El 44% de los catalanes que busca comprar una vivienda necesita más de un año para encontrarla. Son datos de un estudio realizado por el Observatori Metropolità de l'Habitatge, que sitúa en un 21,3% a las personas que tardan entre medio año y un año, y en un 34,6% a la gente que requiere menos de seis meses. En cuanto al alquiler, el tiempo de búsqueda es más reducido, aunque la mayoría de los encuestados también tarda más de medio año para encontrar un inmueble. Independientemente del contrato, el 94,3% considera que los precios son muy elevados en el área metropolitana, una cifra que baja al 81,7% en el resto de Catalunya.
De hecho, la muestra apunta al precio como principal problemática a la hora de encontrar una nueva vivienda. Esta aplica a todas las modalidades: alrededor de nueve de cada diez encuestados creen que la oferta de compraventa de obra nueva tiene el problema del alto coste, y más de siete de cada diez también lo ve así en los de segunda mano.
Aun así, el estudio subraya que durante el segundo semestre del 2023, el 13,7% de la población de más de 16 años estaba buscando una nueva vivienda. Son más de 900.000 personas. De este grupo, el 46% buscaba uno en propiedad, mientras que el 37% prefería uno de alquiler. El 17% se mostró indiferente al tipo de contrato. Aun así, el contraste es evidente si comparamos el área metropolitana con el resto de Catalunya. Cerca de Barcelona, existe un equilibrio entre comprar y alquilar (40,4% y 39,4%, respectivamente), pero en el conjunto del territorio hay una clara tendencia a convertirse en propietario (52,1% a 36,6%).
Diferentes criterios según los segmentos poblacionales
Una de las principales diferenciaciones entre los dos grupos es el nivel de estudios. Según la muestra, las personas con un nivel académico más avanzado prefieren comprar un inmueble antes que alquilarlo (45% a 36,3%). Una dinámica que se ensancha entre quienes tienen estudios medianos (el 51,1% quiere comprar, y un 30,7% prefiere el arrendamiento), pero que cambia radicalmente en el caso de las personas con unos estudios básicos. Este grupo quiere alquilar en un 49,1% de los casos, y solo el 39,6% busca hacerse con la propiedad de una vivienda.
Las personas con un nivel de estudio más alto prefieren comprar una vivienda; las de un nivel más básico priorizan el alquiler
En cualquier caso, el tiempo medio para encontrar un hogar pasa de un año en casi la mitad de los casos (42,3%), hecho que se acentúa entre los futuros propietarios (44%) y se rebaja entre quienes serán arrendadores (35,3%). En una situación o la otra, alrededor de un 20% de la gente tarda entre seis y doce meses, y poco más de un 25% tarda entre uno y seis meses. Los más rápidos, que no esperan más de 30 días, sólo representan el 10%. En este caso, los tiempos de búsqueda no presentan prácticamente ninguna diferencia entre territorios.
También se pueden observar diferencias según otros criterios. Por ejemplo, el de la edad. Según la encuesta del Observatorio, los principales demandantes se encuentran entre los 30 y los 44 años, y representan el 25,7%. La mayoría de ellos quieren ser propietarios. Pero también hay una gran representación de extranjeros (32,4 %) y parados (23,9 %), que prefieren alquilar.
La accesibilidad y el precio, las grandes problemáticas
Además de los precios altos, el informe plantea más circunstancias preocupantes. En declaraciones a la ACN, la presidenta del Observatori, Carme Trilla, ha cuestionado la "capacidad" de la oferta de alquiler para asumir la llegada reciente de inmigración, teniendo en cuenta que ya está tensionada con la población interna. Además, ha alertado que los parques públicos son "insuficientes" y que hay un "choque de demanda importante a resolver desde la política de vivienda".
Aun así, Trilla ha vinculado el tiempo que se necesita para encontrar un lugar para vivir con la "poca oferta" en el caso de obra nueva y con el precio en el caso de los alquileres. Según la dirigente, en el área metropolitana hay "poquíssima oferta" por debajo de los 800 euros al mes, y directamente "no hay" por debajo de los 600 euros.
Encontrar mejores condiciones de vida, el motivo para cambiar de vivienda
La tendencia a alquilar inmuebles tiene diferentes razones. Según los encuestados, la principal motivación es la de mejorar el inmueble (25,5%), pero también lo es encontrar un precio más asequible (22,3%). En el caso de los que buscan comprar, también priorizan un lugar mejor (31,3%), seguido del deseo de convertirse en propietarios (21,2%). Llama la atención que el 11,5% busca comprar para invertir en un inmueble o para usarlo de segunda residencia.
Independientemente de compra o alquiler, la mayoría de los demandantes busca un lugar mejor para vivir
De quienes buscan comprar, casi la mitad quiere vivir con su pareja sin hijos (45,9 %), una cifra que se reduce sensiblemente al segmento de demandantes que buscan arrendar (39,1 %).
En líneas generales, las condición más buscada en Catalunya es un domicilio de segunda mano en buen estado (52%). Casi la mitad de las personas busca tres habitaciones (49,7%), y un lugar que tenga luz natural (60%), espacio exterior (55%), buen estado de conservación (45,5%) y ascensor comunitario (32,8%).
Barcelona y el resto de Catalunya: dos mundos aparte
La encuesta muestra dos realidades muy diferentes entre los diferentes puntos. Por ejemplo, en cuanto al tipo de inmueble, nuevamente encontramos una clara diferenciación entre el área metropolitana y el resto de. Catalunya. Cerca de la ciudad, la gente prefiere un piso o apartamento (45,3%), pero en el conjunto del territorio la opción más atractiva es la casa unifamiliar.
En el área metropolitana de Barcelona lo más demandado es un piso o apartamento, mientras que en el resto de Catalunya se decantan por viviendas unifamiliares
Este contraste se mantiene en los precios de arrendamiento: en Barcelona, el 59,3% de los demandantes buscan viviendas de entre 600 y 1.000 euros mensuales, una cifra muy lejana a la franja de entre 400 y 600 euros que pretende pagar el 54% de la gente fuera del área metropolitana. Aun así, sí que hay una coincidencia: los alquileres más típicos son inmuebles de entre 50 y 80 m2 en la ciudad (55,6 %) y también en el resto de Catalunya (37,2%), a pesar de que la diferencia porcentual es importante.
En cuanto a la compra, la dinámica es similar en precios. En el área metropolitana, el abanico más popular se mueve entre los 200.000 y los 300.000 euros, y al resto del país, entre los 100.000 y los 200.000 euros.