Al trabajo, a medio gas
Al trabajo, a medio gas

Al trabajo, a medio gas

Algunas empresas vinculadas a la industria y a la construcción levantan persianas, mientras otras se mantienen cerradas por la falta de medidas preventivas

Sin todo el material a punto, y aún menos para todo el mundo, Catalunya se ha levantado esta mañana con cerca de 500 voluntarios de Cruz Roja y centenares de voluntarios de asociaciones municipales de Protección Civil repartiendo el 1,7 millones de mascarillas que envió el Gobierno para los trabajadores de servicios no esenciales que hoy tenían que volver al trabajo después de 15 días de restricciones laborales. Después de una Semana Santa inusual y totalmente inédita, algunas empresas han levantado sus persianas a medio gas. Otras, han preferido no abrir en no disponer de todos los recursos necesarios para garantizar la seguridad de sus empleados. Mientras tanto, volvían a salir los datos del día anterior con un leve repunte de los muertos por covid-19 -567 que ya suman un total de 18.056- y con 3.045 infectados más, que elevan la cifra a 172.541.

Més info: Un desconfinamiento "improvisado e irresponsable"

Ya lo auguraba el presidente de Pimec, Josep González, cuando la semana pasada decía que los empresarios pasarían los días festivos con muchos dolores de cabeza y preocupaciones" porque "es una irresponsabilidad no darnos normas claras para poder trabajar de manera segura". La suya es sólo una de las muchas voces que advertían de que volver a la normalidad sin tests ni EPIs no era una medida prudente. Primero fue el Govern quién pidió al Ejecutivo de Pedro Sánchez por activa y por pasiva que no levantaran las restricciones laborales. Lo siguió el presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, Joan Canadell, que avisaba de que si los tests y los EPIs no llegaban antes, "la crisis sanitaria puede tener un rebrote de aquí a 15 o 20 días".

¿Hacer Pascua antes de Ramos? Precisamente el lunes de Pascua, el secretario general de UGT en Catalunya, Camil Ros, pedía que "el transporte público no sea una fuente de contagio", así como que se "vele para que las empresas, sean grandes o pequeñas, garanticen la seguridad y los EPIs necesarios". A él, se añadía el líder de CCOO en Catalunya, Javier Pacheco, que exigía que la inspección de trabajo y las fuerzas de seguridad "tengan la capacidad competente de hacer la vigilancia del cumplimiento de las normas de seguridad y sanitarias para evitar los contagios a las empresas" para, de este modo, "poder garantizar que no haya ninguna actividad que ponga en riesgo a ningún trabajador".

Canadell, la semana pasada: "La crisis sanitaria puede tener un rebrote de aquí a 15 o 20 días si no llegan los tests y los EPIs"

También el secretario general de Cecot, David Garrofé, lamentaba que esto "no se ha hecho bien, vamos demasiado improvisados" y advertía que "las empresas sólo trabajarán si tienen los medios preventivos y, a la vez, proveedores y clientes también activos". Justamente por eso, la patronal de Terrassa considera que el retorno "será progresivo y lenta". Mientras tanto, el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, señalaba que hay que tener en cuenta que, quizás los tests, que es la herramienta para que podamos tener el máximo de seguridad, todavía no están al alcance de todo el mundo".

Un diálogo urgente

Ante esta situación, también el lunes de Pascua, los dos sindicatos mayoritarios de Catalunya pedían la constitución urgente de una mesa de diálogo social. Después de asegurar que "el país necesita salir de la crisis sanitaria y económica con acuerdos entre los agentes sociales y el gobierno para reactivar la economía y el trabajo", CCOO y UGT se dirigían al Govern y a los presidentes de Foment del Treball y Pimec para proponer la constitución de una mesa tripartita de concertación social.

CCOO y UGT: "Hay que llegar a acuerdos para garantizar el cumplimiento de las medidas de protección de la salud, reforzar las coberturas laborales y preparar la reanudación esglaonada y responsable de la actividad productiva"

El objetivo, común, es llegar a acuerdos "para garantizar el cumplimiento de las medidas de protección de la salud en el trabajo, reforzar las coberturas laborales y preparar la reanudación esglaonada y responsable de la actividad productiva". Un retorno que se tiene que garantizar totalmente como seguro. Precisamente en este sentido, UGT y CCOO de Seat registraban ayer una denuncia ante la Inspección de Trabajo pidiendo que la reincorporación de parte de la plantilla a su puesto de trabajo se negociara y acordara con los representantes de los trabajadores para poder establecer, así, "un plan de contingencias que garantice la salud de la plantilla".

Según el comunicado conjunto de los sindicatos, el pasado sábado, la dirección de Seat enviaba una nota a su plantilla que trabaja en áreas directas no atadas a la producción -y que hasta ahora estaban teletrabajando- comunicándoles que la intención de la empresa era "reincorporarlos a trabajar físicamente de forma esglaonada a partir del 13 de abril con una serie de medidas de prevención". Una decisión que, afirman UGT y CCOO, ha tomado "de manera unilateral" la compañía porque aseguran que en ningún momento se han puesto en contacto con ellos.

Un giro de criterio

De hecho, los sindicatos lamentan que, en no haberse producido esta reunión, "no podemos garantizar las medidas propias de un plan de contingencia para velar por la seguridad de la plantilla", una plantilla que, insisten, puede realizar su trabajo desde casa. Visto esto, el comunicado recrimina a la empresa que les parece una "irresponsabilidad" que hayan "cambiado de criterio en cuanto al trabajo a distancia".

Fecavem propone habilitar baños para el personal externo y prohibir la entrada a los empleados de la empresa para garantizar "el control y la limpieza adecuada"

Mientras tanto, y según ha podido saber VIA Empresa, Seat tiene previsto arrancar la producción el próximo 27 de abril, motivo por el cual los sindicatos se reunirán con la empresa para acordar conjuntamente las medidas que hay que tomar para garantizar la salud y la seguridad de sus trabajadores de acuerdo con las medidas pactadas por Fecavem, CCOO, UGT y el Gobierno español. Medidas que recomiendan tomar la temperatura a los empleados en la entrada y salida de la empresa o la fábrica porque, si el trabajador se presenta con un estado superior a los 37,5 grados, tendrá que volver a casa.

Además, la patronal propone habilitar baños para el personal externo y prohibir la entrada a los empleados de la empresa para garantizar "el control y la limpieza adecuada", así como elaborar una lista del personal con las patologías previas de cada trabajador para ver si puede ser susceptible "de elevar el nivel de riesgo" de contraer el coronavirus. También proponen tener las puertas del establecimiento abiertas para evitar el riesgo de contagio y, sobre todo, mantener las distancias de seguridad y utilizar mascarillas.

Y un retorno extraño

Después de un mes de confinamiento, después de una Semana Santa extraña y confusa, y después de 15 días de restricciones laborales totales para los servicios no esenciales, Catalunya ha vuelto a registrar un incremento de la demanda eléctrica después de cuatro semanas a la baja. Según los datos facilitados por Endesa, el consumo a las once de la mañana ha sido un 4,9% superior respecto al martes 7 de abril. Aún así, todavía es un 26,7% inferior a la registrada el pasado 3 de marzo, cuando todavía no se había decretado el estado de alarma.

En toda la Península, el crecimiento en el consumo de energía eléctrica ha sido más acentuado. Según datos de Red Eléctrica, la demanda de este martes a las 11 de la mañana ha sido un 7,2% más alta que la semana pasada. A pesar de todo, la demanda es todavía un 23,93% inferior a la registrada antes de que se decretara el confinamiento. Y es que hoy, algunos sectores vinculados a la industria y a la construcción, volvían al trabajo y esto se ha notado.

La demanda de energía eléctrica en Catalunya vuelve a crecer después de cuatro semanas a la baja

Según ACN, las obras del túnel del Coll de Lilla, correspondientes a la A-27 entre Valls y Montblanc, se retoman de forma inmediata, mientras que las constructoras del Puerto de Tarragona están retomando la actividad entre el martes y el miércoles. Concretamente, las rehabilitaciones del antiguo edificio de la Autoridad Portuaria y del Museo del Puerto, las del edificio de los estibadores, las del vial interior del Moll de la Química y el desdoblamiento de la vía ferroviaria al Moll de Castella.

Muchas empresas y polígonos empezaban hoy un retorno extraño al trabajo. Aún así, la afluencia en el metro no ha notado el retorno de los trabajadores esenciales y ha sido un 6% inferior a la última semana de marzo, mientras que el descenso de usuarios en Rodalies se ha mantenido superior al 91% y los convoyes de FGC han ido por debajo del 33% de ocupación. Las recomendaciones, de hecho, eran claras: evitar, dentro de lo posible, ir al trabajo en transporte público. Un retorno extraño que se ha tenido que abordar en forma de acuerdo entre agentes sociales y Govern para garantizar una puesta en marcha lo más segura posible ante el levantamiento de las restricciones laborales. Pero el problema todavía continúa: no hay material para todo el mundo y no todo el mundo podrá tener una puesta en marcha de su actividad en igualdad de condiciones.

En el País Valencià, vuelta escalonada

La economía valenciana ha vuelto a la actividad de manera "progresiva y escalonada", según los datos recogidos por la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV), que apunta que la vuelta al trabajo en los sectores productivos no esenciales está siendo "heterogénea, escalonada y progresiva". Según han recogido, en el primer día, de menor a mayor grado de reinicio, destaca la automoción, sector donde muchas empresas se mantienen cerradas. También en el azulejo y la madera-mueble que, de momento, el reinicio de su actividad ha sido inferior al 25% de la actividad ordinaria. En cuanto al téxtil, la actividad se ha retomado en menos de un 50%, y en el metal en un 52%.

Por otro lado, en el sector de la construcción, apuntan que la vuelta a la actividad está siendo "más dispersa", centrándose el grado de reinicio entre el 50 y el 75%. Sin embargo, hay empresas que todavía no han reiniciado su actividad. En sectores como el calzado el 50% de las empresas se mantienen cerradas, mientras en el sector del juguete y el plástico el reinicio ha sido entre el 50 y el 75%. Finalmente, las ramas primarias, agroalimentarias, química, fritas y esmaltes están funcionando próximas al 100% o incluso a pleno rendimiento.

Son resultados del sondeo realizado por parte de la CEV a las asociaciones sectoriales y territoriales, en el cual han coincidido a destacar que "no ha habido incidencias y han mostrado su compromiso en el cumplimiento de los protocolos de seguridad establecidos con motivo del covid-19".

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