La economía catalana ha crecido un 0,3% a lo largo del tercer trimestre del 2022 según los datos publicados por el Instituto de Estadística de Catalunya (Idescat). La tasa ha superado la adelantada hace un mes cuando se pronosticó que el PIB solo crecería un 0,1% y se ha situado por encima del crecimiento español (0,2% según ha avanzado el INE) y ligeramente por debajo del crecimiento europeo (0,4%). La variación anual entre junio y septiembre ha sido del 4,3 %, siete décimas por debajo que el interanual del segundo trimestre.
La economía catalana se recupera a muy buen ritmo y es que en términos interanuales el crecimiento ha sido cinco décimas superior a la economía española (3,8%) y casi dos puntos más que el crecimiento registrado por la Unión Europea (2,5%).
Por sectores, se ha mantenido el comportamiento desigual por ramas de actividad. Se mantienen las tasas de crecimiento positivas en la construcción (3,6%) y los servicios (6,4%), mientras que la industria (-2,4%) y la agricultura (-16%) acumulan crecimientos interanuales negativos desde enero. En el caso de la industria, la caída se debe a la evolución negativa de la industria metalúrgica, química y textil. En contraste, la fabricación de maquinaria, caucho o materias plásticas han mejorado su producción.
La economía catalana ha crecido un 4,3%. Cifra cinco décimas superior al crecimiento español (3,8%) y casi dos puntos por encima del registrado por la Unión Europea (2,5%)
Uno de los motivos que explican la bajada de ritmo en el crecimiento es el bajón de las exportaciones. Si en el segundo trimestre aumentaron un 24,3%, la variación interanual en este tercero se redujo a un 10,5%. El turismo también ha reducido su ritmo de crecimiento y es que el consumo de los extranjeros en Catalunya entre julio y septiembre ha aumentado un 102,5% respecto al año anterior. Mientras que en primavera esta cifra se disparó hasta el 306,4%.
El consumo de las familias ha crecido un 1% en relación con el tercer trimestre de 2021, un punto y ocho décimas por debajo del trimestre anterior (2,8%) por el impacto de la inflación, que ha restado capacidad de compra a los hogares. En cambio, el consumo de las administraciones públicas ha registrado una tasa de variación positiva de un 1,7%, un punto más que entre abril y junio.