Proyectos que bailan

Proyectos e iniciativas más significativas que cuelgan de un hilo: la formulación del nuevo Govern

Un pleno del Parlament de Catalunya durante marzo de 2024 | ACN
Un pleno del Parlament de Catalunya durante marzo de 2024 | ACN
Enric Llarch | VIA Empresa
Economista
Barcelona
15 de Mayo de 2024
Act. 15 de Mayo de 2024

El nuevo gobierno de Catalunya y las mayorías parlamentarias que se puedan articular tendrán que decidir sobre multitud de proyectos e iniciativas impulsadas o simplemente gestionadas por el gobierno saliente. Más allá, podemos pensar que los acuerdos de investidura que eventualmente puedan producirse y leyes tan determinantes como las de presupuestos pueden generar como contrapartidas parar o impulsar proyectos al margen de la mayoría parlamentaria teórica. Todo ello mientras se mantengan estables las mayorías en Madrid. Un eventual cambio en estas mayorías podría hacer saltar por los aires toda clase de previsiones actuales.

 

Un eventual cambio en las mayorías en Madrid podría hacer saltar por los aires todo tipo de previsiones actuales

Sin ánimo de ser exhaustivos, hablemos aquí de unos cuantos de los proyectos e iniciativas más significativas en el ámbito económico y territorial.

1.- Hard Rock. El primero de la lista porque fue la excusa para no aprobar los presupuestos y hacer caer el gobierno de ERC. Se refuerza la mayoría parlamentaria a favor del complejo y de mantener la rebaja fiscal a las ganancias del juego aprobada hace diez años por PSC y CiU. Si hasta ahora el proceso administrativo había retrasado su aprobación, ahora todo puede acelerarse. Si es que la compañía, después de tantos años, continúa efectivamente interesada. Si no, y mientras propietarios y ayuntamientos estén interesados, otro proyecto de ocio vendrá a sustituirlo

 

2.- Aeropuerto. La ampliación se impondrá sobre la modernización. Aunque es un proyecto a diez años vista, las tesis de Aena finalmente obtendrán el visto bueno de la Generalitat, imprescindible si se quiere pasar el tamiz ambiental de Bruselas. Habrá, muy probablemente a cámara lenta, la conexión ya prevista del aeropuerto de Girona con Barcelona por alta velocidad, pero se mantendrá la equiparación de tasas aéreas entre Barcelona y Reus y Girona, lo que impide que estos dos últimos sean lo suficientemente competitivos. Esto, mientras el Prat no termine totalmente desbordado porque las cifras de pasajeros de este año parecen encaminarlo así. Aena desarrollará rápidamente la ciudad aeroportuaria en las 543 hectáreas que posee alrededor del aeropuerto. El famoso 22@ del Poblenou, para que nos hagamos una idea, tiene 200 hectáreas.

3.- Prolongación del 4º cinturón. Esta era una de las condiciones que en su momento impuso el PSC para aprobar los presupuestos del año pasado. En la llamada ronda de Sabadell ya había acuerdo, pero la Generalitat debía decidir si se hacía con un carril o dos por cada sentido. Ahora seguro que se optará por dos. En cuanto a la prolongación hasta Granollers, aunque no será una cuestión de cuatro años -y más teniendo en cuenta los 17 años de obras que les costó hacer el tramo Abrera-Terrassa-, el nuevo gobierno catalán se enfrentará a ello, aunque tendrá que soportar las quejas de muchos colectivos de la comarca.

4.- Desalinizadoras y agua regenerada. La alarma social que, una vez empeoró la sequía, provocó el retraso de las inversiones inicialmente previstas en desalinizadoras, hará que estas se mantengan, aunque el Estado, que es quien debía financiarlas -y luego recuperar la inversión con las tasas del recibo del agua- aún no las haya licitado. Lo mismo podemos decir del agua regenerada y de otras actuaciones complementarias para optimizar la captación de agua. Lo que sí es probable, sobre todo si sigue lloviendo, es que el nuevo gobierno quiera ahorrarse el coste de las anunciadas desalinizadoras móviles del puerto de Barcelona y de la Costa Brava

5.- Renovables. La apuesta del gobierno de ERC por la producción de energías renovables de forma descentralizada, pactada con los municipios directamente afectados y con eventual participación accionarial de sus habitantes, es una forma tan interesante como necesariamente lenta, especialmente en el contexto del retraso que soportamos. Probablemente, este marco de actuación se mantendrá pero sin promocionarlo demasiado. El objetivo será allanar el camino a los grupos inversores que quieren levantar grandes implantaciones para aumentar su rentabilidad. Sin embargo, la oposición de los vecinos de los municipios afectados seguirá siendo la misma que los años anteriores y veremos hasta dónde puede llegar un supuesto sprint de nuevas plantas de renovables. En cuanto a la recientemente constituida empresa L’Energètica, lo más probable es que no se cierre, pero se mantenga en mínimos, con la gestión de las instalaciones directamente públicas. En cualquier caso, no llegará a constituirse como operadora alternativa al oligopolio que domina la producción de energía.

6.- Tres chimeneas. Este era uno de los proyectos estrella del anterior gobierno para dinamizar la creación audiovisual en Catalunya. Era un proyecto de consenso, donde Sant Adrià, comandada toda la vida por los socialistas, era la beneficiaria inmediata. Disponibilidades presupuestarias aparte, el proyecto seguirá adelante.

7.- Línea 9. Este es un proyecto de dudosa rentabilidad, pero en el que las altísimas inversiones que, literalmente, se han enterrado en él han hecho que todos los gobiernos no hayan tenido ninguna duda en continuarlo mientras hubiera disponibilidad de recursos. Descartado para el año 2027 para finalizar el tramo central, veremos si el nuevo gobierno de la Generalitat llega a tiempo de poder hacer su inauguración efectiva

8.- Traspaso de Rodalies. Este compromiso arrancado al gobierno de Sánchez es probable que, mientras en Madrid continúe la aritmética parlamentaria actual, mantenga su curso. Sin embargo, hay que recordar que el gobierno de Montilla ya obtuvo un traspaso falso. Veremos qué pasa ahora si, como es más probable, el nuevo gobierno catalán no quiere incomodar mucho ni a Moncloa ni a los aparatos del Estado, como Adif y Renfe. Este último ya canceló unilateralmente la reunión prevista hace unos días con la excusa de la campaña electoral y ahora se verá más envalentonado para imponer nuevos retrasos y restricciones. En este momento, tenemos al ministro Puente acusando a los Mossos de no hacer su trabajo de velar por las instalaciones de los robos de cobre. Lástima que no haya recordado que en las líneas de los FGC apenas hay robos porque las instalaciones están mucho mejor protegidas.

9.- Limitación de los precios de los alquileres. Esta medida, tumbada inicialmente por el Constitucional cuando se aprobó en Catalunya fue sustituida por la normativa estatal, menos ambiciosa. Aun así, solo Catalunya la había empezado a aplicar. Veremos qué tipo de resultados da y, según cómo, no es imposible que se modifique o deje de aplicarse. Veremos si se mantiene el decreto ley aprobado de urgencia hace pocos días para regular los alquileres temporales y los de habitaciones, habitualmente ocupados por expatriados, y mirar de frenar así dos modelos que escapan al control de precios que establece la ley estatal por el derecho de la vivienda. El objetivo es que finalmente queden incluidos en la regulación de los precios de los alquileres. La creciente alarma social por los efectos no deseados del alud de expatriados puede contribuir a mantener esta nueva regulación.

10.- Rebajas fiscales. Será difícil que se opte por la supresión del impuesto de sucesiones, mientras no haya una decisión al respeto por parte del gobierno central. Los previsibles ajustamientos presupuestarios para volver a la senda de la austeridad que impone Europa, aunque mucho más matizada, lo impedirán. Tampoco parece probable una deflactación general de las tarifas del IRPF en el tramo que corresponde a la Generalitat, con el objetivo de no aumentar la presión fiscal real debido a los aumentos de ingresos derivados de la inflación. Otra vez, mientras desde Madrid no se adopte esta iniciativa en el tramo del Estado, aquí no se hará nada.

11.- Retribuciones de empleados públicos. A raíz de la crisis presupuestaria del 2010, los empleados de diferentes colectivos públicos -sanitarios, maestros, prisiones...- decidieron pulsar el acelerador de sus reivindicaciones, posiblemente también husmeando la debilidad de un gobierno en minoría. Buena parte de las reivindicaciones, sobre todo salariales, fueron atendidas. Algunas tenían que hacerse con los presupuestos que se tenían que aprobar para el 2024. A pesar del rechazo de los presupuestos presentados por el gobierno de Aragonès, todos los grupos se pusieron de acuerdo para aprobar una ampliación presupuestaria del 2023 que pudiera satisfacer los compromisos adquiridos. Ahora será difícil que haya nuevos conflictos relevantes a corto plazo ni mejoras en el personal de los servicios centrales de la administración de la Generalitat, donde los sindicatos se han conformado con las pérdidas de poder adquisitivo pactadas ya a nivel estatal a cambio, implícitamente, de mantener parte de la jornada semanal en régimen de teletrabajo.

12.- Subvenciones y cheques. El escenario de restricciones presupuestarias para los próximos años difícilmente hará que crezcan o se repitan determinadas políticas de repartidora, como el cheque escolar, ahora ya con un importe más reducido que el año pasado. Las subvenciones a los labradores por la sequía también recibieron cobertura con la ampliación presupuestaria que comentábamos antes y hay que pensar que, con la disminución de las restricciones en el uso agrícola del agua, también se acabarán.

Esto en cuanto a los proyectos y regulaciones con impacto económico que había hasta ahora sobre la mesa. Aun así, la política económica que requiere Catalunya tiene que ser mucho más ambiciosa que todo esto. O que el regreso a las viejas prácticas pujolistas o maragalianas, que podían ser razonables hace 30 o 40 años, pero que ahora tienen que ser mucho más innovadoras en un contexto económico y social mucho más adverso y cambiante.