La demarcación de Barcelona recibió a cerca de 26 millones de turistas durante el 2023, un 12,3% más que el año anterior, según datos del Observatorio del Turismo de Barcelona. Este conjunto de visitantes realizó 99 millones de pernoctaciones y generó un impacto económico directo de 12.418 millones de euros, un 21% interanual más y el triple que en 2021, afectado por las restricciones de la pandemia. Sin contar la capital catalana, hasta 10,3 turistas (+7,1%) generaron un gasto de 2.742 millones, un 5,8% más que en 2022.
La diputada de Turismo de la Diputación de Barcelona, Abigail Garrido, indicó que los datos constatan el peso del turismo para la economía y la "importancia de cuidarlo por ser un sector estratégico en crecimiento". Las cifras incluyen el total de personas no residentes que pernoctaron en cualquier tipo de alojamiento (incluidos los no turísticos). En relación con el impacto económico, los datos tienen en cuenta el gasto en alojamiento y estancia (comidas, ocio o transporte, entre otros). Garrido también ha indicado que la Diputación "trabaja para promover un turismo sostenible que garantice el equilibrio entre el crecimiento económico local y la protección de los recursos naturales y culturales".
El Observatorio del Turismo de Barcelona está integrado por el Ayuntamiento de Barcelona, la Diputación de Barcelona, la Cámara de Comercio y el consorcio Turisme de Barcelona. El 70% de la ciudadanía de Barcelona opina que el turismo beneficia a la ciudad, pero un 23% considera que es perjudicial, porcentaje que ha subido desde el 17,3% del año 2022, según la Oficina Municipal de Datos. Casi el 80% de los encuestados cree que el turismo genera oportunidades económicas y de trabajo para la ciudadanía de la capital catalana, y un 56% dice que el sector es la principal fuente de riqueza de la ciudad. El informe se ha elaborado de acuerdo con 1.859 encuestas realizadas entre la primavera y el otoño pasadas, y apunta a que el turismo sigue siendo visto como la principal fuente de riqueza de la ciudad por un 56,6% de la población.
Mientras que el principal beneficio del turismo que se destaca es el aporte económico que representa, aquellos que lo ven negativamente lo hacen por ser un factor que influye en el aumento de los precios y, como primer motivo, por la masificación de algunos espacios. En este sentido, zonas como la Rambla, Sagrada Família, plaza Catalunya, Passeig de Gràcia o el frente marítimo se apuntan como espacios de la ciudad que una parte de los encuestados han dejado de visitar por la presencia de turismo. La población consultada prefiere a turistas que lleguen a la ciudad por motivos formativos, profesionales o deportivos y culturales, antes que visitantes de cruceros, que tienen más personas detractoras que partidarias.