicamos como marca

La pandemia ha servido a muchos empresarios para darse cuenta de que habían olvidado el marketing

Cómo comunicamos como marca? | iStock Cómo comunicamos como marca? | iStock

El comedor de casa se convirtió en nuestro despacho durante muchos días; tantos, que incluso, para muchos, todavía lo es. Debido a una bajada del trabajo, muchos empresarios tuvimos la oportunidad de poder observar y evaluar la comunicación propia de nuestra empresa desde la comodidad del sofá de casa. El hecho de disponer de este tiempo, tiempo de pensar, tiempo de analizar, tiempo de ver, fue todo un regalo para muchos y es que, como diría Victor Küppers, todos vamos por el mundo como pollo sin cabeza.

El hecho de poder dedicar un rato cada semana a determinar si aquello que se está comunicando desde nuestra corporación es lo que mejor se ajusta a nuestros objetivos de marketing es algo altamente recomendable, y me atrevería a decir que indispensable.

El marketing digital nos ha enseñado que la medición és una de las mejores herramientas en comunicación, porque nos permite pasar un examen periódico y frecuente para evaluar nuestras acciones de marketing y, sobre todo, responder a la pregunta clave: ¿lo que estoy haciendo està dando sus frutos? Así pues, observarnos y preguntarnos sobre aquello que comunicamos, si lo comunicamos a través de los canales adecuados, si nos estamos dirigiendo al target adecuado y si lo hacemos usando su lenguaje, es básico para poder tener una comunicación que vaya a por el ROI, el retorno de la inversión.

Més info: Comunicar es existir

Así pues, para muchas empresas, la pandemia ha sido una suerte -permitidme la expresión-, porque ha supuesto un punto de inflexión. Muchos nos hemos dado cuenta (me incluyo) de que estábamos dejando de lado el marketing digital, que teníamos una web del año 2000, que la publicidad en radio se estaba anunciando en emisoras que no coinciden con nuestro públic objetivo, etc.

Un 'boom' de demanda

Todo cambio siempre empieza con la detección del problema. Así pues, el hecho de que muchas empresas se hayan dado cuenta de que su comunicación es defectuosa ya es un gran paso. En la agencia, nos han venido muchos clientes nuevos y clientes que hacía mucho que no se sentaban en nuestro sofà, para hablar sobre su publicidad y para abordar nuevas estrategias.

Un ecommerce que no invierte en posicionamiento orgánico, Google Adwords o redes sociales es como un Porsche encerrado en el aparcamiento de casa

A principios de la pandemia, notamos especialmente un boom con la demanda de ecommerce. De repente, muchas empresas se dieron cuenta de que podrían vender a través de una tienda online. Esto es cierto, pero lo que siempre hay que tener en cuenta es que cualquier estrategia de venta online no se puede quedar solo en el diseño de una tienda en línea, sino que tiene que prever un presupuesto mensual para invertir en publicidad y marketing (ya sea digital o analógico). Como decimos desde la agencia, un ecommerce que no invierte en posicionamiento orgánico, Google Adwords o redes sociales es como un Porsche encerrado en el aparcamiento de casa: será muy bonito, pero solo lo verás tú.

Cuando lanzamos una tienda online o cualquier otro producto, hace falta que tracemos un plan de marketing que incluya herramientas de comunicación digital y/o analógicas que nos conduzcan a comunicarnos con un público suficientemente grande y similar a nuestra buyer persona, nuestro comprador ideal, para que las posibilidades de éxito sean lo més elevadas posible. Esto no es solo magia, señores, esto es tenacidad y análisis, algo que intentamos aplicar siempre, porque las ideas de negocio de nuestros clientes salgan del aparcamiento.

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