
Es costoso reivindicar una renuncia a la victoria como camino de la resoluciónde conflictos en medio de un contexto de guerra en Europa. Catalunya, como defiende la Declaración 2022 de la Casa Llotja, tiene una historia larga con esta tendencia. La que en palabras del que fuera conseller d'Empresa RamonTremosa es la "más importante aportación catalana a la historia del mundo", el Consolatde Mar , valora su trayectoria, desde la redacción de la primera normativa mercantil – el Libro del Consolat de Mar – en el siglo XIII, en un manifiesto en favor de los procesos de mediación como "herramienta óptima de resolución de conflictos"; reiterando un compromiso organitzacional con las herramientas de la negociación y el acuerdo para todos los sectores de la vida social y económica.
Tal como ha querido destacar la presidenta de la Cambra de Comerç de Barcelona MònicaRoca, la mediación va mucho más allá de la resolución técnica de desacuerdos en cualquier vertical. Según la líder empresarial, se trata de una "herramienta de progreso económico para el país", que hace eficiente la resolución de problemas mercantiles y empresariales y que no amenaza con romper las relaciones entre los implicados. Roca pone especial énfasis en el carácter equitativo de la resolución de conflictos mediante el arbitraje, un proceso que "si es exitoso, no tiene perdedores, solo ganadores". La defensa del consenso efectivo pide, en palabras de la presidenta del Parlamento de Catalunya Laura Borràs, un cambio cultural, una redefinición de lo que significa cerrar un litigio. "Antes de una mediación efectiva, las partes tienen que acordar que se tiene que llegar a un acuerdo", reflexiona Borràs.
Roca: "La mediación es una herramienta de progreso económico para el país"
La periodista RitaMarzoa argumenta, pues, que la mediación como procedimiento y como mentalidad es consustancial a las formas económicas de Catalunya. Según ha destacado en una ponencia durante la Declaración, el tejido empresarial del país ha encontrado su éxito "huyendo del conflicto y con una fuerte identidad". Para seguir este camino del funcionamiento económico catalán, el Consolat pretende erigirse en "el gran seductor de la mediación mercantil" – un proceso que pide formar a la empresa, los actores económicos y todos los sectores implicados en la cadena de valor del país en un modelo pacífico y acordado de resolución de conflictos. "El Consolat es el símbolo de la catalanidad hacia el mundo", declara Marzoa.
Pese esta tradición marcada en la economía y en el ser catalán que reivindican los ponentes, la mediación como modelo empresarial no está actualmente, como lamenta el Cónsol Major del Consolat JordiDomingo, en su mejor momento. Así, el dirigente reconoce que países como Australia, donde las negociaciones y el pacto se encuentran en el centro de la gestión económica, quedan "muy lejos de Catalunya". Así, Domingo reclama implicar todos los actores sociales en una concienciación en todo el territorio sobre "la importancia y trascendencia de sistemas pacíficos de resolución de conflictos" – una tarea que, afirma, tiene en el centro el Consolat del Mar. En un sentido parecido, el Secretario General del departamento de Justicia de la Generalitat de , Catalunya JoaquimClavaguera, establece la mediación cómo "uno de los pilares del modelo social que queremos construir". Esta forma de proceder, sin embargo, "es todavía demasiado poco conocida entre la ciudadanía, y tenemos que ayudar a difundirla", reclama el secretario.
Mediación y justicia
Tanto Borràs como Roca han reivindicado el papel de la mediación como una herramienta de asistencia hacia un sistema judicial colapsado. Enviar más casos de conflictos mercantiles a instancias judiciales – cuando, de hecho, se pueden resolver con una negociación profunda y de buena fé – puede contribuir no solo a una mejor salud del ecosistema empresarial, sino a que el trabajo de los tribunales mercantiles sea más sencilla y se reserve para aquellas instancias sin resolución por vías civiles. Una apuesta de la mano de la justicia por la resolución pacífica, sin embargo, pide toda una estructura normativa con qué, cómo lamenta Marzoa, no contamos. "Jurídicamente, estamos atrapados en el derecho mercantil español, que no apuesta por la mediación", critica la periodista. Este vacío es donde, opina, el Consolat puede encontrar una oportunidad para "converger con los grandes actores de mercado".
Borràs: "Que el Consolat de Mar continúe trabajando desde Catalunya con las herramientas de la paz"
Clavaguera ha aprovechado la tribuna para anunciar algunas de las medidas que, desde las administraciones catalanas, se instaurarán en el sentido de la reivindicación de los procesos mediadores. El gobierno inaugurará, cómo ha explicado el secretario, una Comisión de mediación y resolución de conflictos que aplique estos procedimientos a las mismas instituciones del país. También ha valorado la futura ley de prevención, gestión y resolución de conflictos, que ha calificado de "uno de los grandes proyectos de la legislatura" en materia de Justicia. A pesar de que el secretario general considera la catalana una "sociedad avanzada en materia de diálogo", pide la participación de todas las entidades de resolución de conflictos, así como de los agentes económicos y sociales, para "poner orden" en un sistema de resolución de conflictos demasiado basado en la confrontación.
El mar y la tradición catalana
La aceptación de la mediación como modelo prioritario de diálogo empresarial y social es también la reivindicación del rol en la historia catalana del Consolat de Mar. El Cònsol General, así, ha apresurado al país a ponerse como referencia una institución que en el territorio europeo cuenta con "el prestigio, el autoritas y la experiencia", que los coloca en una "extraordinaria posición en el mundo". En un sentido parecido la presidenta de la Cambra ha situado el impulso del Consolat como uno de los pilares de su etapa al frente de la organización empresarial. La Casa Llotja es, en palabras de Roca, el "símbolo del poder comercial y el desarrollo económico" de una Catalunya que ha sido precursora en la regulación del hecho empresarial.
Como recuerda el mismo Domingo, de hecho, el Consolat de Mar es "cuna reconocida del derecho marítimo internacional, precursor de la mediación y el arbitraje". El proceso de impulso de la mediación es, pues, un traslado a la sociedad catalana de un prestigio – una "veneración y reverencia", considera el Cònsol – que ya tiene la institución al conjunto del continente. Cómo recuerda la presidenta del Parlament, esta es una veneración que la sociedad y la cultura catalana ha tenido históricamente por el Consolat, y su restauración como institución de referencia significaría la reivindicación de un "espíritu negociador que deje de banda la belicosidad" históricamente catalán. "Que el Consolat de Mar continúe trabajando desde Catalunya con las herramientas de la paz, para hacer camino aquí y en todo el mundo", concluye Borràs.