¿Se le pueden poner puertas al campo (digital)?

Según la economista norteamericana Fiona Scott Morton, si hay competición, hay innovación

 La UE está adoptando un enfoque proactivo para garantizar mercados digitales justos, transparentes y contestables | iStock La UE está adoptando un enfoque proactivo para garantizar mercados digitales justos, transparentes y contestables | iStock

"Estados Unidos lleva cuarenta años retrocediendo constantemente en la aplicación de la competencia y permitiendo, cada vez más, conductas anticompetitivas". Así comenzaba la lección de economía que abría el curso 2022-2023 de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad Pompeu Fabra la economista norteamericana Fiona Scott Morton, este mes de noviembre. La regulación de los mercados digitales, la aplicación de la competencia, los cambios profundos experimentados en la nueva economía y los retos de futuro protagonizaron la ponencia impartida por la profesora de la cátedra Theodore Nierenberg de la escuela de Administración de Yale.

"En medio de este contexto de retroceso, la economía ha dado un salto adelante. Hemos pasado de "la economía industrial' a la 'nueva economía'", decía una Scott Morton que considera que, esta marcha atrás, mientras la economía ha continuado avanzando, ha creado un gran desajuste en Estados Unidos y, en menor medida, en Reino Unido y en Europa, por lo que "la nueva economía pide una mejora y una aplicación más vigorosa y estricto de la competencia".

En este nuevo panorama, hoy en día, existen más oportunidades para que los consumidores cometan errores, les sea difícil entender las ofertas financieras, evaluar la publicidad digital o realizar reclamaciones. Así, insistía, hace falta que tanto los tribunales, como los distintos agentes económicos, se actualicen para poder condenar determinadas conductas y adoptar nuevas teorías del daño.

Fiona Scott Morton, a la Lliçó d'Economia del curs 2022-2023 de la UPF | iStock
Fiona Scott Morton, en la Lliçó d'Economia del curso 2022-2023 de la UPF | Cedida

¿Por qué regular específicamente la economía digital?

 

Cuando los productos pueden cambiar muy rápidamente, o incluso cuando hay fuertes efectos de red, es difícil aplicar el derecho de la competencia. De esta forma, debe garantizarse que en la economía de mercado no haya empresas que puedan arrebatar al cliente la libertad de escoger. Y, aunque esto se da, sobre todo, en el ámbito digital, también hay que estar atento a los servicios y productos en los que la innovación es importante.

Un buen ejemplo de efecto de red es el motor de búsqueda de Google (Google Search). Hoy, si eres un fabricante de un teléfono Android, a cambio del software, debes poner todas las aplicaciones de Google en la primera página y la búsqueda de Google debe ser el motor de búsqueda exclusivo. ¿Qué significa esto? Que Google controla, casi por completo, las búsquedas de la gente en Internet. "Suponemos que a Google no se le permite tener un motor de búsqueda", comenzaba explicando. "Siempre podrían construir otro y venderlo, por lo que el monopolio seguiría", y los consumidores seguiríamos siendo rehenes de su voluntad.

¿Cómo resolver esta situación?

Hasta ahora, la regulación de la competencia era reactiva: "Has violado la ley. Y tienes una multa". Pero esto no ayuda a conseguir la competencia; tienes que dejar de hacer lo que hiciste. Para la profesora Scott Morton se necesitan "nuevos modelos y pruebas aportadas por los economistas, asumir riesgos por parte de las agencias, que los tribunales interioricen que los modelos responden a una realidad económica diferente, y que se entienda que la aplicación de la ley de la competencia no es antitecnológica".

Europa también lo ha entendido así. La nueva Ley de mercados digitales (DMA), que entrará en vigor en enero, pretende que los gigantes tecnológicos cumplan sus criterios de "gatekeeper" y que abran sus servicios y plataformas a otras empresas y desarrolladores. "El DMA cambiará profundamente el panorama digital", dijo la vicepresidenta ejecutiva Margrethe Vestager. "La UE está adoptando un enfoque proactivo para garantizar mercados digitales justos, transparentes y contestables. [...] Aquellas empresas que cuentan con una posición arraigada en los mercados digitales tendrán que demostrar que están compitiendo de forma justa". El reto será conseguir datos para que el regulador pueda evaluar correctamente la situación.

Para poner las cosas en contexto, en Estados Unidos, por ejemplo, existen algunas propuestas de ley al respecto que tienen un apoyo sustancial entre los demócratas, e incluso entre los republicanos. Pero los grandes lobbies empresariales están en contra y presionan con fuerza para que no prosperen y, con su poder, parece que así será. En el caso que nos ocupa, la ponente cree que "se podría evitar que Google compre posiciones exclusivas por defecto en los teléfonos de Apple y en sus propios teléfonos Android". Sea como fuere, ¿será Europa capaz de frenar los pies a estos gigantes tecnológicos que parece que todo lo pueden?

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