La Real Academia de Ciencias Económicas y Fiscales (RACEF), encabezada por los catalanes Jaume Gil Aluja (presidente) e Isidre Fainé (vicepresidente), ha elegido el exdirigente popular José Maria Gil-Robles en el cargo de presidente de la sección de Ciencias Económicas, la de más relevancia de esta histórica entidad. Un nombramiento que ha generado una gran controversia interna.
La RACEF es la única de las reales academias adscritas al Instituto de España que tiene su sede en Barcelona. Todas las demás se encuentran en Madrid. Está integrada por cuarenta veteranas eminencias del mundo de la economía y la empresa entre las que destacan César Alierta (expresidente de Telefónica), Manuel Pizarro (expresidente de Endesa), Joan Hortalà (expresidente de la Bolsa de Barcelona), Antoni Pont (presidente de honor de Borges), Antoni Castells (ex consejero de Economía de la Generalitat) o Manuel Castells (ministro de Universidades hasta el pasado diciembre).
Pese a que su actividad académica pasa casi desapercibida, lejos de los focos de los medios de comunicación, en los últimos meses se han desatado varias tensiones internas. un ejemplo es la polémica elección de Gil-Robles. En realidad, ningún académico puso en entredicho sus méritos, ni esgrimió su pasado político –presidió el Parlamento Europeo (1997-1999) y formó parte de la ejecutiva del PP–, pero discrepan de las formas con las que ha llegado a la presidencia de una de las secciones académicas, hecho que lo convierte en miembro de la junta directiva.
Apuesta del presidente
En febrero del año pasado, el presidente de la RACEF, el economista Jaume Gil Aluja, designó a Gil-Robles como presidente interino de la comisión de Ciencias Económicas a raíz de la dimisión voluntaria de quien hasta entonces era su titular, Alfonso Rodríguez. Sin embargo, en la junta general extraordinaria que se convocó el 16 de diciembre del año pasado para cubrir esta plaza, se presentaron dos candidatos: el oficialista Gil-Robles y el alternativo Dídac Ramírez, exrector de la Universitat de Barcelona. Esto supuso una novedad en una real academia acostumbrada a que las decisiones se adopten por unanimidad. Ante este duelo, Gil-Robles comunicó por carta que se retiraba y, así, Ramírez quedó como único candidato.
No obstante, en la votación, reservada únicamente a los siete miembros de la comisión que estaban presentes, Ramírez obtuvo tres votos a favor y cuatro abstenciones. Una peculiaridad de esta real academia es que no contempla la posibilidad de votar 'no'. Cómo que Ramírez no llegó a la mitad más uno de los votos a favor, la junta de Gil Aluja vetó su nombramiento.
En aquella sesión, Joan Hortalà propuso que se abriera un "periodo de reflexión" antes de volver a convocar otra junta para votar este cargo.
Según las actas y la documentación a la que ha tenido acceso VIA Empresa, el 7 de abril pasado, la junta de Gil Aluja volvió a comunicar el nombramiento de Gil-Robles como presidente de la comisión, si bien con carácter interino.
Tanto Dídac Ramírez cómo Alfonso Rodríguez -expresidente de la comisión y, por su condición de académico más antiguo, presidente de la mesa electoral- presentaron sendos recursos de reposición para anular el nombramiento de Gil Robles.
El presidente de la mesa electoral de la RACEF discrepa del proceso seguido por la junta de Jaume Gil Aluja
En uno de estos recursos, Alfonso Rodríguez señala, en calidad de presidente de la mesa electoral, que Ramírez debía proclamarse presidente de la comisión en cumplimiento de los estatutos de la RACEF. Como establece el artículo 18 del reglamento de régimen interior, si ningún candidato obtiene la mitad más uno de los votos a favor, se debe ir a una segunda votación y, si tampoco lo consigue, a una tercera, en la que se proclamará el candidato que se imponga por mayoría simple. Por lo tanto, el presidente de la mesa electoral mantiene que se debía proclamar a Ramírez, todavía más para ser candidato único, pero no se efectuó ninguno otra votación.
En un informe posterior firmado por el secretario de la RACEF, Josep Maria Coronas, que también lo es de la Fundación La Caixa, desestima los anteriores recursos y aboga por resolver el conflicto mediante la convocatoria de una nueva junta general extraordinaria.
El conflicto perdura
Finalmente, en la junta general celebrada el pasado 16 de junio, se eligió a Gil-Robles, el único candidato que se presentó en esta ocasión. No obstante, fuentes académicas apuntan que con ello no se acaba el conflicto porque Dídac Ramírez y Alfonso Rodríguez mantienen las reclamaciones. No se descarta que recurran a otras instancias administrativas.
Estas fuentes califican "de insólito" que se acabe eligiendo a un académico que rechazó por carta presentarse en la primera votación del pasado diciembre. Recalcan que no tienen nada contra Gil-Robles, si bien consideran inapropiades "las formas" que se han seguido para elegirlo.
Últimas voluntades de Llorenç Gascón
No es la primera vez que afloran tensiones. El directivo empresarial y académico Llorenç Gascón, fallecido el 30 de agosto pasado a la edad de 92 años, dirigió una carta manuscrita a esta real academia, de la que fue vicepresidente hasta poco antes de su deceso. A manera de últimas voluntades, mediante este escrito, designó a los cuatro académicos que debían pronunciar los discursos en la tradicional "sesión necrológica" que se dedicaría a su memoria. Los escogidos fueron Joan Hortalà, Josep Maria Coronas, Joan Tapia (exdirector de La Vanguardia y actual articulista de El Periódico) y José Daniel Barquero (fundador de Strategic Economic Relations, SER).
Fuentes próximas a Gascón atribuyen este manuscrito a un supuesto intento de evitar el discurso de Gil Aluja, con el que no guardaba la mejor de las relaciones. Por tradición o costumbre, en las sesiones necrológicas siempre interviene el presidente de la Real Academia y tres académicos más, pero, al dejar por escrito "el deseo y voluntad" de quiénes tdebían ser los cuatro ponientes, lo dejó fuera.
Veinte años de presidente
Jaume Gil Aluja (Reus, 1936) lleva veinte años en la presidencia de la RACEF. A punto de cumplir 86 años, todavía no ha anunciado si piensa presentarse a las elecciones previstas para finales de 2023.
Isidre Fainé (Manresa, 1942) es académico desde 1992 y vicepresidente desde 2020. Precisamente, en diciembre pasado renovó en este cargo con quince votos a favor y tres abstenciones. El hecho de que no consiguiera la unanimidad se interpretó cómo un toque de atención.
Las fuentes consultadas reconocen que, como otras reales academias con miembros vitalicios, la carencia de renovación la ha convertido en una instancia con escasa incidencia en el mundo económico pese al currículum de sus académicos.
De sus cuarenta miembros, solo cuatro son mujeres: Amparo Moraleda (consejera de Caixabank, Airbus y Vodafone), Isabel Estapé (consejera de Naturgy y patrona de la Fundación La Caixa), Montserrat Guillén (catedrática de la UB) y Ana María Gil Lafuente (catedrática de la UB, hija de Jaume Gil Aluja).