El Palau de Pedralbes acogerá, del 28 al 30 de septiembre, Contemporània, la primera feria internacional dedicada a la alta artesanía. El evento está impulsado por el departamento de Empresa y Trabajo, a través del Consorcio de Comercio, Artesanía y Moda. Más de 130 profesionales de la artesanía de todo el mundo aprovecharán la plataforma que representa el encuentro para presentar propuestas basadas en la innovación y la visión artística. Piezas creadas con distintos tipos de artes aplicadas como la cerámica, joyería, metal, textil, vidrio, papel o madera.
Mediante las obras expuestas, el público asistente podrá reflexionar sobre aspectos de la vida cotidiana, la conciencia sostenible y la artesanía política. Contemporània también ofrecerá espacios a más de 240 profesionales que forman parte del circuito de galerías y espacios artísticos de la capital catalana. La tercera edición del congreso abordará las interacciones entre el lujo y la artesanía, así como su impacto en el diseño, la moda, el aparodismo, la gastronomía, los museos o la concepción de espacios comunes. Un debate visibilizado en ponencias de profesionales de la comunicación y el mundo empresarial.
Este anuncio llega pocos días después de que Barcelona haya incorporado dos eventos internacionales en su calendario de ferias, con el ICE, la primera feria de casinos y apuestas del mundo, y el LabelExpo, una de las citas más destacadas del sector de la impresión de embalajes y etiquetas que, hasta ahora, se había celebrado en Bruselas. El primer certamen se celebrará en enero, mientras que el segundo se ha programado en otoño. "Reforzamos la apuesta estratégica de la institución por acoger grandes eventos de primer nivel mundial", apunta Constantí Serrallonga.
En este sentido, el director general de Fira de Barcelona destaca cómo los nuevos encuentros "son una buena noticia para el tejido empresarial del país, la ciudad y su entorno, ya que su impacto puede generar grandes oportunidades económicas y tecnológicas". Barcelona ha superado a Madrid y París en la carrera final para acoger un salón del juego que, según cálculos de la organización, puede derivar en un impacto económico de 280 millones de euros. De hecho, la empresa organizadora, Clarion Gaming, ha reservado ya 40.000 noches de hotel en la capital catalana.