La crisis climática es una realidad que solo aquellos que se esfuerzan mucho ponen en duda. Hace unos meses que el debate ha ganado todavía más a las agendas y alertas internacionales a partir del aumento de las evidencias de sus efectos. Así, empezamos a encontrarnos con la necesidad no solo de dar respuestas a aquellos fenómenos que nos preocupan de cara al futuro, sino también contarnos nuestras vidas con la crisis climática como elemento central y conector.
Una de las asunciones que más se están poniendo en duda del cambio climático es la creencia de que esta es una crisis marginal que solo unas pocas personas deben solucionar. Si hace unos años los ecologistas eran los que, socialmente, tenían el pedido de pensar y buscar soluciones por un planeta que se quemaba, inundaba y contaminaba constantemente por la acción humana, con los últimos años la conciencia de la necesidad de pensar en soluciones compartidas y métodos eficientes para reducir el cambio climático desde todos los aspectos de la vida ha empezado a consolidarse como lo que los ingleses llaman way to go. En este escenario, hay personas que han dedicado sus carreras a buscar formas de acercar y explicar la crisis climática a todos. Una de ellas es la pensadora a la que dedico este cálido el mes de julio.
Naomi Klein es una escritora canadiense, activista social y productora de cine, autora de No Logo: Taking Aim at the Brand Bullies
Naomi Klein es una autora canadiense, activista social y productora de cine. Nacida en 1970 en Montreal en una familia de activistas políticos (sus padres eran miembros del grupo trotskista del Socialist Workers Party). Comenzó ciencias políticas en la Universidad de Toronto, pero su último año, antes de terminar el grado, abandonó sus estudios. La publicación de su primer libro en 1999, titulado No Logo: Taking Aim at the Brand Bullies tuvo un éxito tan significativo que empezó su carrera como activista. El libro ganó reputación en todo el mundo y pronto se convirtió en un símbolo del movimiento antiglobalización y la economía crítica, ya que el libro versaba en torno a la cultura organizativa de muchas grandes corporaciones y de la forma en que se anuncian y exponen en el mundo, a menudo encubriendo prácticas de explotación y precariedad laboral o contaminación ambiental.
A partir de ahí, Klein se ha convertido en una voz central en la crítica contra las grandes empresas globalizadas y su impacto en la justicia social. Desde entonces, la autora ha escrito obras como The Shock Doctrine: The Rise of Disaster Capitalism o On Fire: case for a Green New Deal, entre otros muchos títulos. Klein es un ejemplo perfecto del potencial de acción de las palabras, de cómo una persona, escribiendo lo que piensa, investiga y elabora, puede inspirar a todos aquellos que luchan por un mundo mejor y explicar los retos presentes a aquellos que todavía no están convencidos por la causa. Con un lenguaje llano y contrastado con datos científicos, pero también con una fuerte emocionalidad propia de quien lucha por lo que cree, Naomi Klein es capaz de hacer sacudir un mundo en llamas para brindar una luz de esperanza para aquellos que todavía pensamos que se puede salvar.