La automoción catalana afronta su transformación por el vehículo eléctrico y autónomo

La Generalitat de Catalunya advierte que la industria tiene que transformarse para ser productora del vehículo eléctrico y del vehículo conectado y autónomo

Fabricación de vehículos eléctricos con cobots | iStock Fabricación de vehículos eléctricos con cobots | iStock

La Generalitat de Catalunya ha acompañado 270 empresas catalanas de la automoción en su transformación hacia la nueva industria de la movilidad. Lo ha hecho a través de Optima, la oficina de la automoción que el Departament d'Empresa i Treball puso en marcha hace más de dos años. Entre sus funciones, destaca el acompañamiento a la transformación del sector de la automoción contratando directamente con las empresas del sector para analizar su situación en el mercado y gestionando los diferentes instrumentos de apoyo. Los proyectos han accedido a más de 300 millones de ayudas provenientes de fondos regionales, estatales y europeos.

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Según el Departament d'Empresa i Treball, la oficina también ha trabajado para anticipar las crisis sectoriales aumentando de manera considerable el tiempo de antelación en la detección de los riesgos de cierres por disponer de más tiempo para emprender acciones "proactivas, preventivas y generando conocimiento a través de la elaboración de estudios propios". Todo ello ante el reto de la transformación de la movilidad con el vehículo eléctrico y autónomo como escenarios.

La Generalitat ha elaborado dos estudios que concluyen que la industria de la automoción catalana tiene que transformarse para ser productora del vehículo eléctrico y del vehículo conectado y autónomo e indican que hay que replantear toda la cadena de valor para ver cómo el tejido industrial se puede adaptar y transformar.

La oportunidad del vehículo eléctrico

El estudio sobre la cadena de valor del vehículo eléctrico en Catalunya indica que hay una oportunidad entre la cadena de valor actual y la futura que implica la captación de nuevas inversiones extranjeras y a la vez un salto tecnológico de las empresas ya presentes en el país. Se estima que la aportación industrial de estas nuevas cadenas de valor será superior a la pérdida derivada de la progresiva desaparición del motor combustión.

Por otro lado, el estudio sobre la cadena de valor del vehículo conectado y autónomo establece cómo uno de los principales retos és adaptar el marco regulador a las necesidades futuras de conducción. El informe reclama reforzar las empresas tractores ya implantadas en Catalunya y generar oportunidades para la creación y la implantación de nuevas.

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