Vacaciones sin hoteles

Pisos turísticos, campings o casas rurales son los reclamos para los viajeros que optan por alojamientos alternativos

Las alternativas en los hoteles han existido siempre, con o sin economía colaborativa | iStock Las alternativas en los hoteles han existido siempre, con o sin economía colaborativa | iStock

Pisos turísticos, campings, autocaravanas, casas rurales... existen múltiples alternativas para viajeros que no se quieren alojar en un hotel tradicional. Las nuevas tecnologías han favorecido la aparición de plataformas digitales que conviven con modelos turísticos más tradicionales, como por ejemplo los campings, se han ido adaptando a los nuevos tiempos. Todo ello ha hecho que hoy sea mucho más fácil hacer vacaciones sin hoteles. Repasamos algunas de las opciones de alojamiento extrahoteler más populares y originales.

Alojarse en casa de alguien

La eclosión de la economía colaborativa ha hecho surgir plataformas de homesharing , tendencia que ha ido creciente y consolidándose entre los viajeros que buscan opciones económicas o, sencillamente, la oportunidad de compartir experiencias con los locales.

Dentro del homesharing hay diferentes opciones. El más trueque consiste a dormir de balde en casa de alguien con una cama o un sofá disponible. Se puede encontrar a través de Couchsurfing, plataforma que pone en contacto una red de viajeros que quieren conocer la cultura local y gastar poco. Couchsurfing es una comunidad de hospitalidad global con 14 millones de usuarios en más de 200.000 ciudades.

Couchsurfing es una comunidad de hospitalidad global con 14 millones de usuarios en más de 200.000 ciudades

Otra opción es el intercambio de casas, en la que uno se aloja en la casa de alguien y este alguien al mismo tiempo se aloja en casa tuya. En este caso, hay varias plataformas que funcionan para poner en contacto los propietarios de las viviendas, como Intervac, IntercambiodeCasas u HomeforHome.

La tercera opción de homesharing , la más conocida y también polémica, es la que ha popularizado Airbnb. En este caso se trata de alquilar por unos días un piso o una habitación directamente a un particular.

Pisos turísticos polémicos

Este modelo ha dado pie a la picaresca de los pisos turísticos, cuando muchos propietarios de pisos han visto que los salía más por anticipado alquilar las viviendas a turistas que no a residentes de larga duración.

Según un estudio de Fotocasa del 2017, 8 de cada 10 propietarios cree que un piso turístico los compensa más que el modelo de alquiler residencial. Este fenómeno ha comportado controversia y malestar entre los vecinos por la masificación turística en algunas zonas, como es el caso de Barcelona.

En este sentido, Airbnb ha explicado a Vía Emprendida que está trabajando junto al Ayuntamiento de Barcelona "para demostrar que somos parte de la solución" y garantizar "que el homesharing crece de manera responsable".

El pasado 1 de junio pusieron en marcha una herramienta para "ayudar los anfitriones a seguir las normas locales de turismo en Barcelona y Cataluña". A través de esta herramienta, los nuevos usuarios tienen que indicar antes de compartir ningún alojamiento si este está registrado. También se ha implementado una casilla para identificar los números de licencia de las casas de uso turístico. "Queremos reglas claras y justas para compartir la propia largo, que distingan entre personas corrientes y profesionales". Añaden que "Barcelona y Cataluña encara no tienen reglas claras diseñadas para las familias locales que comparten sus viviendas".

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Según explican desde Airbnb, desde febrero de 2017 han eliminado más de 5.000 operadores comerciales ilegales.

Menos pernoctacions a pisos turísticos

Durante este verano, no obstante, las pernoctacions en apartamentos turísticos se han reducido un 7,6%, según datos del Instituto Nacional de Estadística correspondientes al mes de julio de 2018.

En concreto, las pernoctacions de personas procedentes de fuera del Estado español cayeron un 9,3%, mientras que las de los catalanes y españoles se redujo un 4,2%. La estancia mediana se recortó un 3,8% respeto el junio del 2017, y se situó en 6,2 pernoctacions de media por viajero. Por la contra, los precios aumentaron un 2,7%.

De campings a parques de vacaciones

En el sector del camping y las autocaravanas, que son una alternativa a los hoteles de larga tradición, también han detectado un ligero descenso de la ocupación este verano. Así lo reconoce Miquel Gotanegra, presidente de la Asociación de campings de Girona y Cataluña, que explica que en 2017 "fue muy bueno" pero que "no se puede crecer indefinidamente". Atribuye este fenómeno al hecho que "la oferta se ha ampliado" y otros destinos están atrayendo visitantes, como por ejemplo Croacia, Grecia o Marruecos.

Según Gotanegra, países como Francia, Bélgica, Países Bajos o Alemania tienen mucho costumbre de ir de campings y, de hecho, gran parte de los viajeros que se alojan en los 315 campings catalanes provienen de estos países: un 90% en el caso de las comarcas de Girona y ligeramente inferior al resto de Cataluña, donde hay en total 300.000 plazas de camping. Por el presidente de la asociación de campings, el gran reto del sector "es que se nos conozca en casa nuestra".

Gotanegra: "Hoy en Cataluña podemos presumir de campings, han entrado al siglo XXI"

Por eso, Gotanegra explica que los campings se han adaptado a las nuevas necesidades de los viajeros y que han sabido transformarse para convertirse en "auténticos parques de vacaciones". Hoy en día ofrecen todo tipo de experiencias vinculadas a la natura, como observatorios astronómicos, clubes de vela o enoturisme. "Hoy en Cataluña podemos presumir de campings, han entrado al siglo XXI".

Los usuarios de campings responden a dos perfiles diferentes, por un lado los seniors, que viajan fuera de temporada y hacen largas estancias; por otra, el público familiar que se mueve en temporada alta. Según Gotanegra, en los dos casos se trata de un tipo de visitante "que busca unas vacaciones diferentes" a las que hace quién opta por los pisos turísticos.

Casas rurales, granjas y monasterios

Las casas rurales se incorporaron dentro de la oferta extrahotelera en Cataluña relativamente tarde, hacia los años noventa, pero desde entonces se han convertido en una opción muy bien y un sector turístico estratégico para las comarcas de interior y de montaña. Y bajo la estrella del turismo rural han salido variantes como por ejemplo la agroturisme, las estancias en granjas donde se puede combinar una actividad vinculada con el mundo agrícola y rural. El turismo rural presenta un alto grado de implantación y de penetración en el mercado catalán, con más de 2.000 establecimientos registrados a la Dirección general de Turismo de Cataluña.

En Cataluña hay 2.000 establecimientos de turismo rural y 13 monasterios donde alojarse

En esta línea, en Cataluña hay la opción también de alojarse en monasterios. Este alternativo llamamiento todavía un turismo bastante minoritario, pero constituye una opción muy económica para conocer el territorio, puesto que hay 13 monasterios diseminados por las comarcas catalanas en entornos naturales singulares. Entre los más importantes hay el Monasterio de Poblet, que ofrece alojamientos sólo para hombres dentro del recinto monástico, pero abierto a todos los públicos al hostatgeria externa que se construyó en 2010.

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