Para quién es rentable el turismo?

El economista Ivan Aguilar completa la radiografía del modelo turístico reivindicando un Pacto Nacional por el Turismo que enfoque la correcta resolución de sus problemas

Cataluña es el segundo destino escogido por los turistas extranjeros, con el 21,4% del total | Flickr Cataluña es el segundo destino escogido por los turistas extranjeros, con el 21,4% del total | Flickr

En la primera parte de esta serie defendimos la tesis que poner barreras a la demanda turística reduciría el bienestar de la sociedad catalana. Es decir, que las barreras a la inversión turística no tendrían como contrapartida un aumento de la inversión en otros sectores sino que se traduciría en una fuga de capitales.

En esta segunda parte nos disponemos a revisar la rentabilidad por zonas turísticas, puesto que Barcelona tiene una rentabilidad mucho más elevada que el resto de áreas del país. Un diferencial que, como se ve en el siguiente gráfico, ha aumentado debido a la suspensión de licencias hoteleras a la ciudad de Barcelona.

Figura 5

El facet -o multigràfic- nos proporciona una comparación valiosa entre las principales zonas turísticas del país. Hay varias cosas que dice el facet:

  • Hay tres grupos marcadamente definidos. Barcelona, Costa Brava y Costa Dorada comparten buena rentabilidad y un fuerte aumento. Pirineo, Tierras de Lleida y Tierras del Ebro conforman otro con baja rentabilidad pero a la alza. Por último, la Valle de Aran muestra una baja rentabilidad que, además, es estable y muy volátil a pesar de que los datos están desestacionalitzades.
  • El grupo Barcelona-Brava-Dorada es de altísima rentabilidad (entre 137 y 155). Se puede observar como la disrupción del mercado hotelero se produce a principios de 2015 y a partir de aquí la rentabilidad se dispara hasta máximos históricos. A partir de 2016 se produce el efecto contagio a la Costa Brava y Dorada.
  • El grupo Tierras del Ebro-Tierras de Lleida-Pirineo tienen rentabilidades entre 100 (mismo nivel que 2010) y 135 (a las Tierras del Ebro), el que sugiere que el turismo de playa permite elevar más en el precio que el de montaña, probablemente dado que las actividades de ocio a la montaña son mucho más caras que las de playa.

El gráfico derecho nos permite comprobar a simple vista como las elecciones municipales provocaron una fuerte disrupción en el mercado hotelero que ha tenido como consecuencia –tal y como muchos economistas avisaron que pasaría- un aumento desbocat de la rentabilidad hotelera. Tener los hoteles en porcentajes de ocupación elevadísimos los da poder para elevar el precio de las habitaciones.

A su vez, este aumento de precio motivado por las barreras de entrada, desplaza la demanda turística hacia los apartamentos de hombre-sharing : cuánto más caros sean los hoteles, más caros los apartamentos y la disrupción en el mercado de alquiler es más grande. Las barreras que, a su vez, se han puesto a los pisos turísticos vuelven a desplazar la demanda turística hacia el mercado informal.

El cierto es que este aumento de la rentabilidad hotelera se puede haber producido vía ingresos o vía dispeses. En este sentido, los ingresos por habitaciones y los datos de ocupación hotelera nos pueden dar una buena pista sobre cómo se obtiene esta rentabilidad.

Figura 6

La comparación entre los datos de ocupación hotelera e ingresos de habitaciones nos muestran que la disrupción del mercado hotelero barcelonés se produjo vía ingresos. Los datos de ocupación hotelera nos muestran un aumento sostenido desde el año 2014, datos muy lógicos puesto que, como vimos en la primer parto, el número de pasajeros aeroportuarios (la demanda turística) está en pleno ascenso.

El aumento de los ingresos y de la rentabilidad nos dice dos cosas. La primera, que los salarios de kellys y camareros se pueden subir. La segunda, que hay que mirar la competitividad del sector hotelero hacia las principales zonas geográficas desde donde provienen los turistas, puesto que esto nos dirá qué margen tiene Cataluña para subir el precio de venir de vacaciones.

Figura 7

Desgraciadamente, el índice de competitividad se dejó de publicar el diciembre de 2015 (las elecciones del 27S tienen nada a ver? Estaría bien poder aclararlo). A pesar de esto, es obvio que el sector turístico gana competitividad hacia todos los países de su entorno excepto España, con quien pierde competitividad -cómo es natural, puesto que comparte marco legal-, el que sugiere que los hoteleros tienen buen margen para subir precios de venta al público y remunerar mejor a sus empleados, que se lo merecen.

A pesar de que hayan pasado ocho trimestres desde la publicación del último dato, nada hace pensar que la tendencia haya cambiado demasiado, más bien al contrario, tal como demuestra el hecho que la demanda turística no hace más que acelerar.

Este aumento de precios y salarios sugiere que empieza a ser necesario un Pacto Nacional por el Turismo. Sin la participación de patrones y sindicatos es imposible lograr el objetivo que el turismo aporte un nivel alto de vida a todo el mundo. Los objetivos de este pacto, en este sentido, tienen que ser:

  1. Establecer convenios de trabajo emprendida a empresa. En sectores como el turístico es la mejor manera para subir salarios sin que las que pasan por dificultades lo noten.
  2. Aumento del salario mínimo para las kellys y camareros. La grande -todavía- tasa de paro hace que haya mucha oferta de mano de obra, por lo cual los hoteleros no tienen presión para ofrecer mejores salarios.
  3. Aumento de la tasa turística. La tasa se tiene que emplear para corregir las externalidades negativas del turismo y no como por ejemplo, que se emplea para promocionar el turismo. Para incentivar los patrones a entrar al Pacto Nacional, hay que ofrecer deducciones de esta tasa a los que firmen convenios nuevos aumentando salarios y/o aplicando un salario mínimo más elevado.
  4. Tal y como sugerimos recientemente, el Aeropuerto de Barcelona no puede continuar en manos castellanas. Las tasas por pasajeros son una gran herramienta para estabilizar la demanda turística y para ahorrar inversión pública. Hace falta que Cataluña y Barcelona gestionen conjuntamente el Aeropuerto.
  5. Hay que reformar el sistema fiscal. Disminuir las cotizaciones sociales, aumentar el IVA y rebajar impuesto sobre sociedades e IRPF es un camino que Cataluña tiene que adoptar urgentemente. También hay que rebajar las indemnizaciones de los contratos indefinidos nuevos, puesto que son un desincentiu enorme para tener salarios de estándares europeos.

El turismo es una mina de oro. Esta frase no tiene ningún matiz, ahora bien, es obvio que el marco legal español es lamentable para el sector turístico. Cataluña, pero más encara las kellys y los camareros, necesitan que este país afronte sus problemas de una vez por todas.

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