Los Baby Boomers (1949-1968), la generación X (1969-1980), los millennials (1981-1993) y la generación Z (1994-2010) han sido bautizados por los investigadores para estudiar su comportamiento sociológico y antropológico, así como su interacción, los recursos económicos disponibles y su relación con la tecnología. Sin embargo, recientemente ha surgido la gran sorpresa: hay una microgeneración atrapada entre los millennials y la generación Z que debe tenerse en cuenta y se llama zillennial. Y atención, pueden ser una "mina de oro" en todos los sentidos. Es imprescindible conocerlos a fondo.
¿Por qué es importante adentrarse en el mundo de los zillennials? En primer lugar, para entender que han nacido entre 1993 y 1998 y se definen como "demasiado jóvenes para relacionarse con los millennials y demasiado mayores para relacionarse con la generación Z". Por lo tanto, existen desde la definición de sí mismos como zillennials, hasta relacionarse con un compañero de trabajo que lo es, o también una pareja, un familiar o una amistad. Un ejemplo aclaratorio: si los más mayores pueden relacionarse con un Walkman y los más pequeños con un iPod, los zillennials serían un reproductor de MP3 atrapado en plena evolución.
Los zillennials se definen como "demasiado jóvenes para relacionarse con los millennials y demasiado mayores para relacionarse con la generación Z"
"El uso de las generaciones es un tema sociológico de identificación externa que resulta útil para la sociedad, aunque puede agrupar perfiles muy diferentes", señala Xavi Sala, responsable de marketing de Prosperity Digital. "Cada generación tiene un alcance de 15 a 20 años, pero la transformación digital ha provocado que surjan subsegmentos entre el gran salto que hay con los millennials y la generación Z". Es decir, los zillennials se criaron antes del nacimiento de los smartphones, pero también han vivido la explosión definitiva de la parte digital.
El gran rasgo distintivo tiene que ver con el poder adquisitivo, ya que muchos de ellos tienen actualmente entre 27 y 30 años y mayoritariamente viven con sus progenitores. "Tienen trabajos relacionados con la creatividad, el diseño, la comunicación, el marketing y con gustos muy refinados", continúa Sala. Un rasgo que también pueden compartir con los más jóvenes, como el gusto por las oficinas flexibles y los espacios abiertos. "Prohibido ubicarlos en una oficina oscura -similar a un sótano- o que se conoce con el término de old school", aconseja el experto.
"A grandes rasgos, se puede considerar que los zillenniales son los principales impulsores de la transformación de los modelos de trabajo y defienden que cuestiones como el bienestar y la salud mental sean una prioridad en todo tipo de compañías", explica Óscar Cebollero, director de Perm Recruitment de Hays en el Norte, Este y Sur de España. "Son perfiles exigentes y que buscan un proyecto sólido en el que realmente se les ofrezcan oportunidades de desarrollo profesional. Por eso, es imprescindible ofrecer un plan de carrera realista que motive al profesional, especialmente ahora que su incorporación al mercado laboral es muy reciente ".
La autenticidad, como gran valor
A pesar de crecer en un mundo influenciado por las redes sociales, muchos zillennials tienden a valorar la autenticidad y la conexión humana por encima de la parte superficial. Tienen una gran conciencia social y política, y sobre todo luchan por la igualdad de género, la diversidad y la sostenibilidad. También apuestan por combinar la vida profesional con la personal y les gusta emprender. Siempre que pueden, disfrutan de experiencias multiculturales y viajan por el mundo.
Si los más mayores pueden relacionarse con un Walkman y los más pequeños con un iPod, los zillennials serían un reproductor de MP3 atrapado en plena evolución
Por último se trata de la generación que ha crecido en los felicos 2000 durante la infancia, con un giro de 180 grados durante la adolescencia, debido a vivir en primera persona la crisis financiera de 2008 y todo lo que significó. Posteriormente, la aparición de pandemias y guerras les han hecho más precavidos en términos de gastos y deudas.
Esto significa que gran parte de los consumidores jóvenes no pagan ni alquiler ni hipoteca. Si añadimos que muchos ya tienen unos ingresos estables y que han crecido con Internet, los zillenniales son compradores expertos con mucho dinero disponible. Y las empresas de consumo lo tienen claro: los zillenniales son una mina de oro a tener en cuenta y, en época de Black Friday y Navidad, aún más. Bienvenida migrogeneración que tiene mucho que decir.