Abro la nevera de casa buscando el pastel de queso para el postre y no lo encuentro. Detrás de mí, mi mujer me enseña que lo tengo delante, a veinte centímetros de mi nariz, pero yo no lo veía. El tema termina con una sentencia lapidaria: "no encontrarías agua en el mar". Con el PIB de la agroalimentación pasa algo parecido: los economistas y otras personas de mucho saber no lo ven.
Renunciaré a decir nombres, pero no a comentar anécdotas relacionadas. Un profesor de economía me comenta la poca importancia del PIB en la agricultura, que solamente es el 1% sobre el global de la economía catalana. Yo le pregunto cuál es el PIB del sector automovilístico y, después de dudar, me dice que "quizás un 12%". No, es el 1,93%. Asisto a una conferencia sobre la economía catalana donde habla el representante de un anterior Govern. A la hora del debate abierto pregunto por el contrasentido de destruir la infraestructura de regadío por placas solares. El ponente, contrariado, me contesta diciéndome que por el 1% del PIB no piensa preocuparse. Repetidas veces, personas cualificadas, economistas y representantes políticos han comentado con desprecio o, simplemente desinformadas, el PIB de la agricultura. Sin embargo, sorprende la falta de información que acompañan estas opiniones.
"La industria alimentaria tiene un VAB a precios básicos del 3,07%. Ningún otro sector manufacturero está por encima de esta cifra"
De acuerdo con los datos proporcionados por el Idescat de 2021 (los últimos datos desglosados por sectores al momento de escribir este artículo), analizaremos el Valor Añadido Bruto (VAB) de los diferentes sectores manufactureros con relación al VAB total de la economía catalana. Adoptamos la macromagnitud VAB, que es la que nos ofrece este desglose y teniendo en cuenta que es un dato muy próximo al PIB y estrechamente correlacionado con él. Las conclusiones son las siguientes:
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El sector agroalimentario es el primer sector manufacturero, la industria alimentaria es la primera industria catalana y la agricultura está por encima de una larga lista de sectores (ver tabla).
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La industria alimentaria tiene un VAB a precios básicos del 3,07%. Ningún otro sector manufacturero está por encima de esta cifra.
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El VAB de la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca es el 0,93%. Sumando el conjunto de la agricultura con la industria alimentaria obtenemos el 4%, que es el valor del VAB agroalimentario.
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Por encima del 0,93% del sector primario está la industria química con el 2,43%, la fabricación de material de transporte tiene un VAB de 1,93%, la fabricación de productos metálicos el 1,40 %, la energía el 1,53% y los productos farmacéuticos el 1,35%.
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Aun así, por debajo del 0,93% de la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, hay los siguientes sectores: textil (0,91%), madera y papel (0,85%), artes gráficas (0,37%), caucho y plásticos (0,80%), fabricación con minerales no-metálicos (0,47 %), metalurgia (0,33%), productos informáticos y electrónicos (0,39%), materiales y equipos eléctricos (0,45%), muebles (0,52%), reparación de maquinaria y equipos (0,70%), potabilización y distribución de agua (0,33%).
Cabe preguntarse por qué hay cifras tan bajas en el VAB. La respuesta es sencilla: porque lo hemos convertido todo en servicios. El verdadero valor de un sector está en el clúster empresarial que le facilita los inputs y servicios diversos. En el caso de la agroalimentación, hasta el consumidor en el hogar y en el restaurante, el VAB se acerca a un tercio del gasto, un dato estimado a partir de los valores del consumo alimentario. Ciñéndolo a la producción, transformación y distribución, según datos publicados por Prodeca, el PIB agroalimentario sería el 19% de Catalunya.
Es necesario también darse cuenta de la gran transformación que se está produciendo en las estructuras del mundo agroalimentario. La industria alimentaria tiene un VAB a precios básicos del 3,07%. Ningún otro sector manufacturero está por encima de esta cifra. Por ejemplo, ¿una granja de un ganadero es sector primario, pero una de las muchas granjas que son propiedad de las integradoras son industria alimentaria? ¿Una cooperativa agraria que transforma y comercializa es sector primario o industria alimentaria? A pesar de que hay unas metodologías para delimitar, cada vez es más difícil afinar. Seguramente sería adecuado hablar del sector agroalimentario a la hora de realizar comparaciones.
El PIB de la captación, potabilización y distribución del agua es el 0,33%; ¿tendría sentido decir que por esta insignificancia de valor del VAB del agua no hay que preocuparse?
Pero hay que ir más allá del PIB. El sector primario es la base del conjunto de la economía, una realidad empresarial que gana la primera posición estratégica en el momento en que hay que hacer frente al cambio climático y sustituir los combustibles fósiles por productos renovables. Otro tema crítico es el agua. Sin agua no hay vida ni alimentos. Pero el PIB de la captación, potabilización y distribución del agua es el 0,33%. ¿Tendría sentido decir que por esta insignificancia de valor del VAB del agua no hay que preocuparse?
Independientemente del valor del PIB, el valor estratégico del sector primario es gigantesco y crítico. Hay una corriente creciente entre economistas que cuestionan la bondad del PIB por medida del valor. Mariana Mazzucato nos hace observar críticamente algo elemental: que solamente incluimos en el PIB aquello que tiene un precio en el mercado. Pero hay otras fuentes de valor tangibles e intangibles. El sector de la agroalimentación es una gran fuente de bienes públicos que no quedan medidos en este indicador.
Los datos son muy importantes. En este sentido, Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía en 2001, nos dice que lo que medimos afecta a lo que hacemos; y si nuestras mediciones son defectuosas, las decisiones pueden ser equivocadas. He expuesto a lo largo de este artículo mi sorpresa frente a la sostenida desinformación sobre el PIB de la agricultura y agroalimentación entre solventes economistas. Detrás del desconocimiento hay una actitud de lejanía y un cierto desprecio cultural respecto al sector primario. Por eso que merecería la pena que otros economistas me acompañaran a corregir esta desinformación.