El Instituto de Estudios Financieros (IEF), con la colaboración de la consultoría financiera Altria Corpo, ha presentado los resultados del Tercer Barómetro Empresarial de Fintech y Financiación alternativa. En el estudio se destaca la importante mejora en el conocimiento de financiación alternativa y de proveedores de fintech.
La coyuntura económica ha obligado a los bancos centrales a aumentar, de forma progresiva, los tipos de interés para poder hacer frente a la inflación. En este contexto, la opinión mayoritaria de los encuestados es que la financiación alternativa también deberá subir los tipos, pero que puede ser una buena oportunidad para ganar cuota de crédito frente a la banca tradicional por su mayor diversificación.
El 56% de las empresas ha reconocido que han utilizado estos servicios, siendo el factoring, el renting y el leasing de entidades no bancarias las más utilizadas
La financiación alternativa tiene unas ventajas respecto a la financiación bancaria tradicional. En este sentido, las empresas valoran la flexibilidad en los plazos y menores garantías, mientras que los financiadores alternativos encuentran la diversificación de riesgos y la flexibilidad de plazos como los principales beneficios. En relación a las líneas de financiación alternativa, el 56% de las empresas ha reconocido que han utilizado estos servicios, siendo el factoring, el renting y el leasing de entidades no bancarias las más utilizadas con un 35% del total de la muestra. Aparte de esto, los servicios de fintech han sido usados por un 25% de las empresas encuestadas, siendo el anticipo de facturas, con un 9%, y el crowdlending, con un 8%, los otros servicios más utilizados en financiación alternativa .
Por último, el retraso de los Fondos Next Generation EU pueden ser una buena noticia para generar más masa crediticia a favor de las micro y pequeñas empresas. Principalmente porque estas están teniendo más tiempo para preparar la documentación, siguiendo los procedimientos, y así acceder a los fondos europeos, justo cuando la contracción económica puede hacer más necesario el impulso que darán estos recursos a la actividad económica.