Pobres pero fans de Netflix

La Fundación BBVA y el IVIE analizan las nuevas maneras de medición del bienestar que tengan en cuenta el trabajo en el hogar y el ocio

Netflix ya ofrece y produce contenido europeo, però no se conoce el porcentaje Netflix ya ofrece y produce contenido europeo, però no se conoce el porcentaje

Somos más ricos y queremos tener más tiempo para todo. Es el efecto riqueza del cual habla el catedrático de Análisis Económico de la Universitat de Barcelona (UB) Xavier Raurich. Participante de la jornada El valor del trabajo en el hogar y el ocio: ¿mide el PIB el bienestar en la sociedad digital?, organizada por la Fundación BBVA y el Instituto Valencia de Investigaciones económicas (IVIE) este martes en la sede de ADEIT en València, Raurich ha mostrado el ejemplo de lo que ha sucedido en los Estados Unidos, donde la sustitución entre tiempo de ocio y gasto en servicios recreativos explica el crecimiento de estos últimos.

Entre sus conclusiones, el profesor de la UB apunta que los consumidores con renta laboral alta disfrutan de menos tiempo de ocio pero destinan una mayor fracción en su gasto en servicios al ocio recreativo. "Sus actividades son intensivas en gasto, lo que se traduce en que los individuos con renta laboral alta van al cine una vez a la semana, pagan 10 euros por una entrada y quizás hasta compran palomitas. Las personas de renta laboral baja en cambio se pagan Netflix y destinan horas y horas a ver su contenido", ha explicado muy ejemplarmente el profesor.

La intervención del investigador del IVIE Ezequiel Uriel y de la profesora de la Universitat de València y también técnica del instituto valenciano Eva Benages ha concluido con el consenso que existe en afirmar que el PIB no mide adecuadamente el bienestar de la sociedad. En opinión de estos expertos para valorar el bienestar en lugar de utilizar el PIB, hay que fijarse en el consumo, que es la magnitud que se aproxima más a las condiciones de vida de las personas y, además, habría que ampliar esta magnitud para incluir también el consumo asociado en el ocio y la producción doméstica.

El seminari de l'IVIE i la Fundació BBVA | IVIE
El seminario del IVIE y la Fundación BBVA | IVIE

De este último tema ha hablado la economista Alicia Gómez Tello, quien ha avanzado algunos datos significativos de su estudio sobre análisis el uso del tiempo en la producción doméstica. Destaca la autora que el porcentaje de participación en el trabajo no remunerado es superior en mujeres (93,8%) que entre los hombres (79,4%) y que en el cómputo total de trabajo no remunerado es la mujer quien dedica más tiempo a las actividades no remuneradas. Además, lo hace en todas las franjas de edad.

Más estudios, menos diferencias de género

Con todo, el tiempo dedicado a actividades de trabajo no remuneradas acorta sus diferencias entre hombres y mujeres según aumenta el nivel de estudios: entre hombres y mujeres universitarias las diferencias son de sólo 1,5 horas, puesto que la mujer realiza 4,4 horas diarias de trabajo no remunerado y el hombre, 2,9 horas. En cambio, en los grupos de personas que sólo cuentan con estudios obligatorios la diferencia crece, pues la mujer realiza 5,2 horas diarias de trabajo no remunerado y el hombre sólo 2,4 horas.

La mujer es quien dedica más tiempo a las actividades no remuneradas en todas las franjas de edad

Las diferencias de género también se han evidenciado a partir de la ponencia de la profesora de la Universidad del País Vasco Matxalen Legarreta quien ha avanzado algunas de las conclusiones de un estudio sobre los cambios en el reparto del trabajo doméstico y de cuidados a lo largo de los últimos 25 años en el País Vasco. En este sentido, también ha destacado la desigualdad de género que existe en el trabajo doméstico, puesto que las mujeres dedican el doble de tiempo que los hombres a estas tareas. "Si unimos el trabajo remunerado y el no remunerado, las mujeres trabajan de media 7 horas más a la semana que los hombres", ha afirmado.

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