El Port de Barcelona movió unos 23,9 millones de toneladas durante el primer tercio del año. La actividad a la infraestructura barcelonesa registró entre enero y el abril un aumento de la actividad el 9,1% si se compara con el mismo periodo del año anterior. El ligero retroceso de las exportaciones, del 2,2%, se ve compensado por la aceleración de las importaciones y los tráficos, que registran una subida interanual del 14,1% y el 12,6 % respectivamente.
Las cifras del puerto apuntan hacia un ligero retroceso en el tráfico de contenedores, que se reduce en un 3,8% si se compara con el mismo periodo de 2021, hasta los 1,17 millones de toneladas. El organismo argumenta que el principal efecto para este retardo ha sido el descenso de los contenedores llenos de exportaciones, que han caído un 8,6%; una bajada que no ha podido amortecer el aumento del 10% en los contenedores llenos de importaciones.
En los productos específicos, destaca el tráfico de líquidos a granel, con 5,5 millones de toneladas transitadas por las instalaciones portuarias, un crecimiento del 47,1%. En el caso de los hidrocarburos se registra un aumento general próximo al 50 %; que se dispara hasta el 100% si se observa el tráfico de gasolina y gas natural, por el 94% de los biocombustibles. En total, el Puerto ha visto pasar unas 623.661 toneladas de carburos.
También destacaron los líquidos en tráfico, con cerca de 2,6 millones de toneladas, un crecimiento del 87,5 % comparado con el año anterior. En esta categoría también destacan la gasolina y los biocombustibles, un factor que "refuerza el papel del Port de Barcelona como hub de la Mediterránea" en este tipo de productos. En el caso de los sólidos, con un tráfico total superior a los 1,5 millones de toneladas, el organismo registra un crecimiento especialmente destacado de cereales y harinas (82,6%); a pesar de que la vertical que más se ha disparado ha sido la de las potasses, con un crecimiento del 261,3%.