Agustí Benedito (1964) es un empresario barcelonés que lleva media vida intentando ser el presidente del Barça, pero sigue sin conseguirlo y es que finalmente no ha conseguido el número de apoyos necesarios para convertirse en candidato oficial a las elecciones presidenciales del Club. Su padre levantó todo un grupo de automoción, con concesionarios y talleres, hasta convertirlo en uno de los más importantes de todo el Estado. Es la época de los grandes concesionarios de marca y el Grupo Benedito es el primero concesionario de Opel y más allá de vender coches, también se ocupa de la financiación, la suscripción del seguro a su propia correduría y de cualquiera otro negocio que haga referencia al automóvil.
Benedito es abogado de profesión, estudió la gestión de concesionarios en la General Motors de Michigan y se incorporó a la empresa familiar en 1986 con un máster en finanzas en IESE. Ocupaba la dirección general de la empresa familiar desde 1992. La empresa acabó vendiéndose y Agustí Benedito pasó a gestionar el patrimonio de la familia (y a ejercer también de consultor para otros family office).
"Hablar de Agustí Benedito es hablar de las elecciones del Barça celebradas los últimos 24 años, repasar la historia política de la entidad y comprobar que ha sido la historia de una guerra civil, o de algo parecido"
Hablar de Agustí Benedito es hablar de las elecciones del Barça celebradas los últimos 24 años, repasar la historia política de la entidad y comprobar que ha sido la historia de una guerra civil, o de algo parecido: seis elecciones con la de enero, tres mociones de censura, socios que denuncian el Club por sus fichajes, sentencias que condenan el Club para salvar de cualquier responsabilidad a directivos y ejecutivos, pañoladas, amenazas, dimisiones...
En todos este hechos, Benedito ha jugado siempre un papel, ya sea principal o secundario.
El 1997 se presentó en la lista de Lluís Fernández contra Josep Luis Núñez. La candidatura fue barrida en las urnas, 82% a 18%, poco más de 5.000 votos contra más de 20.000.
En 1998 formó parte con Laporta y Sebastià Roca del Elefant Blau, plataforma creada para denunciar la gestión del entonces presidente del Club, Josep Lluís Núñez. Los objetivos de esta plataforma eran evitar la posibilidad de qué el Barça saliera a bolsa y se convirtiera en una Sociedad Anónima Deportiva, y que se produjera así una inversión excesiva en fichajes.
En 2003 dio su apoyo a la candidatura de Joan Laporta que le nombró miembro de la comisión deportiva y social. Fue hasta 2009, cuando dimitió por discrepancias con Laporta.
En 2010 decide liderar una candidatura y consiguió hasta 8.000 votos. Quedó lejos del ganador, Sandro Rosell, pero, por delante del resto de aspirantes como Marc Ingla o Jaume Ferrer. La campaña que hizo fue muy cercana, con la apertura de una oficina en la misma Plaça Sant Jaume donde su equipo -y él mismo cuando los actos de campaña así lo permitían- recibía y resolvía todas las dudas que los socios le planteaban sobre su programa y su visión de cómo tenía que ser el futuro del Barça. Secciones, la propuesta de Norman Foster-Laporta por el nuevo Camp Nou, los planes económicos y la internacionalización del Club o los patrocinios, entre otros.
En 2015 lo intentó de nuevo, y volvió a quedarse en el intento. Y si en 2010, la derrota tuvo un cierto regusto de victoria, en este caso no se puede decir ninguna otra cosa: fue un fracaso. Los 3.400 votos se quedaron en poco más que una anécdota ante los 26.000 votos obtenidos por Josep Maria Bartomeu o los 16.000 de Laporta, que fue el segundo candidato más votado.
"Los objetivos del Elefant Blau eran evitar la posibilidad de qué el Barça saliera a bolsa y se convirtiera en una sociedad anónima deportiva"
Si la primera candidatura que lideró fue un golpe de aire fresco, por las propuestas y el estilo, la candidatura del 2015 dio la imagen de improvisada, poco trabajada. Nada más lejos de la realidad: equipo amplio, programa trabajado a partir de la base del 2010 y haciendo tándem con Lluís Geli (Lux Habitat), como en 2010. También repetían Carlos Bonet-Godó (Salomé & Bonet-Godó) y Uri Bueno (IBUSA, Barcelona Soccer Academy).
La candidatura acabó más bien mal, y las relaciones de alguno de los compañeros de candidatura (no de Geli) con Benedito quedaron un poco tocadas al señalarlo como culpable de los pobres resultados en las urnas. El "nefasto papel" de Benedito en el debate de Tv3, según alguno de ellos, fue clave para que el número de votos del 2015 no llegara ni a la mitad del obtenido en 2010. Los medios no lo vieron mal.
Ahora, ha vuelve a presentarse una vez más como precandidato y con todavía menos éxito que las últimes veces puesto que no ha pasado el corte para convertirse en candidato. Todo ello después de ser protagonista de una moción de censura fallada -consiguió 12.500 firmas cuando necesitaban 16.600- y de no querer apoyar la moción presentada por Jordi Farré este mismo otoño, y que ha sido el detonante de la dimisión de Bartomeu y toda su junta.
Benedito se ha presentado con un equipo renovado respecto al 2015, del que sólo ha repetido Laura Guitart, vicedecana académica de la Facultad de Economía y Empresa de la UB. En caso de haber ganado, habría sido la primera vicepresidenta de la historia del Barça.
Las propuestas del precandidato Benedito han sido del todo rompedoras con la del resto de candidatos. Tiene claro que el Barça no puede competir económicamente con otro equipo si quiere tener a Messi, haciendo referencia al PSG, y ya anunció que, si era elegido presidente, no se haría el Espacio Barça por innecesario, "no tiene sentido económico ni operativo".
Su propuesta de renovación del Camp Nou pasa por tirarlo al suelo y construir uno de nuevo en Sant Joan Despí o en el mismo lugar donde está ahora. Esta idea sin demasiada reflexión previa: ni hay licencia para tirar abajo al Estadio -es un edificio catalogado- ni el Ayuntamiento de Sant Joan Despí tiene ninguna intención de facilitar la construcción del nuevo estadio en su término municipal.
Benedito también ha anunciado que está pensando ejecutar una acción de responsabilidad contra la anterior directiva para llevar al club a "una situación de concurso de acreedores", y no se ha pronunciado en cuanto al proyecto deportivo más allá de lo que ya dijo a finales de agosto sobre Koeman y su idoneidad para entrenar el equipo.
Agustí Benedito puede haber perdido su úlltim tren para formar parte de la directiva azulgrana y recorrer así el camino para llegar a aquello que tanto desea: la presidencia del Barça. Ya era consciente de que no tenía demasiado por hacer para ocupar el centro del palco a partir del próximo 24 de enero, pero también sabe que todo puede ser posible más adelante, sobre todo si ya está dentro. Así las cosas, quizás buscará un pacto con algún candidato. Quizás Laporta, no sería la primera vez, ya fueron socios en el Elefant Blau. Quizás esta vez ganan los dos.